Por Virginia Messi
Néstor “El Negro” Rojas, famoso por planificar el crimen de un juez de Misiones, asesinó a su socio en 2018 porque lo traicionó. Su complicada situación en un juicio oral por narcotráfico y homicidio.
Un narco mató a su socio porque sintió que lo había traicionado. Cuando se vio en medio de una emboscada, no lo pensó dos veces: sacó su pistola 9 milímetros de la cintura y le pegó un tiro en la boca, otro en la frente, un tercero en una pierna y el último en el abdomen.
Lo dejó tirado y bien muerto en el suelo. Acto seguido, el narco, con algo de ayuda, enterró en el galpón de la chacra donde fue el crimen -y que era de la “víctima”- unos 1.800 kilos de marihuana. La droga fue finalmente encontrada y secuestrada por la Justicia.
La historia, de película, ocurrió el 5 de agosto de 2018 en las afueras de la localidad misionera de Gobernador Roca y tiene como protagonista a un personaje igualmente cinematográfico: Néstor Fabián “El Negro” Rojas (46) quien pronto irá a juicio por este crimen y dos cargos de narcotráfico.
Rojas se hizo famoso en plena pandemia de coronavirus por contratar a dos sicarios brasileños para que mataran al juez de Instrucción N° 3 de Posadas, Fernando Luis Verón. Por suerte, no lograron concretar el plan
.
Aldo Canteros (31), el mecánico asesinado en Misiones.
Admirador del PCC -Primer Comando Capital, la banda narcocriminal más grande de Brasil, formada en las cárceles-, “El Negro” Rojas fundó el PCF (Primer Comando de Frontera) y, con ese sello, se lanzó al tráfico de marihuana en gran escala.
Para la Justicia, los fiscales de Misiones y la Procunar (Procuraduría de Narcocriminalidad), Rojas no es sólo un narco, sino un narco peligroso. Y uno de los que experimentó esta peligrosidad de manera fatal fue el mecánico Aldo Andrés Canteros (31), su socio y uno de sus hombres de mayor confianza.
Días despues de meter dos camiones con 1.800 kilos de marihuana en la chacra de Canteros, Rojas lo mató a quemarropa. Según él, lo había traicionado y lo mató, casi en defensa propia, justo cuando un grupo lo estaba rodeando para asesinarlo a él.
El juez de Misiones Fernando Luis Verón. Foto Misiones Online.
Toda la secuencia, contada por el propio Rojas, quedó grabada en una escucha de ese mismo dia. “El Negro” le cuenta lo ocurrido a un ladero y le pide que no lo llame a su teléfono celular porque se le quedó en la chacra de Canteros, al que llama por el apodo “Polaco”.
En la misma conversación, el narco habla de la esposa de su socio, quien -según él- seguramente delatará donde le enterraron la marihuana.
La escucha
“El Polaco nos jugó sucio, nos apretaron hoy entre cuatro tipo ahí (…) casi me mataron ¿entendés? Le volé la cabeza, le volé la cabeza a él, a su compinche y los otros salieron corriendo. Se hicieron pasar por milicos y me iban a matar“, cuenta Rojas para justificar el asesinato de su socio.
“Le metí bien en la cabeza, asi nomás te digo ¿entendés? (…) yo le metí plomo así nomás te digo“, repite varias veces durante la conversación.
Una semana despues del crimen, el 13 de agosto de 2018, Rojas fue detenido en el complejo La Aventura, de Posadas. Más tarde, en la casa de un pariente, se encontró el arma que, de acuerdo a las pericias, se usó en el crimen de Canteros.
Un mecánico ejecutado y casi dos toneladas de marihuana en una fosa.
Preso también manda
En la charla a la que accedió Clarín, Rojas habla bastante de la viuda de Canteros. Ella, Liliana Berenice Machado (27), fue detenida al igual que Rojas y, en semanas, enfrentara con él un juicio acusada de narcotráfico. Curiosamente en el mismo debate se imputa formalmente a Rojas del homicidio.
En total, Rojas está listo para ir a juicio por tres hechos que la Procunar ya pidió que se debatan todos juntos: narcotráfico desde Misiones a Buenos Aires y Entre Ríos, el homicidio de Canteros y el tráfico que logró seguir controlando desde la cárcel de Ezeiza gracias al acceso ilegal de teléfonos celulares. En esta última acusación, comparte banquillo con su pareja, Tatiana Judith Maciel, y otros ocho acusados.
La marihuana incautada tras el asesinato de Canteros.
Rojas era un rey en el Complejo Penitenciario I de Ezeiza, por eso fue trasladado al Complejo Penitenciario 2 de Marcos Paz, donde ahora tiene de vecino al líder de los Monos, Ariel “Guille” Cantero.
En septiembre de 2019, Rojas había sido trasladado de urgencia desde Misiones a una cárcel de máxima seguridad (Ezeiza) tras la detención en San José (Misiones) de cuatro brasileños que llevaban encima siete pistolas, silenciadores, precintos y ropas con las inscripciones de la Policía Federal Argentina (PFA). El plan era copar el Complejo Penitenciario Puerto Rico (Misiones) y rescatarlo.
En Ezeiza, Rojas no se quedó quieto y, además de mandar a matar al juez de Posadas que lo investigaba por tres homicidios (entre ellos el de Canteros), se las ingenió para negociar importantes envíos de marihuana y cocaína desde Paraguay, principalmente hacia Brasil.
“Graben bien la sigla PCF, porque lo van a marcar para toda la vida”, dice Fabián “Negro” Rojas, detenido tras descubrirse un plan para matar a un juez.
De acuerdo a una investigación de la Justicia Federal, con apoyo de la Procunar, desde su celda y sólo en 2020 Rojas habría organizado el contrabando de más de 10 mil kilos de marihuana y por lo menos 20 kilos de cocaína.
Parte de los cargamentos secuestrados tenían el sello del PCF (Primer Comando de Frontera) que está formado por la sigla y el dibujo de un dragón que se devora la cola. El animal (llamado Uroboro) representa la naturaleza cíclica de las cosas.
Peligroso, con un ego inmenso, y sin cuidarse en lo más mínimo en sus conversaciones telefónicas, “El Negro” Rojas siempre promete ir por más. Y asi lo dice en una escucha tomada durante una charla con su mujer. Rojas deja bien claro que sabe que lo están escuchando.
“Se van a arrepentir de haber nacido. No saben lo que les tengo preparado a todos ustedes. Ustedes saben lo que estoy diciendo, la sigla PCF. Graben bien porque lo van a marcar para toda la vida, el resto de su corta vida (…) No tienen idea… ustedes son los que me crearon“, se lo escucha gritar. Lo que se dice una amenaza.
La droga con la sigla del Primer Comando de Frontera (PCF).
EMJ
Fuente Clarin