Por Guillermo Saavedra
Agentes de la Brigada Investigadora de Sustancias Químicas Controladas (BRISUQ) de la Policía de Investigaciones (PDI) y del Servicio Nacional de Aduanas de Chile, culminaron el año 2022 con un decomiso inédito en el Puerto de Arica. Se trata de la incautación de decenas de contenedores con más de 690 toneladas de precursores químicos utilizados para la fabricación de drogas, principalmente cocaína.
“El hito principal que permitió esta incautación fue la alerta que nos dio Bolivia, respecto a la existencia de una banda criminal dedicada a la importación de materias primas en contenedores provenientes desde China a Bolivia, para la elaboración de cocaína”, dijo a Diálogo el 8 de enero el Comisario Gonzalo Santander, subjefe de la BRISUQ de la PDI. “Este aviso fue importante, pues Bolivia no mantiene estas sustancias sujetas a control, por lo que la Policía de ese país hubiera tenido que esperar a que la importación de los precursores llegara casi a punto de destino para poder actuar y fiscalizar”.
En Chile, los precursores para la obtención de droga están fuertemente controlados, por lo que la incautación de los químicos fue posible y legal.
La Operación Etilox se extendió por 2 años, e incluyó colaboración con el Grupo de Investigación de Sustancias Químicas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, de la Policía Boliviana, y con el Programa Global de Control de Contenedores de la Oficina de las Naciones Unidades contra la Droga y el Delito, informó el Servicio de Aduanas, que con la PDI, calificaron la incautación como “histórica e inédita” por el volumen decomisado.
Los precursores estaban almacenados en 41 contenedores. 36 de ellos contenían 576 toneladas de acetato de etilo; un contenedor contenía 24 toneladas de hidróxido de sodio; otro contenedor almacenaba 26 toneladas de metabisulfito de sodio; y otros tres contenedores transportaban 64 toneladas de cloruro de calcio, informó la PDI en su portal.
Los precursores de narcóticos encontrados permitían elaborar, disolver, purificar, secar y neutralizar químicos esenciales en el proceso de elaboración de la droga. Con el volumen de materia prima encontrada se hubieran podido producir unas 60 toneladas de clorhidrato de cocaína, agregó la PDI.
“El desvío de químicos es un ilícito que tiene una mezcla entre lo lícito y lo ilícito (…); por ello, el perfil que nosotros manejamos de las bandas que realizan el desvío de químicos es el de un empresario”, dijo el Comisario Santander. “Son personas conocedoras del comercio, la logística, y generalmente son muy hábiles para desenvolverse en ambos mundos, que no llaman mucho la atención, pasan desapercibidos y, por lo tanto, no son criminales que andan con pistola al cinto. Ellos son dirigidos por los cabecillas de las bandas”.
“Fiscalizamos para proteger a Chile y sus habitantes del ingreso de mercancías ilícitas y que incentivan el crimen organizado”, dijo a la prensa Fernando Rousseau, director de la Aduana Regional de Arica. “Este es un golpe histórico en Chile y Latinoamérica, donde destaca el trabajo de los fiscalizadores de la Aduana de Arica que, gracias a su experiencia, levantaron las alertas y las coordinaciones internacionales, además de la labor interinstitucional con la Fiscalía de Alto Hospicio y la PDI”.
“Este es sin duda un gran golpe para las organizaciones criminales vinculadas a la producción de drogas y su posterior comercialización que operan en países vecinos y en Chile”, agregó Raúl Arancibia, fiscal regional de Tarapacá. “Destacamos especialmente la colaboración entregada por la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico de Bolivia (…). Este tipo de colaboración entre las fiscalías y las policías de Chile y Bolivia, que ya hemos visto en otros casos, es fundamental cuando se trata de enfrentar la criminalidad organizada transnacional”.
El Comisario Santander finalizó asegurando que luego de este decomiso, la Policía continuará colaborando con el Servicio Nacional de Aduanas de Chile y la Policía Nacional de Bolivia en 2023, con el objetivo de reforzar, en el marco de los acuerdos internacionales legales, un monitoreo más inmediato y preciso respecto de los productos que entran y salen de Bolivia.
Fuente Diálogo-américas