Por Carlos Ruckauf
Cuando el Frente de Todos asumió el gobierno, el kilo de asado costaba menos de $300 pesos. Tras años después, llegó a $2.600
Cuando Alberto Fernández estaba por asumir la presidencia de la República, el tradicional asado de ternera estaba $270 el kilo. En un reportaje radial exageró: ”Me dejaron el asado a $300 el kilo”.
El 23 de noviembre, día de descuento de los jubilados, fui, como todos los miércoles, a hacer las compras de la semana. Poca concurrencia, para muchos el mes ya terminó.
Las naranjas que una semana atrás costaban $98 el kilo, habían subido a $136. Una muzzarella en fetas, primera marca, paquete de 250 gramos, pasó de $418 a $520. El tomate perita pegó en siete días un saltito más pequeño, de $379 a $429 el kilo.
Entrevista a Carlos Ruckauf en FM Delta
Se puso caro hacer pizza casera y acompañarla con un jugo de naranja, porque con cerveza ni hablar. Más prohibido que en Qatar.
Como mi esposa necesita calcio, siempre le busco un pequeño yoghurt, de 120 gramos, que estaba a $157 y saltó a la friolera de $195. Ingiere 2 por día, con lo cual, la cuenta seguía in crescendo.
Faltaba el impacto mayor: ¡el kilo de asado a casi $2.600!

36 meses atrás cobraba, mensualmente, $63.000. Cuando le dije que, para poder equiparar la suba del asado, su sueldo tendría que llegar a $600.000, por mes,la alegría se evaporó.erno.
Los índices de inflación de la Argentina son ganadores absolutos sobre nuestros vecinos, en eso si podemos cantar”decime que se siente…” a $600.000, por mes, l a alegría se evaporó.
Los índices de inflación de la Argentina son ganadores absolutos sobre nuestros vecinos,en eso sí podemos cantar ”decime que se siente…”.
En 10 meses, nosotros 90% de inflación, en Brasil, 5%. Una goleada. Se va Bolsonaro, vendra Lula y no tienen posibilidad alguna de acercarse en el tanteador. “…tener en casa a tu papa…”
Pero la realidad en el bolsillo (cuando se trata de las cosas fundamentales) es mucho peor que cualquier estadística.
Cuando Pedro, mi médico, me recomienda comer pescado tres veces por semana, no sé si tiene en claro que una dieta “adecuada” me desequilibra el bolsillo, y que una ensalada de frutas todos los días me ayudará con el colesterol pero me acerca al infarto presupuestario.
De mi visita mensual a la farmacia les cuento otra vez.
“Cuando el pueblo agota su paciencia, suele hacer tronar el escarmiento” – Juan Domingo Perón