Por Federico Mayol
Viajó para pasar las fiestas y estará en Santa Cruz unos días más. Las dudas sobre sus próximos pasos.
El presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, tiene previsto quedarse unos días más en Santa Cruz, a dónde viajó para descansar y pasar las fiestas junto a su familia.
Cada vez que viaja al sur -lo suele hacer para fin de año-, y prolonga la estadía, el jefe de La Cámpora queda envuelto en todo tipo de especulaciones en torno a su futuro político.
En agosto pasado, por ejemplo, cuando Kirchner se recluyó en sus pagos familiares durante varias semanas, corrieron versiones sobre una eventual candidatura a gobernador en Santa Cruz que coincidieron con un profundo debate interno por el destino de la organización que fundó y que lidera desde hace años.
Por ahora, el ex jefe del bloque de Diputados del Frente de Todos no da demasiadas pistas sobre su futuro. Sus últimas apariciones habían tenido un patrón común: reproches constantes a Alberto Fernández, con el que hace rato no habla.
Ahora volvió a bajar al máximo el perfil -el pasado martes no estuvo en el acto de cierre de año de Cristina Kirchner en Avellaneda-, y el anuncio prematuro y sorpresivo de la ex Presidenta de no presentarse a elecciones este año dejó a La Cámpora en estado de deliberación permanente.
La postulación de la Vicepresidenta tiraba por la borda cualquier intento de avance de sectores del peronismo que no se sienten cómodos con el liderazgo del diputado y el estilo de conducción política del camporismo.
La semana pasada, por ejemplo, algunos distritos del conurbano amanecieron con pintadas con la consigna “el peronismo no es hereditario”. Son, por ahora, expresiones aisladas.
El poder de la lapicera K
El interrogante ahora, a diferencia del 2019 y del 2021, pasará por medir el poder de la lapicera de Kirchner. En más de una oportunidad recibió fuertes reproches por esa potestad.
El más recordado fue el de Sergio Berni, que lo quiso trompear en la noche de las últimas primarias, en el complejo C de Chacarita. El delegado del jefe camporista para ese rol era Facundo Tignanelli, que se fue y volvió a la agrupación, un regreso que fastidió a Andrés “El Cuervo” Larroque.
El futuro del jefe de La Cámpora y de “la orga” es una incógnita que no escapa a la incertidumbre que reina en el PJ por la seriedad de la crisis político y económica y por la carencia de figuras aptas en términos de popularidad de cara al proceso electoral de este año.
En ese contexto asoma el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los que lidera la agrupación K junto a Kirchner. “Wado” tiene un estilo mucho menos confrontativo que el diputado, es más amigable con el círculo rojo y se siente cómodo con dirigentes del establishment empresario y mediático.
El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, es considerado por el círculo rojo como “más amigable” que Máximo.
En el kirchnerismo, de hecho, hay dirigentes que empezaron a trabajar tras el anuncio de Cristina Kirchner en la hipótesis de una interna abierta entre el ministro del Interior y el de Economía, Sergio Massa, que está abocado al programa económico pero que, en su entorno, no descartan una postulación si es que logra revertir la crisis.
De pedro no es Kirchner, y viceversa. En la cúpula de La Cámpora conviven diferentes estilos. El otro caso es el de Larroque, uno de los habituales voceros de ese sector que terminó el año con un tuit breve y claro: “Cristina 2023” escribió en sus redes pasadas las 21 del sábado 31 de diciembre.
El año pasado, Larroque tuvo una serie de discusiones internas de cúpula que lo llevaron, por ejemplo, a ofrecer el cargo de “secretario general” de la organización, según su entorno, para colaborar con un recambio generacional que todavía no se puso en marcha.
Según trascendió antes de fin de año, el ofrecimiento tuvo más que ver con diferencias por el rumbo a seguir.
Las diferencias entre Kicillof y La Cámpora
Es que, entre el 2021 y el 2022, Kirchner y Larroque tuvieron algunas desaveniencias no solo por la hoja de ruta política, si no por la posición de “la orga” frente a la administración de Axel Kicillof.
La intervención del gabinete bonaerense de septiembre del 2021, tras la derrota en las elecciones primarias, dejó expuestas las diferencias internas entre el gobernador y La Cámpora
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En varias oportunidades en los últimos años quedaron expuestas las diferencias entre Axel Kicillof y La Cámpora.
Esa avanzada, avalada por la ex Presidenta, exhibió además la sintonía entre el jefe de La Cámpora y Martín Insaurralde. Kirchner llegó al PJ provincial con la venía de un grupo de intendentes del Gran Buenos Aires liderados en buena medida por el jefe de Gabinete de la Provincia.
Ahora, Insaurralde quiere disputarle poder a Kicillof. Esa puja política del intendente de Lomas de Zamora en licencia también tiene el guiño de Kirchner.
Fuente Clarin