Por Pedro Hurtado Cánepa
Las fuerzas del orden del Perú trabajan en el seguimiento, intervención y desarticulación de las disidencias organizadas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tienen presencia en la zona de frontera peruana, dijo a Diálogo, el 18 de diciembre de 2022 el Almirante de la Marina de Guerra del Perú Jorge Moscoso Flores, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Una publicación de noviembre del diario peruano La República informó que los disidentes de las FARC cruzan las fronteras de Perú, Ecuador y Colombia, para el desarrollo de actividades ligadas al narcotráfico a lo largo del Putumayo. Según la publicación, los criminales se agrupan en los Comandos de la Frontera y el Frente Carolina Ramírez.
El Putumayo es un largo río amazónico que nace en Colombia y desemboca en el Amazonas, en Brasil. A lo largo de su recorrido forma una frontera natural que divide Colombia de Ecuador y luego de Perú. Así, al ser parte de la geografía de cuatro países, el Putumayo es un punto estratégico para el traslado de la droga.
El informe periodístico señala que los disidentes de las FARC ingresan a territorio peruano por largas temporadas para promover el cultivo de hoja de coca, así como la producción de pasta básica y cocaína, para posteriormente comercializarla a organizaciones internacionales.
“Estos grupos criminales operan en zonas del Putumayo y se dedican principalmente al tráfico ilícito de drogas, para lo cual captan a pobladores de la zona y se aprovechan de las condiciones de pobreza y extrema pobreza de esas localidades”, dijo el Almte. Moscoso; y precisó que otros delitos en los que se encuentran comprometidos son extorsiones a ganaderos, comerciantes, conductores y campesinos, y reclutamiento forzado de menores, entre otros.
El ministro de Justicia de Colombia Néstor Osuna, consideró el 29 de noviembre que el desarrollo de acciones conjuntas en el ámbito internacional permitirá detener el tráfico de la coca en zonas como la del Putumayo. “Trabajaremos con Ecuador, Brasil, Perú, Venezuela y Panamá. El narcotráfico es un problema multicrimen, son procesos criminales internacionales. Se hace indispensable la colaboración internacional”, refirió al diario peruano El País.
Para Pedro Yaranga, especialista peruano en temas de seguridad y narcotráfico, los grupos disidentes de las FARC consideran diversas localidades del Putumayo como sus centros de operaciones. “Su actividad comercial principal es el narcotráfico, y para ello los favorece la vegetación de la zona y las condiciones de pobreza y falta de trabajo en la zona”, indicó a Diálogo.
Según Ricardo Soberón, director ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), en la zona del Putumayo hay un incremento en la producción de hoja de coca, la cual es difícil de enfrentar por los altos costos que ello supone.
Yaranga afirmó que las Fuerzas Armadas del Perú se coordinan con sus pares de Ecuador y Colombia, para intercambiar información sobre los movimientos de los disidentes de las FARC. “El seguimiento a estos grupos permite saber si existe un mayor número de personas en estas organizaciones, saber con qué tipo de armamento se movilizan, el número de mujeres y niños, además de conocer sus actividades económicas”, dijo.
El especialista también informó que en la frontera peruano-colombiana concurren diversas amenazas como el narcotráfico, la minería ilegal, la tala ilegal, el contrabando, el tráfico de personas, el tráfico de armas, el lavado de activos y el sicariato, entre otros. “Particularmente en la zona del Putumayo se evidencia la presencia de grupos paramilitares, otros grupos violentistas y también grupos criminales de Brasil”, agregó Yaranga.
“Los campos de cultivo y procesamiento de clorhidrato de cocaína operados por colombianos se encuentran en territorio peruano”, informó Yaranga al señalar que los grupos armados se han expandido abriendo zonas de cultivo, reclutando jóvenes para las cosechas, captando informantes para mantener el control del área y sembrando el miedo y la desconfianza en las comunidades. “Una forma de reclutar de los guerrilleros colombianos es la entrega de dinero o garantía a los padres de los jóvenes que son llevados a los cultivos de hoja de coca”.
De acuerdo con el Almte. Moscoso, la situación que se vive en el Putumayo tiene la especial atención de los jefes de los Comandos Conjuntos de las fuerzas armadas de Colombia, Ecuador y Perú, quienes se reúnen periódicamente para evaluar temas de seguridad y defensa regional. “La lucha contra el narcotráfico, terrorismo, crimen transnacional organizado y minería ilegal”, es un aspecto prioritario, aseguró.
El Almte. Moscoso finalizó refiriendo que la información acopiada permite elaborar diagnósticos sobre los movimientos de los grupos armados colombianos que operan en el Putumayo y así establecer estrategias militares para enfrentarlos y reducirlos. “Estamos en un paciente proceso de acopio de información, el cual está liderado por oficiales con dominio del territorio y expertos en enfrentar al narcoterrorismo”, añadió.
Fuente Diálogo-Américas