Por Carlos Ruckauf
Miles de manifestantes confluyen sobre Lima, con la declarada intención de forzar la renuncia de la Primer Mandataria, Dina Boluarte, que se disuelva el Congreso y se convoque a una Constituyente
Desde todas las regiones de Perú y (según la Inteligencia peruana) desde la vecina Bolivia, miles de manifestantes confluyen sobre Lima, con la declarada intención de forzar la renuncia de la Primer Mandataria Dina Boluarte, que se disuelva el Congreso y se convoque a una Constituyente.
Se llama “la marcha de los cuatro Suyos”. En el Imperio Inca las regiones se nominaban “Suyos”. Es un homenaje a ese pasado, dado que la mayoría de los reclamantes, se consideran descendientes de pueblos originarios.
Los días 26, 27 y 28 de julio del 2000 otra marcha de los”4 Suyos”, liderada por los Aymaras, fue el principio del fin del Gobierno de Fujimori.
La actual rebeldía, impulsada por la ultraizquierda, se funda en reclamos lógicos de una ciudadanía empobrecida, harta de una dirigencia de la más corrupta del Continente.
El actual Gobierno llegó al poder hace poco más de un año con una fórmula bendecida por toda la izquierda del Foro de San Pablo: Pedro Castillo y Dina Boluarte. Ambos piezas de ajedrez del líder de la ultraizquierda peruana: Vladimir Cerron.
Castillo, acusado de casos graves de corrupción, intentó usar las FF.AA. para parar la investigación, cerrar el Parlamento y arrestar a la Presidente de la Corte Suprema y a la Fiscal General.
El Congreso en uso de sus facultades y con el voto de los diputados de izquierda de Vladimir Cerron, hizo cesar al Presidente de la República y puso en su lugar a la vice.
La titular del Ejecutivo ha dispuesto el Estado de Emergencia (equivalente a nuestro Estado de Sitio) en 5 Regiones, entre ellas, Lima.
Por tal razón las FF.AA. y de Seguridad han dispuesto operativos cerrojos, controlan los vehículos e impiden el acceso de muchas columnas. Pero no hay forma de detener la marea humana.
A su vez, los manifestantes bloquean rutas y muchos son violentos.
Si Boluarte renunciara, tendría que asumir el Presidente del Congreso, un general retirado llamado José Williams. Este líder de la derecha logró muy pocos diputados, pero asume la conducción del Congreso gracias a un extraño acuerdo con Vladimir Cerron.
El pacto de ultra izquierda y derecha es especialmente raro, ya que Williams está acusado, desde hace 20 años, de haber asesinado a un militante de Sendero Luminoso, esposado.
El hecho ocurrió en abril de 1997 durante la operación militar que liberó durante el gobierno de Alberto Fujimori a 72 personas, secuestradas en la Embajada de Japón en Lima, y abatió a los 14 terroristas que las mantenían como rehenes.
Perú ha visto fracasar y terminar presos, exiliados o suicidados, a todos sus Jefes de Estado durante los últimos 23 años. Ahora se enfrenta a una nueva encrucijada.
Fuente Infobae