Por Marcelo Brignardello
“𝘗𝘦𝘵𝘢𝘤𝘰” 𝘉𝘢𝘳𝘳𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘦𝘳𝘢 𝘯𝘢𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘊𝘩𝘢𝘫𝘢𝘳𝘪́, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘳𝘦𝘴𝘪𝘥𝘪𝘢 𝘦𝘯 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘯𝘢́, 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘚𝘢́𝘣𝘢𝘥𝘰 𝘧𝘶𝘦 𝘶𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰 𝘥𝘪𝘴𝘱𝘢𝘳𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘧𝘶𝘴𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘢𝘴𝘢𝘭𝘵𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘨𝘳𝘶𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘪𝘤𝘢𝘳𝘪𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘴𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘴𝘪𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘺 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘮𝘰𝘯𝘵𝘢𝘯̃𝘢𝘴, 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳𝘰𝘯 𝘢 𝘣𝘰𝘳𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 4𝘹4 𝘺 𝘩𝘶𝘺𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘭𝘢𝘯𝘤𝘩𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘤𝘬𝘦𝘳**
La biografía de Gustavo Andrés “Petaco” Barrientos, y sus vínculos y redes tanto con el mundo narco criminal como con la política entrerriana. 𝗠𝗮𝘂𝗿𝗼 𝗨𝗿𝗿𝗶𝗯𝗮𝗿𝗿𝗶 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗳𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗷𝗼𝘃𝗲𝗻 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗲𝗰𝗵𝗮 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗕𝗮𝗿𝗿𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀, 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝘆 𝗱𝘂𝗿𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘀𝘂 𝗱𝗲𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝘀𝗲𝗴𝘂́𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝘁𝗲𝗹𝗲𝗳𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 que le hicieron al líder de la barra, lo que fue seguido muy de cerca en ámbitos policiales, como así también en la justicia.
En esferas del gobierno prácticamente le ordenaron a Mauro Urribarri que en forma urgente dejara de comunicarse con Barrientos, porque iba a quedar pegado y complicado con otras cuestiones, como las causas por droga.
𝗟𝗮𝘀 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗴𝘂𝗮𝗿𝗱𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗯𝗮𝗷𝗼 𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 𝗹𝗹𝗮𝘃𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗹𝗶𝗴𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗖𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗘𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗥𝗶́𝗼𝘀, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗮𝘀𝗶́ 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮, 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗻𝗼 𝗽𝗼𝗰𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶́𝗮𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝘆 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗽𝗿𝗶𝗲𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗣𝗲𝘁𝗮𝗰𝗼, 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗼𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮𝗱𝗼𝗿, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗮𝘀𝗶́ 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗮 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗮𝗹𝘁𝗼𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗶́𝗮𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗴𝗿𝗮𝗯𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘁𝗲𝗹𝗲𝗳𝗼́𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀.
“Barrientos espera volver a su barrio en un tiempo no muy lejano. Seguir siendo el jefe del narcotráfico de la zona y disfrutar de su ejército de soldaditos y lugartenientes –algunos de los cuales cuentan con un patrimonio que nunca podrían justificar, con 𝗶𝗻𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗣𝗮𝗿𝗮𝗻𝗮́ 𝗼 𝗲𝗻 𝗙𝗲𝗱𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻,” 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼- 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗷𝗮 𝘀𝘂 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗱𝗿𝗼𝗴𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗮𝗽𝗿𝗶𝗲𝘁𝗮, 𝗮𝗺𝗲𝗻𝗮𝘇𝗮, 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗻𝗲𝗴𝗼𝗰𝗶𝗼𝘀, 𝗰𝗼𝗶𝗺𝗲𝗮 𝘆 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗲𝗻 𝘃𝗶𝗹𝗼 𝗮 𝘃𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗽𝗼𝗹𝗶́𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗼𝗳𝗶𝗰𝗶𝗮𝗹𝗶𝘀𝗺𝗼, 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲𝗻 𝗺𝘂𝘆 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮𝗿 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗶𝗻𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗼𝗻.
