El ministro de Defensa ordenó evacuar un asentamiento, enfrentándose a ala más derechista de la coalición

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, desafió el viernes al líder del Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, al ordenar la evacuación de un puesto de avanzada ilegal establecido durante la noche en Judea y Samaria.

El incidente marcó la primera prueba de un acuerdo de coalición que buscaba dividir la autoridad del Ministerio de Defensa, al darle a Smotrich un rol en el ministerio responsable de los asuntos civiles en esa zona.

“El ministro de Defensa Gallant ordenó que la evacuación siguiera adelante a pesar de la orden y sin consultar con el ministro Smotrich y completamente en contra de los acuerdos de coalición que forman la base de la existencia del gobierno”, dijo en un comunicado la oficina de Smotrich, quien también ocupa la cartera de Finanzas.

Gallant, un exgeneral y miembro del partido Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu, habló con el jefe de personal de las FDI, Herzi Halevi, y «dio su pleno apoyo a las FDI y a las fuerzas de seguridad», dijo un comunicado de su oficina.

“Cualquier acción sobre el terreno debe realizarse de manera legal, con total coordinación y sujeta a una evaluación situacional de seguridad”, dijo el comunicado.

Netanyahu respaldó a Gallant, afirmando que “el gobierno apoya los asentamientos, pero solo cuando se hace de manera legal y en coordinación con el primer ministro y el establecimiento de defensa, lo que no sucedió”.

El enfrentamiento se produjo después de que cinco familias establecieran un nuevo puesto de avanzada ilegal en una colina al norte durante la noche del jueves, en conmemoración del mes de fallecimiento del líder religioso sionista, el rabino Haim Druckman.

El viernes por la tarde, una gran fuerza ingresó al área y ordenó a los colonos que se fueran.

“El área ha sido declarada zona militar cerrada por orden del ministro de defensa y nos vemos obligados a evacuarlos”, anunciaron las fuerzas por un altavoz, según testigos. “Váyase por su propia violación o lo expulsaremos por la fuerza”.

El establecimiento del asentamiento fue visto como un desafío inmediato para la coalición que se comprometió a afianzar el control de Israel sobre el territorio, pero también se enfrentó a presiones, particularmente de los Estados Unidos, para actuar con moderación.