Por Guido Braslavsky
Volverán a mostrarse juntos en el Congreso en la apertura de sesiones ordinarias, por cuarta y última vez.
“Acá se terminó, listo, basta…”, le dijo Cristina Kirchner a Alberto Fernández en la previa de la primera Asamblea Legislativa que compartió el binomio presidencial, en marzo de 2020, en un video que se hizo viral y presagió las tormentas por venir.
Este miércoles tendrán su cuarta y última cita de estas características, ante el Congreso. Dentro de las no demasiado abundantes ocasiones que compartieron actividades, la inauguración de sesiones ordinarias marcó momentos de una relación que fue de la expectativa inicial a los vaivenes y la fractura, en el experimento político Frente de Todos que la vice ideó para volver al poder en 2019.
Este 1° de marzo tendrá un nuevo capítulo en la relación del Presidente y su vice entre renovadas tensiones por las candidaturas y la intención de Alberto de ir por su reelección.
Fernández también osciló desde su llegada a la Casa Rosada entre la pretensión inicial de erigirse por encima de las divisiones -los primeros tiempos de la gestión de la pandemia fueron una muestra- hasta la confrontación abierta con la oposición y a asumir la agenda judicial de la vice, con el imposible juicio político a los miembros de la Corte Suprema como maniobra culminatoria.
En esta línea, más allá de esta arremetida agónica en último año de su mandato, el embate al Poder Judicial fue una constante en los mensajes del Presidente al Congreso, con proyectos judiciales de aprobación rápida por la mayoría del FdT en el Senado, pero que quedaron frenados en Diputados.
La pandemia marcó al gobierno del FdT y tuvo desde 2021 su correlato en los discursos y en las críticas de la oposición. La crisis económica y la alta inflación signaron la gestión: Fernández dará su último mensaje con inflación de enero -último dato- de 6% e interanual de 94,8%.
Otra constante del Presidente fue su crítica a la toma de deuda con el FMI por parte de la gestión macrista. El año pasado los cruces verbales escalaron y el PRO abandonó el recinto. A este 1° de marzo se llega en un clima similar de confrontación, con el añadido del juicio a la Corte y un Congreso casi paralizado.
La Asamblea Legislativa, en 2020
El presidente Alberto Fernandez junto a Cristina Kirchner, en la apertura de las sesiones ordinarias el 1 de marzo de 2020. Foto: Emmanuel Fernández
El eje de su mensaje. Fue la primera avanzada dura contra la Justicia. Propuso la reforma judicial para sumar decenas de juzgados federales y licuar el poder de los 12 de Comodoro Py. Habló poco de economía, pero en línea con su promesa de campaña (había asumido hacía 81 días) anunció el envío al Congreso del proyecto de legalización del aborto.
El vínculo con Cristina. La ex mandataria había ungido a Alberto y lo había llevado a la cima, y la relación todavía fluía. Pero ya se insinuaban tormentas. Fue viral el video que los mostró juntos conversando a la llegada del Presidente al Congreso, donde ella le dice fastidiada: “Acá se terminó, listo, basta, gracias”, y él le responde “bueno…”, disimulando la contrariedad.
La relación con la oposición. No hubo cruces ni interrupciones y Alberto se mostró, en su estreno como presidente, con un discurso equilibrado y apenas algunas críticas a Macri, su antecesor -al endeudamiento, a la “tierra arrasada”-, que la oposición aguantó sin chistar.
La agenda legislativa. El proyecto de legalización del aborto -con terreno fértil para avanzar tras su primer tratamiento en 2018, pese al rechazo del Senado ese año- sería convertido en ley, un hito sin dudas de la gestión de Fernández. No así la reforma judicial y otros proyectos de avance sobre la Justicia aprobados con mayoría del Frente de Todos en el Senado pero frenados en Diputados.
La inflación del mes de marzo de 2020 sería de 3,3%, llevando la interanual a 48,4%. El dólar blue costaba $78,50. Fernández dejó ese día en el Congreso una frase destinada a perdurar: “Somos un gobierno de científicos, no de CEOs”.
