Por Malú Kikuchi
Estalló la violencia. Un lunes, el 2/4/2023. El objetivo fue Sergio Berni quien dice ser el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires. Habían asesinado al colectivero Daniel Barrientos esa madrugada. A sangre fría, porque sí.
Hechos previos. Se conocieron los índices de la pobreza en el país, en particular zonas urbanas. Pobreza, 39,2%, casi 19 millones de personas. De cada 3 niños, 2 son pobres. Comen 1 vez por día, no tienen vivienda ni baños apropiados, ni educación, ni agua.
Hechos de inseguridad. Nivel de criminalidad, 74,55. Aumento en los últimos 3 años: 78,94. Temor sobre la posibilidad de sufrir robo o hurto: 73,2. Hay más, todo explica que las personas en el país están total y absolutamente desprotegidos por el estado.
Hechos. La pobreza, la inseguridad y el crecimiento exponencial del narcotráfico, resultado de los hechos anteriores y de la complicidad innegable de las autoridades policiales y políticas, fueron el caldo de cultivo del estallido de violencia.
Sucedió en la Matanza, el centro visceral del kirchnerismo. Golpear a una persona, ministro o cartonero, está mal, amerita ser penalizado. En este caso debían aparecer el gobernador Kicillof y el intendente Espinoza (que vive en Puerto Madero).
Ni una palabra del Presidente, hoy de vacaciones en Chapadmalal. La vice se comunica por tuit. Necesitaron 24 hs para armar un relato inverosímil. La responsable del ataque a Berni y del previo asesinato de Barrientos, ¡fue Patricia Bullrich!
Por supuesto que en vez de reconocer que la policía de CABA le salvó la vida a Berni, también se la hace responsable de la violencia. O sea que Rodríguez Larreta complotó con Bullrich el ataque a Berni..
Y detrás estuvo “la derecha” y puede que hasta los EEUU. Delirante. Ante el escándalo nacional una jueza de CABA ordenó detener a dos de los colectiveros que atacaron a Berni. Debía hacerlo la policía bonaerense. Parecía que iban a detener a Escobar Gaviria. Otro escándalo. Ya están libres ¿?
Y nadie se hace responsable ante la desesperante situación de Argentina ni del desmoronamiento de la coalición gobernante. Como de costumbre, el Instituto Patria, con una imaginación digna del Macondo de García Márquez, pergeñó el complot con Patricia Bullrich a la cabeza.
Oficialmente, no sucede nada. Las PASO son en agosto y acá todo está en paz y en orden. En 1929, Erich María Remarque, gran escritor alemán, publicó su famoso libro “Sin novedad en el frente (occidental)”. Noveló su experiencia personal a finales de la 1ª guerra mundial, como soldado del ejército germano.
Alemania perdía la guerra visiblemente ante el contraataque francés y británico. Los soldados alemanes, muy jóvenes, ya sin entrenamiento, morían de a miles y el resto quedaba herido en las trincheras. No había suficientes soldados para abastecer el frente occidental. No había comida ni uniformes ni armas.
Los informes del frente llegaban exactos al general Erich Ludendorf, pero éste tenía la orden de proseguir con los ataques. La Guerra era una prioridad para los altos mandos y Ludenforf informaba, “Sin novedad en el frente occidental”. Alemania perdió la guerra, pero esa es otra historia. Importa que la ceguera conceptual lleva a la derrota.
Ante la inminencia de las PASO y luego de las elecciones generales en octubre, sería deseable que los máximos responsables de este acto de violencia en contra de Berni, leyeran algo sobre la 1ª guerra mundial.
O sea Kicillof, Espinoza, el propio Berni, Aníbal Fernández, Alberto Fernández y muy especialmente CFK.
Como no están acostumbrados a leer, que empiecen con “Sin novedad en el frente” de Remarque, una novela es más fácil que leer datos históricos. Probablemente pretender que lean y reconozcan sus errores y cambien el rumbo aunque sea tarde, es una locura..
Pero algo está sucediendo en la Matanza y en el resto de la provincia y del país. No basta con un parte que diga, “sin novedad en el frente bonaerense”. Se está fraguando la derrota. Y los responsables ejercen hoy el poder.
¡Felices Pascuas! La casa no está en orden.