Por el Dr. Adalberto C. Agozino
La Reunión de Alto Nivel celebrada entre los reinos de Marruecos y España consolida la asociación estratégica entre estos Estados mediterráneos y atlánticos.
Las Reuniones de Alto Nivel
Entre el 1° y el 2 de febrero se ha realizado, en Rabat, la XIIª edición de la Reunión de Alto Nivel entre los reinos de Marruecos y España.
Estas cumbres bilaterales, que debían tener una periodicidad bianual, no se realizan desde el año 2015, cuando gobernaba en España, Mariano Rajoy del Partido Popular.
La reunión estuvo programada dos veces en 2020 y 2021, pero en las dos ocasiones fueron suspendidas por Rabat debido al enfriamiento de las relaciones bilaterales.
El sucesor de Rajoy, el socialista Pedro Sánchez, llegó al gobierno en 2018 como líder de una coalición política que incluía al partido Unidos Podemos, un aliado tradicional de los separatistas del Frente Polisario.
El primer signo de rigidez en los vínculos bilaterales se presentó cuando el nuevo presidente de Gobierno español realizó su primer viaje oficial a Portugal, en vez de a Marruecos como era tradicional en la diplomacia hispana.
Luego, al gobierno español le costó asimilar el cambio geopolítico que implicó la declaración de los Estados Unidos, del 10 de diciembre de 2020, reconociendo la soberanía marroquí sobre su Sáhara.
Pero el verdadero golpe de gracia fue la admisión del líder polisario Brahin Ghali, bajo nombre falso, para ser atendido en el hospital de Logroño por problemas respiratorios derivados del coronavirus Covid 19, en abril de 2021, durante la infortunada gestión de ministra Arancha González Laya al frente de la diplomacia española.
Marruecos reaccionó criticando la falta de cooperación e información por parte de un país considerado aliado y vecino.
Posteriormente, se produjeron otros lamentables episodios que tensaron considerablemente las relaciones bilaterales, como el ingreso de miles de migrantes irregulares a través de la frontera de Ceuta, los problemas en la Operación Paso del Estrecho, de la que Marruecos excluyó a España, o el retiro de la embajadora marroquí de Madrid.
En un acto de pragmatismo, el presidente de Gobierno Pedro Sánchez designó a José Manuel Albares como nuevo ministro de Asuntos Exteriores, quién con mucho profesionalismo contribuyó a distender y reencauzar las relaciones bilaterales. Para ello debió modificar sustancialmente la posición de la diplomacia española con respecto al conflicto del Sáhara.
España reconoció a la propuesta de Marruecos para un proyecto de autonomía para la región del Sáhara bajo soberanía marroquí como la más “seria, creíble y realista” para poner fin a ese conflicto artificial.
Después de este reconocimiento, el 7 de abril de 2022, el rey Mohammed VI recibió, en medio del mes sagrado del Ramadán, en Rabat, al presidente Pedro Sánchez, firmando una hoja de ruta “estrecha, importante y seria”, que abrió un nuevo rumbo en las relaciones entre ambos países forjando una asociación estratégica entre uno y otro lado estrecho.
La nueva alianza entre Marruecos y España sobrevivió incluso a las presiones argelinas empleando como instrumento el chantaje de interrumpiendo el suministro de gas a la península en medio de la crisis energética provocada por la invasión rusa a Ucrania.
La fortaleza de los vínculos entre ambos países se hizo aún más evidente cuando, recientemente, el presidente Pedro Sánchez, ordenó a los eurodiputados socialistas no prestar apoyo a la maniobra orquestada por Francia y Argelia en el Parlamento Europeo para hostigar a Marruecos con falsas acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos.
La asociación entre ambos reinos se basa en intereses comunes en el campo de la integración agrícola y pesquera, la lucha contra el cambio climático a través del empleo de energías renovables, los flujos migratorios irregulares, cooperación en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, entre otros varios asuntos.
Además de los muchos intereses en común ambas naciones comparten (junto con Francia) una posición geopolítica clave: son Estados simultáneamente atlánticos y mediterráneos y juntos tiene la llave que controla el estratégico estrecho de Gibraltar.