Grupo comando de sicarios profesionales con importante armamento
El hecho de sangre se produjo entre las 15:30hs y las 16:00hs, en momento en que el ex líder de la barrabrava de Patronato estaba con su esposa Verónica Martínez (43), en barrio Cardales, sobre el kilómetro 14 de Ruta 11, a escasas cuadras de la estación de servicios YPF del lugar.
El ataque fue perpetrado por al menos ocho personas, todas vestidas de negro y con pasamontañas: ingresaron raudamente y, al grito de “Alto, policía”, tumbaron el portón de chapa y luego reventaron la puerta de acceso, mientras que otros rompieron la puerta trasera. Tenían armas largas, pistolas y uno de ellos llevaba también un bate de sóftbol. De hecho, según lo confirmado por el subjefe de la Departamental policial de Diamante, Marcelo Lell, la esposa de esposa de “Petaco” confirmó que los asesinos trabajaron como profesionales debido a que “tenían silenciadores” en las armas de fuego.
Se habrían hecho pasar por efectivos policiales y cuando reclamaron por la presencia de Barrientos, el jefe narco salió a su encuentro y fue recibido con numerosos disparos, de los cuales cinco impactaron en su cuerpo, provocándole la muerte de modo instantáneo. Casi todos los balazos impactaron en el torso de Barrientos y uno en la cabeza, porque perdió masa encefálica, según las primeras pericias.
La mayoría de los detalles de la ejecución de Barrientos estaban siendo analizados por la Policía, porque tenía cámaras externas e internas en la vivienda. En lo observado quedó claro que los autores tenían bien determinado los accesos a la casa, ya sea por delante o por atrás, por la forma que organizaron el golpe tipo comando para que no hubiera errores en el asesinato.
Los protagonistas del hecho llegaron y se fueron en una camioneta Toyota SW4, de color negra y vidrios polarizados, con patente de estos últimos años. Con el objetivo de localizar al rodado en el que huyeron los asesinos, se montó un fuerte operativo policial en la zona, que incluyó hasta el helicóptero de la fuerza de seguridad.
Finalmente, la camioneta fue localizada anoche en la zona de Alvear; junto al rodado, los asaltantes dejaron municiones, pasamontañas y tres fusiles de alto poder de fuego. Todos estos elementos fueron secuestrados por personal de Criminalística y, con la luz de la mañana de este domingo, iban a comenzar con la requisa del rodado y demás pericias.
Los asesinos “llegaron a la costa del río y un pescador los vio cuando subieron a una lancha tipo tracker y se dirigieron hacia el río grande, porque por Alvear pasa un riacho”, confirmó el subjefe de la Departamental policial de Diamante, Marcelo Lell. “Eran ocho masculinos, subieron a la lancha y se alejaron del lugar”, indicó.
El comisario confirmó que por estas horas del Domingo se avanza con el relevamiento de las cámaras de seguridad de las casas-quinta de Alvear a los fines de lograr mayores datos que puedan conducir a los homicidas de Barrientos.
Consultado a Lell por la dirección hacia la que habrían huido los criminales, éste aclaró que ese es un dato que se desconoce “porque el pescador no lo pudo precisar”. “Una vez que estas personas tomaron en dirección a la orilla contraria, como yendo a Santa Fe, el pescador los perdió de vista y no supo si tomaron río arriba o río abajo”.
Barrientos quedó en medio de un charco de sangre dentro de la vivienda y su mujer tuvo que ser asistida porque se descompensó ante la trágica situación. A las 20:30 de este Sábado, el cuerpo fue retirado de la vivienda donde fue ultimado a balazos, siendo trasladado a la Morgue Judicial de Oro Verde, bajo fuerte custodia.
El fiscal de Diamante, Gilberto Robledo, tomó el testimonio de la esposa de Barrientos, quien se encontraba en el momento del hecho y fue testigo directo de lo sucedido.
Fuente La Fusta