Después de 36 meses de gestión el oficialismo no logró cumplir sus promesas más importantes de aquella campaña electoral de 2019. La economía argentina profundizó todos sus desequilibrios estructurales, y se deterioraron alarmantemente las condiciones del tejido social.
El presidente Alberto Fernández celebró sus 3 años de gestión al frente del Gobierno, aunque lo hizo prácticamente en soledad y casi sin apoyo político. Con escasos interlocutores y sin faltar referencias a los discursos del expresidente De la Rúa, Fernández habló de una economía que parece coincidir con la realidad.
Lo cierto es que la mayor parte de las promesas anunciadas en la campaña electoral de 2019 no pudieron materializarse en la práctica. Ni las condiciones macroeconómicas del país ni tampoco las sociales lograron mejorar, ya no tan solo con respecto a los últimos años sino tan sólo en comparación a 2019, un año que arrastraba más de 20 meses de recesión.
La evolución de la inflación
Muy lejos de estabilizarse, la economía kirchnerista profundizó el drama inflacionario. Los precios minoristas acumularon un aumento del 280% entre diciembre de 2019 y noviembre de 2022, un resultado que supera el aumento acumulado por la gestión de Mauricio Macri en el mismo período de tiempo.
La inflación interanual escaló del 53% en diciembre de 2019 para llegar al 92,4% en noviembre de este año, una cifra que constituye el nivel más extremo registrado desde octubre de 1991.
Asimismo, mientras que durante la administración Macri la inflación mensual promedió el 2,93% cada mes según las mediciones del INDEC, bajo la gestión de Alberto Fernández el promedio mensual de la inflación escaló al 4% y solamente en el último año el promedio aumentó al 5,8%. La aceleración inflacionaria se produjo a pesar del arsenal de controles de precios y la represión financiera.
Salarios y jubilaciones
Una de las principales promesas de campaña de Fernández fue “volver al asado de los domingos” y recuperar el poder adquisitivo de las jubilaciones, a cambio de dejar de priorizar el pago de intereses que devengaban las Leliq. Sucedió exactamente lo contrario.
El poder de compra de la jubilación mínima real garantizada por el Estado se desplomó un 20% entre diciembre de 2019 y noviembre de 2022, acorde a estadísticas oficiales publicadas por la ANSES y en base a la deflactación por el IPC oficial del INDEC. Los jubilados vieron caer sistemáticamente su poder adquisitivo durante los 3 años de gestión kirchnerista.
¿Qué sucedió con las Leliq? Mientras las jubilaciones se deterioraron, la deuda remunerada del Banco Central saltó del 4,9% del PBI en 2019 al 11% en la actualidad, casi se triplicó. Los intereses devengados de estos instrumentos superan el 3% del producto, y llegaron al nivel más alto desde 1989.
El asado de los domingos tampoco apareció. El índice general de salarios medido por el INDEC acumuló una caída real del 3,55% entre diciembre de 2019 y septiembre de 2022, el último dato anunciado por el organismo oficial. Se trata de un indicador que registra tanto a los ingresos provenientes del sector privado formal, el sector público y el sector privado informal.
El salario real en Argentina oscila en los niveles más bajos desde el año 2004, y de hecho se acumula una brutal caída del 30% desde 2011, momento en el cual la economía dejó de crecer y se entró en un ciclo de estanflación prolongada.
Actividad económica e indicadores sociales
Tras el shock provocado por la pandemia, la economía experimentó una recuperación que terminó por agotarse en septiembre de este año. El índice EMAE del INDEC, corregido por el aumento de la población, alcanzó solamente el nivel que tenía en agosto de 2019.
El “techo” de la recuperación de la economía kirchnerista solamente fue capaz de igualar el “piso” que se registró durante la administración anterior, antes del shock provocado por las PASO. La economía no logró salir de la larga tendencia bajista que sufre desde septiembre de 2011.
Asimismo, los indicadores sociales respondieron negativamente al estancamiento de la actividad y el aumento de la inflación. Estimaciones preliminares del economista Martín González Rozada sugieren que la pobreza habría alcanzado al 39,9% de los argentinos en el semestre móvil finalizado en noviembre.
En lo que va de la gestión de Alberto Fernández la pobreza habría acumulado un aumento de 4,4 puntos porcentuales, sobre una situación que ya era preocupante en 2019. La tasa de indigencia escaló del 8,1% al 8,8% en la administración kirchnerista y tampoco logró recuperarse.
Resultados fiscales y deuda pública
La gestión kirchnerista desequilibró (otra vez) las finanzas del sector público. El déficit primario del Gobierno nacional aumentó del 0,44% del PBI en diciembre de 2019 al 2,56% en octubre de este año, y la meta con el FMI postula que deberá llegar a diciembre en el 2,5%.
El déficit fiscal financiero a nivel nacional escaló del 3,8% al 4,24% del PBI en los 3 años de gestión de Fernández, un aumento menor al del resultado primario considerando el efecto de la quita de intereses de deuda en la reestructuración de 2020.
Las empresas del Estado duplicaron sus desequilibrios operativos entre 2019 y 2022, pasando del 0,39% del PBI al 0,8% de acuerdo a la última medición en el mes de octubre. El Gobierno deterioró el resultado de las empresas que ya existían y produjo nuevas estatizaciones, trasladando así todas las pérdidas sobre la sociedad.
La deuda pública total (externa e interna) aumentó en el equivalente de 71.000 millones de dólares desde diciembre de 2019. Llegó a representar los 384.668 millones de dólares en noviembre. De este resultado se desprende la deuda que efectivamente está dolarizada, y la deuda en pesos que en su mayoría se encuentra indexada por la inflación (y por lo tanto el análisis es similar a si estuviera dolarizada).
Fuente Derecha a Diario