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Se trata de un dirigente histórico que fue cuatro veces gobernador de San Luis, presidente fugaz y actual senador nacional. Adolfo Rodríguez Saá alcanzó un acuerdo con la oposición en su provincia para constituir un nuevo frente. Pese a su estrecho vínculo con Cristina Kirchner en el Senado, se juntó con el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y otros partidos.
Las imágenes de una San Luis opulenta, cruzada por autopistas y con wifi en todo el territorio, perdieron impacto en los últimos años. Hoy, la provincia cuyana está en el podio de los distritos con más niños que viven en hogares pobres. Después de Chaco (74.6%) y Formosa (69.9%), el 64.4% de la población entre 0 y 17 años vive en hogares pobres, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC.
Básicamente, hay un deterioro en las condiciones de vida, que llevó a la provincia a estar por encima del promedio nacional sobre pobreza. Actualmente, “el 47.3% de los puntanos son pobres, casi la mitad de la población, lo que se hace sentir en las condiciones de seguridad, cada día más desmejorada, y con un dramático crecimiento del narcomenudeo”, puntualizó la senadora del PRO Gabriela González Riollo a El Cronista.
Este es el contexto que llevó al cuatro veces gobernador de San Luis, y actual senador nacional, Adolfo Rodríguez Saá, a aliarse con la oposición en su provincia para constituir un nuevo frente. Lo hizo con Claudio Poggi, líder de Cambia San Luis, la coalición que formó con PRO-UCR-CC y otros partidos.
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El dato es que “el Adolfo” no será candidato a gobernador, como aspiraba, sino que le dejará ese lugar a Poggi, quien compitió sin suerte desde el espacio opositor para la gobernación. En las legislativas del 2021, sin embargo, Poggi ganó por una diferencia que no alcanzó al 1%, incluso con la UCR (que obtuvo 5%) por fuera de la alianza.
Se supone, de todos modos, que la fuerza de Rodríguez Saá se integrará al gobierno de Poggi en caso de que salgan victoriosos en las elecciones que se realizarán el 11 de junio. Ese desenlace parece más que probable, ya que Alberto Rodríguez Saá (actual gobernador y hermano de Adolfo) quedó aislado y sin posibilidad a la vista de constituir una alianza más amplia que su propio espacio.
Muchas veces se especuló fuera de San Luis que la pelea entre los hermanos Rodríguez Saá era un montaje mediático. Hoy, sin embargo, se puede verificar que las discrepancias son profundas y el distanciamiento es real, a pesar de los fuertes lazos familiares que los unen. “Nunca vamos a saber por qué se pelearon, pero nadie puede dudar que es de verdad”, dijeron en el Senado. Agregaron que “si “el Alberto” no pudo abrir el PJ para su hermano, ya no hay nada más que hacer”.
De todos modos, según trascendió en el despacho de Rodríguez Saá, “esto se trata de la provincia. Se vota a Poggi y después vienen las candidaturas nacionales. Ahí es otro juego. Nosotros vamos a jugar en el peronismo. Los demás, claramente no“.
Sobre las alianzas del actual gobernador en el futuro, es difícil saber cómo va a jugar. La senadora que está alineada con él, María Eugenia Catalfamo, se plegó a la disidencia que integran Alejandra Vigo, la esposa de Juan Schiaretti, el correntino Camau Espínola y Edgardo Kuider, entre otros.
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¿Qué puede pasar con la alianza Todos Unidos después de la elección provincial no está del todo claro. Se supone que cada uno irá por su lado. Y ahí ya habrá competencias cruzadas. Pero ahora todos se pusieron de acuerdo en unirse para sacar a Alberto Rodríguez Saá de la gobernación de San Luis.
Lo anunciaron a 90 días antes exactos de la elección. Antes, durante la realización de la Asamblea Abierta “Camino a la Convergencia Provincial” que se hizo en San Luis antes de firmar el acta de compromiso, Adolfo dijo que “habrá que convivir en una diversidad, donde los temas nacionales de la grieta no se nos metan en los pliegues de los problemas provinciales”.
La salida política que encontraron es por demás original. Lo explica González Riollo, que también es presidenta del PRO. “Los partidos vinculados a Adolfo Rodríguez Saá suscribieron las cláusulas del acta constitutiva de ‘Cambia San Luis‘ y dejaron sentado que otros partidos podrán incorporarse al lema hasta el momento del vencimiento de la inscripción”, explicó.
Una flexibilidad que busca aprovechar el enojo del electorado y la posibilidad de castigar al oficialismo a como dé lugar. Ahora Juntos por el Cambio quedó más cerca de ganar en una provincia históricamente gobernada por el peronismo. Aunque sería al modo San Luis, siempre diferente a los demás.
Fuente El Cronista
