En una carta, 36 militares retirados pidieron dejar a las fuerzas armadas fuera de la discusión política por el proyecto oficial.
Un grupo de 36 exgenerales del Ejército israelí instó hoy a acabar con las divisiones internas y a dejar a las fuerzas armadas fuera del debate político sobre la polémica reforma judicial impulsada por el Gobierno, tras la amenaza de algunos reservistas de no prestar servicio en caso de que se apruebe.
«El malestar social que azota al país en las últimas semanas es alarmante y ahora está impregnando nuestra institución más sagrada, las Fuerzas de Defensa de Israel», escribieron los exgenerales en una carta difundida hoy.
Los firmantes representan a dos de las mayores organizaciones de exsoldados israelíes, Comandantes por la Seguridad de Israel y el Foro por la Defensa y Seguridad de Israel, entidades con posturas diversas y que raramente presentan una posición unificada.
«A medida que el Estado de Israel se enfrenta a mayores amenazas a la seguridad por parte de aquellos que buscan nuestra destrucción, lo que está sucediendo dentro de nuestras propias filas es profundamente preocupante», agrega el texto, que alerta además sobre «la disidencia y los conflictos que se están infiltrando» en el Ejército.
Sobre esta cuestión, los exgenerales llamaron a «no permitir que la política destroce a las Fuerzas de Defensa de Israel» y explicaron su «enérgica desaprobación ante cualquier incumplimiento por parte de reservistas del Ejército».
Este mensaje llega tras incrementarse las amenazas por parte de reservistas de distintas unidades con no brindar servicio en tanto la reforma judicial, impulsada por el Gobierno derechista del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continúe avanzando en el Parlamento.
La semana pasada, un grupo de pilotos de una de las unidades más importantes de la Fuerza Aérea anunció que no llevaría a cabo vuelos de entrenamiento previstos a modo de protesta contra la reforma, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia se vería profundamente debilitada.
Desde entonces, más y más reservistas, incluyendo miembros de algunas de las principales unidades de inteligencia, se sumaron al reclamo.
Esto desencadenó una fuerte crítica desde el Gobierno, incluído Netanyahu. Esta polémica tiene lugar en el marco de un fuerte movimiento de protesta contra la reforma, con multitudinarias protestas en las calles desde hace más de dos meses.
Según los organizadores de las manifestaciones, este sábado se registró la mayor movilización de la historia de Israel, con alrededor de medio millón de personas colmando las calles en distintos puntos del país al grito de «democracia, democracia».
La polémica reforma judicial incluye proyectos como la denominada «clausula de anulación», que permitiría a una mayoría simple de diputados derogar fallos emitidos por el Supremo.
También están incluidas iniciativas que otorgarían al Gobierno control total sobre el nombramiento de los jueces, además de permitir que cargos políticos ocupen los puestos de asesores legales en los ministerios.
Con información de agencias.
Fuente Aurora