La Asamblea Legislativa, en 2021
Alberto Fernández llega al Congreso y es recibido por Cristina Kirchner para la Asamblea Legislativa 2021, en plena pandemia.
El eje de su mensaje. En el año electoral, tuvo un discurso confrontativo y polarizador, y cargó contra la Justicia, la oposición y los medios no controlados por su gobierno. Anunció el inicio de una querella criminal contra el gobierno de Macri por el préstamo tomado del Fondo Monetario Internacional. Atacó en particular a la Corte Suprema y motorizó la creación de un “tribunal constitucional” que esté “a la par”, buscando recortarle poder. Defendió las medidas que adoptó el Gobierno frente a la pandemia.
El vínculo con Cristina. El discurso duro tuvo gestos de aprobación de la vice. De hecho Alberto volvió a los postulados del kirchnerismo duro, dejando atrás la impronta más conciliadora que había mostrado a inicios de su gestión y materializada en los primeros tiempos de gestión de la pandemia.
La relación con la oposición. Estaba muy fresco el escándalo del vacunatorio VIP y los reproches de los legisladores de la oposición se centraron en recordárselo a Fernández. Pero, por la pandemia, fue una Asamblea Legislativa muy atípica, con solo un tercio de los legisladores en sus bancas.
La agenda legislativa. Hubo anuncios de proyectos para subir las preferencias para el Compre Argentino, una ley Agrobioindustrial, una nueva ley hidrocarburífera, una ley de emergencia en servicios públicos para desdolarizar tarifas. Varias se debatieron pero ninguna se sancionó hasta hoy. Reiteró el envío de una reforma al Consejo de la Magistratura para “despolitizarlo” (sic) y reclamó por la reforma judicial.
La inflación de marzo de ese año 2021 fue de 4,8%, y la interanual alcanzó el 42,6%. El dólar blue costaba $146. Una frase destacada de Fernández: “El Poder Judicial está en crisis y parece vivir en los márgenes del sistema republicano”.
La Asamblea Legislativa, en 2022
Asamblea Legislativa el 1 de marzo de 2022. Sergio Massa, Alberto Fernández, Cristina Kirchner y la senadora Claudia Ledesma. Foto Federico López Claro
El eje de su mensaje. Hace un año exactamente, Alberto Fernández defendía el acuerdo con el Fondo Monetario que aun debía llegar al Congreso, asegurando que no implicaba reforma previsional ni laboral. Prometió ajustar tarifas pero no por encima de los salarios. El todavía ministro Martín Guzmán estuvo presente en uno de los palcos.
El vínculo con Cristina. El rictus del rostro de Cristina en las fotos del día junto al Presidente quedó como la mejor descripción del malestar de la vice, en una relación ya fracturada. Máximo K. pegó el faltazo igual que en 2021, y el ala dura del FdT votaría en contra del acuerdo con el FMI diez días después.
La relación con la oposición. En una sesión con gritos, el PRO amplificó el escándalo al retirarse de sus bancas cuando Fernández volvió a criticar la deuda contraída por la gestión Macri con el FMI y anunció que había instruido para iniciar una querella criminal. También se fue Rodríguez Larreta. Iniciada la guerra Rusia-Ucrania, JxC colgó banderas de Ucrania en solidaridad y reproche al Gobierno por su ambigüedad y falta de condena a la agresión.
La agenda legislativa. Por tercer año consecutivo, Alberto cargó contra la Justicia. Pidió cambios a la Ley de Alquileres, que se discutió buena parte del año en Diputados pero la línea ultra K se impuso y bloqueó volver a la norma anterior. Se sancionó cannabis medicinal pero la ampliación de licencias parentales quedó en la nada.
El índice de inflación de marzo de 2022, fue de 6,7%, el más alto desde abril de 2022. La interanual alcanzó 55,1% y el dólar blue se vendía a $206. En su búsqueda de apoyo al acuerdo por la deuda, Fernández expresó: “Este es el mejor acuerdo (con el FMI) que se podía lograr, sin ajuste y con incremento del gasto real”.
Fuente Clarin