Por Alejandro Borensztein
Mientras marchan contra la dictadura los que apoyaron los indultos, manotean los fondos de los jubilados e inauguran un tren que tarda 27 horas en llegar a Mendoza.
Antes que nada, felicitamos al “presidente” Alberto por haber conseguido que Joe Biden lo invite a una reunión en la Casa Blanca y, de ese modo, asegurarse la foto tan deseada con el presidente de los EEUU. No sería raro que esa foto cambie el futuro de Alberto, lo empodere y le de una nueva oportunidad en la vida. Tal vez, a partir del 10 de diciembre, en lugar de volver a ser empleado en Coco Automotores de Avenida La Plata, Alberto logre independizarse abriendo su propia concesionaria oficial Chevrolet o Ford. Conociéndolo, como ya lo conocemos, no es difícil imaginarlo en la inauguración del local, decorado con una gigantografía de su foto con Biden, un Gin Tonic en la mano y acodado contra un Cruze RS Turbo de 153 CV. Congratulazioni e buona fortuna in tutto ciò che viene.
Dicho esto, vaya una aclaración para los amigos kirchneristas en relación a las últimas declaraciones de Macri sobre Derechos Humanos. Cuando él habla sobre “el curro de los DD.HH.”, en realidad no tiene la intención de ofender la causa sino que se refiere al choreo de Sueños Compartidos y a algunos otros abusos que se cometieron durante los últimos años. Más precisamente desde 2003 cuando Néstor creó la educación pública y pidió perdón en nombre del Estado Nacional por no haber hecho nada sobre el tema, ninguneando el Juicio a las Juntas que impulsó Alfonsín, la CONADEP, Strassera, Sábato, Magdalena, Fernández Meijide y demás esbirros de la derecha.
Sucede que el Gato no es ducho en el arte de la palabra y, para colmo, cuando se refiere al tema DD.HH., suele meter la pata porque no es su fuerte. Hay que comprenderlo. En los años oscuros y en los albores de la democracia él todavía no había llegado a la política. Estaba demorado en la cancha de golf.
Si bien hoy ya está metido de lleno en la política, ciertas lagunas que hay en su formación cívica cada tanto lo tiran a la banquina y hay que salir a traducirlo rápidamente antes de que él mismo hunda el barco republicano. Nadie es perfecto.
Que le vamos a hacer. Ustedes los kirchneristas han tenido que salir a defender los hoteles, los millones de los Kirchner y de sus secretarios, las aventuras de Lázaro, José López y otros emprendedores, la reinstauración de la inflación en 2007, las democracias provinciales de Insfrán, Zamora y Alperovich, el apoyo a las de Maduro y Ortega, tragarse sapos como la candidatura de Scioli en 2015, la de Alberto en 2019, la actual gestión de Massa y, como si fuera poco, se la pasan escondiendo el apoyo peronista a la autoamnistía que promulgaron los militares en el 83 y los indultos que los kirchneristas, cuando eran menemistas, le otorgaron a los genocidas en 1990. Dura tarea la de ustedes, amigos kirchneristas, sobre todo cada vez que festejan el 24 de marzo.
Así como a ustedes le pasó todo eso, a nosotros los demócratas nos tocó defender la República con este muchacho apodado “El Gato”. Es lo que había. Triste vida la del argentino social demócrata republicano con sensibilidad social y compromiso con los derechos humanos. Habrá que tener paciencia hasta que aparezca un estadista.
Párrafo al margen sobre el 24 de marzo: flor de disgusto van a tener Máximo y sus amigos de La Cámpora cuando se enteren de que Néstor y Cristina fueron funcionarios y formaban parte activa y militante del menemismo cuando Menem firmó los indultos. Y que, lejos de criticarlo y abrirse, siguieron formando parte y militando a favor del turco por varios años más. Van a tener que charlarlo en terapia.
Aclarado el punto, vamos a lo importante. Contrariamente a lo que mucha gente cree, la maniobra de sacarle los bonos en dólares al sistema jubilatorio y cambiárselos por bonos en pesos es una gran medida. Representa un verdadero estímulo para nuestros queridos abuelos porque, después de esto, van a querer seguir viviendo muchos años más, aunque sea para ver si lo de Massa fue para chorearles la guita, como todos suponen, o para generarles una ganancia de 2.000 palos verdes como pronosticó Fernanda Raverta, la jefa de la ANSeS.
