Por Diego Pero
Lo colocaron este jueves familiares de las víctimas que viajaron desde la ciudad santafesina. Buscan visibilizar la ola de inseguridad y la falta de respuestas del sector político.
La llegada de Navidad y Año Nuevo son fechas especiales. Mientras algunos las viven con alegría entre celebraciones y reuniones familiares, a otros los invade el recuerdo y el dolor por aquellos que ya no están. Y esa angustia se recrudece aún más cuando no se trata de desapariciones físicas por cuestiones naturales, sino por muertes manchadas por la violencia y la injusticia.
Un emotivo símbolo -reflejo de esos sentimientos- apareció este jueves por la mañana en la puerta de la Casa Rosada. Esta vez no fueron piedras recordando a las víctimas del covid-19, sino un árbol de Navidad blanco con estrellas rojas que llevaban escritos nombres de las víctimas de la inseguridad en Rosario.
La violencia en la ciudad situada en el sudeste de la provincia de Santa Fe se ve, se escucha, se respira y se siente. Lleva años y se recrudece día a día, como también la lucha de los familiares para para exigir medidas que pongan fin a la ola de ataques y crímenes.
El árbol fue colocado en la puerta de la Casa Rosada. Foto: Maxi Failla
Y en medio de un año que termina opacado por la seguidilla de acontecimientos violentos, integrantes de la agrupación Vecinos, Familiares y Víctimas de la Inseguridad de Rosario llegaron el miércoles pasado hasta la puerta de la sede de la Gobernación de la urbe más poblada de la provincia.
En ese lugar, se sentaron y fueron armando un significativo árbol de Navidad de un metro y medio de altura, el mismo que fue trasladado este jueves a Buenos Aires.
A modo de homenaje -y reclamo- le fueron colocando más de veinte estrellas rojas. Cada una representaba a una víctima.
En algunos casos, se escribió a mano con tinta blanca el nombre de pila. Taia, Valen, Ayelén, Juan Cruz y Rodrigo, por citar sólo algunos. Y varios nombres completos: Sandra López, Rocío Romano, Damián Lucero, Mauricio Guzmán, Luciano Gómez…
En el centro del arbolito de color blanco se ubicó una nota que simulaba ser una carta y que tenía un moño rojo y la palabra “Justicia”. La base que lo sostenía contenía, además, la foto de cada una de las víctimas. Y el mensaje se repetía: justicia. Esa figura simbólica quedó alojada en el hall central.
La base del árbol, con fotos de las víctimas y pedidos de justicia. Foto: Maxi Failla
Con ese mismo arbolito y una enorme bandera argentina que también lleva inscripta los nombres y representa a las víctimas inocentes que quedaron en medio de balaceras, diez familias emprendieron viaje en micro y autos particulares hacia la Casa Rosada.
Llegaron pasadas las 11 de este jueves. Y la acción fue la misma: armar el árbol en la puerta y esperar que los atienda el presidente Alberto Fernández o el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
“La idea del árbol es visibilizar la problemática en Rosario y la gran cantidad de familias que quedan destruidas porque el Estado no da respuesta”, le explica a Clarín Ezequiel Lowden, referente de la Asociación de Vecinos, Familiares y Víctimas de la Inseguridad de Rosario.
“Para que nos reciba un funcionario o ministro de Seguridad tenemos que salir a hacer acampes o a manifestaciones de este estilo. Por más que ingresamos petitorios, la manera que tenemos de visibilizar el reclamo es esta”, agrega sobre la iniciativa que surgió desde la agrupación y fue acompañada por muchas familias.
Cada estrella roja representa a una víctima de la inseguridad en Rosario. Foto: Maxi Failla
El colectivo surgió en el año 2017, reuniendo a familiares de víctimas de la violencia en la ciudad, una causa que los encuentra unidos en la lucha para lograr la visibilización del problema y para que se tomen medidas que den origen a políticas públicas. Una de las que reclaman es que se legisle y se dé prisión preventiva a los que porten armas de fuego de manera ilegal.
“Nos une el dolor”, expresa Lowden vestido en pleno epicentro porteño con una remera que reza “Ya basta de sangre”. Pero no son sólo palabras que salen de su boca, sino de todos los familiares que lo acompañan y que también visten remeras que muestran los rostros de las víctimas y el pedido de justicia.
Todo juntos comparten un deseo: “Justicia, amor y paz son la base para un futuro mejor, ojalá desde sus lugares los políticos puedan hacer que se cumplan. Lo necesitamos para dejar de estar de este lado, convirtiéndonos en familiares y víctimas de inseguridad“.
El año más violento y una respuesta “nula”
Ezequiel Lowden remarca también que “la respuesta es nula” por parte de las autoridades y que “se pasan la pelota” entre el municipio, la provincia y el Gobierno Nacional.
“Queremos que nos reciba el Presidente, el ministro de Seguridad o un funcionario que pueda poner la cara. Porque en la provincia le pasan la responsabilidad al Gobierno Nacional y no podemos vivir constantemente así”, advierte.
E ironiza: “Qué falta. ¿Que vayamos a Estados Unidos o a Europa a pedir seguridad porque le pasan la pelota los demás?. No existe una parte de la política que se haga cargo y responsable y diga vamos a tomar esta medida o vamos a acompañarlos”.
Para graficar la magnitud del problema, Lowden lo pone en números: “Este año es el más violento de la historia. En 2013 se había repetido un índice similar. Hoy en dia se está superando. Estamos en los 280 crímenes”.
Y advierte: “Además de los homicidios, lo más grave es que ahora hay ataques a las instituciones democráticas como los municipios y los medios de comunicación”
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“Justicia”, el pedido que se repite una y otra vez y se lee en el centro del árbol de Navidad. Foto: Maxi Failla
Este miércoles a última hora balearon un canal de TV, una cárcel y la sede de Asuntos Penitenciarios en Rosario en un lapso de apenas dos horas.
El primero de los ataques, ocurrido cerca de las 21.30, tuvo como blanco la sede de Televisión Litoral de Rosario, situada en Presidente Perón al 8100. En ese lugar, funcionan Canal 3, Radio 2, Rosario3 y las FM Vida y Plus que había sido baleada el 12 de este mes por delincuentes que dejaron en el lugar un mensaje mafioso vinculado al narcotráfico.
Esta vez, los atacantes pasaron a bordo de un Fiat Palio rojo y, sin detener la marcha, efectuaron al menos ocho disparos sin provocar heridos. El vehículo fue encontrado más tarde incendiado.
En tanto, a las 22 y a las 23.30 fueron baleadas, respectivamente, una cárcel de la zona oeste rosarina y la sede de Asuntos Penitenciarios, que también ya habían sido tiroteadas con anterioridad.
Fuente Clarin