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Por Lucía Salinas
Lo administra el Condominio familiar, que está bajo la lupa de la justicia por supuestas maniobras de lavado. Es un cuatro estrellas que está ubicado frente al Lago Argentino en El Calafate.
Uno de los veinte acuerdos comerciales que firmaron Néstor y Cristina Kirchner con Lázaro Báez, involucró a uno de los hoteles ubicados en El Calafate. Las Dunas que en manos del contratista K era una pequeña hostería de quince habitaciones pasó a contar con 47 en manos de los ex presidentes y hoy es administrado por una empresa chilena. El contrato de locación volcado en uno de los últimos informes presentados expone una cifra de 9.000 dólares más IVA, por debajo de los valores de mercado.
El informe de 55 páginas expone el estado de situación a finales del 2022 del Condominio Máximo y Florencia Kirchner que se constituyó para administrar las 25 propiedades que resultaron de la sucesión del ex presidente. Entre los principales inmuebles que alquila, se encuentra el hotel Las Dunas, que fue investigado por operaciones de lavado de dinero como el resto de los complejos turísticos de los Kirchner. Es un cuatro estrellas ubicado frente al Lago Argentino.
Desde 2008 la vicepresidenta adquirió en El Calafate tres hoteles cuyas participaciones accionarias fueron heredadas en partes iguales a sus hijos en marzo de 2016 cuando la justicia federal le trabó el primer embargo en el marco de la causa que entonces se había iniciado por las operaciones con el dólar futuro. En 2021 la vice logró ser sobreseída sin la realización del juicio oral en ese caso y ahora la Corte Suprema tiene la palabra final al respecto.
La red de hoteles propiedad de la ex familia presidencial estuvo bajo investigación por maniobras de lavado de dinero. La pesquisa incluyó al Condominio que hasta su intervención judicial estuvo administrado por el líder de La Cámpora. Hace más de un año y medio, la justicia restituyó a los Kirchner el manejo de sus empresas y hoteles.
Una vista del Hotel Las Dunas en El Calafete. Foto Francisco Muñoz.
Las Dunas fue un emblema de las operaciones comerciales que fortaleció el vínculo entre Lázaro Báez y los ex presidentes. Las Dunas fue una pequeña hostería de quinces habitaciones. Hace años triplicó su capacidad tras una ampliación que realizó en un comienzo el Grupo Austral, holding propiedad del empresario K investigado por defraudación, facturación apócrifa y lavado de dinero en diversos expedientes.
Cuenta en la actualidad con 47 habitaciones distribuidas en tres plantas, y todas ellas con vista al Lago Argentino. Hace casi tres años que la explotación, tras permanecer cerrado durante la primera etapa de la intervención judicial, está en manos de una empresa chilena que tiene emprendimientos en Puerto Natales ubicada a 272 kilómetros de la villa turística.
Las facturas rendidas ante el fisco dan cuenta del pago mensual que realizó Hotelera Patagonia a favor del Condominio de los Kirchner. Allí se consigna “Alquiler Hotel Las Dunas USD 9.000” tomando un dólar de 147,32 más IVA, el pago global que incluye una cuota de un acuerdo, arroja una cifra global de 12.815 dólares. Al final de la Factura se realiza la conversión en pesos argentinos: 1.887.933.
Ante la consulta de Clarín, fuentes allegadas a la empresa explotadora de Las Dunas, admitieron que el contrato conserva un valor que es bajo “pero conveniente al tipo de cambio incluso en plata chilena es mucho más económico. En Chile un hotel de esas características se alquila como mínimo por 20.000 dólares por mes”.
El hotel Las Dunas propiedad de la familia Kirchner en El Calafate. Foto Francisco Muñoz
Una persona dedicada al rubro hotelero hace años en El Calafate realizó la siguiente explicación: “Es un valor muy económico para la envergadura del hotel, por ejemplo en promedio una habitación son 100 dólares, los 10.000 dólares de alquiler se cubren en 100 noches”.
Al continuar con ese planteo la misma fuentes detalló que el cálculo se hace por la cantidad de habitaciones del complejo turístico, y “por la cantidad de noches que trae el mes, Las Dunas tiene 47 habitaciones con dos días completo ya pagás el alquiler, es muy económico el contrato”.
En los próximos meses se espera una renegociación de los costos que no generan para los Kirchner las ganancias que podrían obtener de un hotel que comercializa dentro de la categoría cuatro estrellas en El Calafate. La interventora judicial que estuvo al frente del Condominio, Raquel Moyano, en varios informes había manifestado el desfasaje de los valores de explotación de los hoteles en relación a los costos de mercado.
De hecho ante la acumulación de deudas no cobradas por parte de la familia Kirchner a la empresa IDEA SA (de Osvaldo Sanfelice) anterior explotadora de los complejos turísticos, expresó que había un “desinterés” comercial. El planteo abonaba lo que la justicia federal había sostenido en la imputación con la que la vice y sus hijos fueron enviados a juicio oral: las empresas hoteleras tenían como única finalidad ser un vehículo para operaciones de blanqueo.
El Condominio volvió a ser administrado por la familia Kirchner en 2021, cuando los dos jueces que los absolvieron sin realización del juicio oral (decisión que está bajo análisis en la Cámara de Casación) en el caso que investigó los negocios familiares por presunto lavado de dinero, levantó la intervención judicial que regía sobre los hoteles y demás propiedades.
Al momento de reestructurar los negocios Máximo Kirchner tomó un par de decisiones para reordenar el manejo de los inmuebles. El 16 de mayo de este año el diputado nacional junto a su hermana, le otorgaron ante escribano público, un poder general de administración a Matías Bezi, el ex diputado de Santa Cruz y amigo de Máximo Kirchner. Es quien figuraba en los mensajes del celular de José López -en el juicio de Vialidad- y que oficiaba de nexo con el hijo de Cristina para decidir sobre algunas licitaciones.
Otro hotel y el nexo con Báez
Con ese poder se le otorgó a Bezi la potestad de administrar todos los bienes que integran el condominio, 25 en total la mayoría radicados en Santa Cruz que tienen un valor de 193.811.808 pesos, según la declaración jurada de Máximo Kirchner.
Los hoteles de Cristina Kirchner y sus hijos son uno de los tantos nexos comerciales con Lázaro Báez que siempre estuvieron bajo sospecha por parte de la justicia. La tesis que más de doce funcionarios judiciales de diversas instancias, dieron por corroborada es que no eran acuerdos comerciales reales, sino “pantallas” para lavar dinero.
Desde 2009 a julio de 2013, el empresario condenado por lavado de dinero pagó a la ex presidenta 27.592.110 pesos a través de Valle Mitre, por la explotación del hotel Alto Calafate, la hostería Las Dunas y La Aldea de El Chaltén, que se construyó sobre un terreno a nombre del dueño del Grupo Austral.
En julio de 2008 la firma Kank & Costilla (de Báez) y Valle Mitre -que manejaba los hoteles de los Kirchner- para administrar la hostería Las Dunas, firmaron un contrato de concesión que se firmó posteriormente, con la Sucesión. Así, de ser dueño pasó a ser el gerenciador del hotel. Valle Mitre ya había firmado años atrás un contrato de locación con Hotesur para su administración y explotación comercial, a cambio de un canon locativo mensual de 80.000 dólares.
Fuente Clarin