Los vínculos económicos entre España y Marruecos
Los lazos económicos entre Marruecos y España son cada vez más estrechos. En 2021, los intercambios comerciales entre Marruecos y España alcanzaron a 17.000 millones de euros, 9.500 de exportaciones y 7.300 de importaciones. Marruecos de los principales mercados de las empresas españolas.
Unas 17.000 empresas españolas que actualmente negocian con Marruecos y 1.000 de ellas están establecidas en el reino magrebí.
El comercio entre España y Marruecos se ha duplicado en los últimos diez años, con tasas de crecimiento superior al 10% anual.
Marruecos se ha convertido en el tercer socio económico de España fuera de la Unión Europea, solo por detrás de los Estados Unidos y el Reino Unido.
Mientras que, para Marruecos, España es su principal socio comercial muy por delante de Francia.
De allí la importancia de la XIIª Reunión de Alto Nivel Marruecos – España.
La cumbre entre Marruecos y España
La XIIª Reunión de Alto Nivel comenzó con una cordial llamada telefónica del Rey Mohammed VI al presidente del gobierno español Pedro Sánchez en que el monarca lo invitó a una visita de Estado a Marruecos en fecha próxima a determinar.
El presidente Sánchez concurrió acompañado de una importante delegación que integraban once de sus ministros, asesores, empresarios y personal diplomático.
Las siguientes cuarenta y ocho horas trascurrieron en medio de intensos trabajos para forjar acuerdos y elaborar una declaración final de 74 puntos donde, entre otros aspectos, se califica a la Reunión de Alto Nivel como “una oportunidad para, por una parte, revisar los objetivos de la hoja de ruta y los resultados satisfactorios obtenidos; y por otra, renovar la determinación de los dos países de actuar de manera conjunta con el fin de dar continuidad a esta nueva dinámica, que es necesaria para el bienestar de los dos países y la prosperidad de la región en su conjunto”.
En otro de los acuerdos alcanzados, se consigna que “España saluda la dinámica de apertura, progreso y modernidad que vive Marruecos, bajo el liderazgo activo de Su Majestad el Rey Mohammed VI, marcada, especialmente, por el Nuevo Modelo de Desarrollo, la Regionalización Avanzada, la Estrategia Nacional para el Desarrollo Sostenible (SNDD), así como como por el nuevo ámbito de actuación en materia de solidaridad social, entre otros. España considera que Marruecos es un actor regional e internacional creíble y escuchado, que juega un papel decisivo para la estabilidad, la paz y el desarrollo en las regiones mediterránea, atlántica, en el espacio sahelo-sahariano y en África.”
En materia de seguridad la declaración consigna que: “Las dos partes han renovado su compromiso con la paz y la estabilidad, el desarrollo sostenible y los derechos humanos, particularmente en el marco de las Naciones Unidas. Han destacado su especial compromiso con la lucha contra el terrorismo internacional, que es fundamental para la seguridad y la estabilidad de la región euromediterránea y a nivel global. Los dos países están decididos a fortalecer su cooperación en la lucha contra el terrorismo. Continuarán trabajando juntos en el marco de las Naciones Unidas para desarrollar esfuerzos internacionales en la lucha contra el terrorismo y su financiación.”
La declaración conjunta trata todos los aspectos no solo de las relaciones bilaterales sino también del accionar conjunto de ambos estados en el escenario europeo y africano como debe ser entre socios estratégicos, incluso el hecho de que España asumirá la presidencia de la Unión Europea el próximo 1° de julio y además será sede de la cumbre de OTAN en los próximos días.
Sin lugar a duda, la XIIª Reunión de Alto Nivel entre Marruecos y España culminó como un gran éxito diplomático para ambos países que debe atribuirse también a la cálida relación personal establecida por el Rey Mohammed VI con su homólogo; el rey Felipe VI de España, y por la común visión de ambas monarquías constitucionales democráticas y respetuosas de los derechos humanos, al igual que otras similares existentes en Europa.