No deberían ilusionarse. Si efectivamente logran ganar esos 2.000 millones de dólares, lo más seguro es que se los vuelvan a chorear como viene pasando desde que los actuales jubilados iban al jardín de infantes, incluída la época en que el kirchnerismo era menemista y les robaban con las comisiones de las AFJP hasta que dejaron de ser menemistas y los chorearon con la estatización.
¿Por qué es tan fácil manotear la guita de los jubilados? Por que no tienen quien los defienda. No tienen sindicato ni cámara empresaria ni movimiento social ni nada. Solo contaban con la emotiva sensibilidad jubilatoria de Alberto y ya ni eso. Basta recordar sus encendidos discursos cuando prometía que iba a aumentar las jubilaciones eliminando las Leliqs y agregaba eufórico: “¡¡entre los jubilados y los bancos me quedo con los jubilados!!”. Caramba.
Por si quedaba alguna duda sobre sus intenciones, el 19 de julio de 2019 a las 22:50 escribió el siguiente tweet: “Entre los bancos y las pymes, nosotros nos quedamos con las pymes. Entre los bancos y los jubilados, nos quedamos con los jubilados. Entre los bancos y la educación pública, nos quedamos con la educación pública. Entre los bancos y la gente, nos quedamos con la gente”. Se ve que cuando el tipo llegó a la Rosada hubo un mal entendido y le salió todo al revés ¿Como pudo pasar?
Seguramente Alberto fue algo confuso cuando le ordenó a Guzmán que implementara las medidas necesarias para aumentar las jubilaciones a lo que éste, ante la duda, decidió consultarle a Kicillof quien al toque le fue a contar a Máximo que rápidamente le llevó las novedades a la mamá que aprobó enseguida al grito de “¡buenísimo, arranquemos con la mía!” (por eso Cristina cobra un total de 9 palos mensuales), pero para revisar las medidas Ella hizo una de esas desopilantes interconsultas telefónicas con Parrilli quien, al no tener la menor idea de lo que le hablaban, le pidió consejo a Zannini quien sugirió decirle a Maximo que le diga a Kicillof que Guzmán no sabe nada y que piense otra cosa. Para cuando la orden terminó de dar la vuelta, Guzmán ya había renunciado.
Por eso lo trajeron a Massa. “Hacete cargo” le dijeron y ahí mismo el tipo se sentó en el despacho, abrió el boliche y empezó a facturar (facturar políticamente hablando, se entiende no?).
Así arrancaron, así siguieron y así hoy el gobierno es un caos tal que deja a Juntos por el Cambio al borde del triunfo electoral. ¿Puede el oficialismo todavía ganar las elecciones en este contexto? Claro que si. Depende de cuanto se equivoquen los de JxC. Ya han demostrado que equivocarse es la especialidad de la casa.
¿Cuánto podría influir Milei en este asunto? Es un misterio. Solo sabemos que de lunes a viernes hace tele y los fines de semana pisotea pollitos en el living.
¿Es esto la Argentina? Es una de ellas. Hay otra mucho mejor. Hermosa. La que vimos el jueves en el Monumental. La del talento y la alegría que nos hace únicos en el planeta. La del pueblo vestido con la celeste y blanca, felices pese a la adversidad y a sus gobernantes. Todos unidos y cantando el nuevo himno a la resistencia y la esperanza:
“Y no tengo pensado hundirme acá tirado
Y no tengo planeado morirme desangrado
Y no oh oh no me pidas que no vuelva a intentar
Que las cosas vuelvan a su lugar…”
Mientras tanto, un día antes, Alberto y Massa protagonizaban un acto en Mendoza para celebrar otro hito en la política ferroviaria kirchnerista. De los creadores del tren bala y la tragedia de Once, ahora llega el nuevo tren que recorre los 1.000 kilómetros que hay de Buenos Aires a Mendoza. En pleno siglo XXI tarda 27 horas. Aplaudían.
Fuente Clarin