Era uno de los narcos más poderosos del país, ligado al clan Castedo.
Una investigación de casi dos años, logró detener a Raúl “Loro” Ferreyra el fin de semana mientras cumplía prisión domiciliaria en su vivienda de Salta. El jefe narco y dos cómplices fueron arrestados y serán indagados por las maniobras, que tenían como objetivo la exportación de la droga a Europa.
Según se informó el diario UNO, la investigación fue llevada a cabo por la División Toxicología de la Jefatura Departamental Uruguay bajo la coordinación de la Dirección de Toxicología de la Policía provincial, con la intervención de la Fiscalía Federal de Concepción, a cargo de Josefina Minatta, y el Juzgado Federal de Pablo Andrés Seró y su secretario José María Barraza.
La banda, cuyos integrantes en su mayoría son oriundos de la ciudad de Salta y de otras localidades de la misma provincia, realizaba las operaciones de tráfico de cocaína en grandes cantidades en la provincia de Entre Ríos, más precisamente en los departamentos Uruguay y Gualeguaychú, con destino final a Buenos Aires.
De los siete allanamientos realizados en distintos barrios de la capital salteña resultó la detención de tres personas, entre ellas uno de los líderes de la organización, quien posee un frondoso prontuario vinculado a la actividad y actualmente se encontraba con el beneficio de prisión domiciliaria.
Se trata de Raúl Ferreyra, quien maneja su propio clan narco pero a su vez trabajaba subordinado al famoso Delfín Castedo, el Patrón del Norte que en 2022 fue condenado a 16 años de prisión por asociación ilícita y lavado de activos. Ferreyra era rival de Castedo porque se juntó con quien era su esposa, Verónica Leila Heine, pero luego siguieron trabajando en forma asociada.
Castedo, tal como se reveló en la sentencia, tenía a sus proveedores en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Ferreyra era El señor de los cielos, porque tal como ya se observó en la primera condena que recibió hace una década, organizaba los vuelos para trasladar la mercadería.
Investigadores de Toxicología comenzaron a hablar con los pobladores de las localidades y colonias de la zona, quienes contaban los avistajes constantes de avionetas. En la pesquisa pudieron establecer los lugares y los recorridos que realizaban los narcos por la zona. Así se llegó al más grande secuestro de cocaína en la provincia y uno de los más cuantiosos del país: los 433 kilos hallados en un campo del Departamento Uruguay.
En un control en un camino vecinal los policías esperaban el paso del vehículo con el que habían buscado las bolsas con droga. Se escaparon, los persiguieron por varios kilómetros hasta que hallaron la camioneta abandonada en cercanías del Palacio San José, y luego las bolas con el millonario cargamento de cocaína. Supieron que estaban parando en un hotel de Basavilbaso, donde los esperaron y detuvieron. En la habitación había celulares que permitieron seguir la investigación. Mientras, fueron procesados dos salteños y un bonaerense. El remisero de Basavilbaso que los llevaba hacia el hotel quedó desvinculado de la causa.
Posteriormente hubo un allanamiento en un hotel de la ciudad de Buenos Aires, donde encontraron a una mujer de nacionalidad boliviana, allegada a los narcos que tenían como base de operaciones ese lugar.
También habían incautado una camioneta que tenía doble fondo. El modus operandi de la banda era buscar los bultos que arrojaban desde una avioneta y esconderlos en el vehículo. Llevaban la droga hacia un aguantadero de Buenos Aires, a la espera de la embarcación del puerto capitalino en la que contrabandeaban la droga hacia Europa.
En Salta se secuestraron seis vehículos involucrados en la actividad, teléfonos, dinero (tanto en moneda nacional como extranjera) y documentación, entre otros elementos. Los detenidos fueron Ferreyra y dos hombres que cumplían la misma función de “mulas” que los que habían sido detenidos en Entre Ríos en 2021. Además, identificaron a 21 personas: 10 varones y 11 mujeres. Los efectos y las personas detenidas quedaron a disposición del juez Seró.
Fuente quepasasalta