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Es según fuentes al tanto de la negociación entre el país y el organismo. El Gobierno pretende adelantar giros pendientes para el año por unos US$ 10.000 millones.
Según fuentes al tanto de la negociación entre la Argentina y el FMI, el organismo plantea que el país haga una corrección en el precio del dólar para recibir la ayuda que pretende. Concretamente que se adelanten los giros que se esperan para el año, unos US$ 10.640 millones.
Sergio Massa, ministro de Economía, busca de ese modo reforzar las reservas del Banco Central y de una vez por todas transmitir al mercado una señala de fortaleza luego de varios intentos fallidos que fueron desde el canje de deuda con la Anses, el programa dólar 3 -en abril sólo logró que el sector liquidara U$S 2.435 millones, 23% menos que en 2022- y, más acá en el tiempo, una gira a Brasil junto al Presidente, Alberto Fernández, y en el que mantuvieron una reunión con Lula da Silva. Estaba la expectativa de que el principal socio prestara dinero a la Argentina pero eso no pasó.
Las reservas netas, los dólares que tiene el Banco Central sin contar encajes, swaps, préstamos de organismos internacionales, DEG y oro, son negativas. La Argentina necesita de divisas para abastecer el pago de importaciones y como instrumentos para intervenir en un mercado cambiario en el que se ha desprendido de US$274 millones en lo que va del mes.
Según surge del programa que la Argentina y el organismo firmaron en marzo de 2022, al FMI le restaría girar tres desembolsos por un total de US$ 10.640 millones en lo que resta del año. Uno por US$ 3.990 millones en junio y otros dos de US$ 3.325 millones en septiembre y diciembre. Massa sabe que no puede esperar hasta junio porque la situación es crítica ya hoy. Además, las condiciones para cobrar el giro de junio no fueron cumplidas: la Argentina no llegó ni al nivel de reservas comprometidas ni de déficit fiscal en el primer trimestre de este año. El equipo económico lleva adelante una negociación con el staff del FMI desde la última Asamblea de Primavera en Washington donde dejó trascender que buscará la flexibilización del programa sin precisar exactamente qué significaría ello. Algo similar había hecho en febrero cuando el organismo accedió a hacer lo mismo en la revisión de las metas de fin de 2022: la Argentina no había cumplido la meta de reservas y con una modificación se hizo del desembolso correspondiente finalmente.
¿Qué pediría, ahora, como moneda de cambio para acelerar los desembolsos, plantea un informe de la consultora Analytica al que Clarín accedió en forma exclusiva? “Lo más probable, en nuestra opinión, es que el organismo exija una devaluación, un salto discreto del tipo de cambio, como vía para corregir los precios relativos: el tipo de cambio real multilateral se encuentra un 18% apreciado respecto del promedio de 2019. Una corrección real de ese orden de magnitud, con la actual velocidad de ajuste de contratos, implicaría una devaluación nominal del orden del 50%, dejando el dólar oficial en la zona de los 330 pesos”.
Según Analytica, una corrección del tipo de cambio tendría “una fuerte impacto sobre la base electoral del oficialismo, con una marcada caída del salario y del consumo en los meses previos a las elecciones”.
La estrategia del Gobierno pasa por estas horas por negociar con el Fondo las condiciones de un nuevo acuerdo y hacer pesar en las consideraciones el efecto de la sequía que, según nuestras estimaciones, implicarán una pérdida de hasta US$ 20.000 millones en exportaciones este año. El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur, continuaron ayer las conversaciones con el staff por zoom como hacen casi a diario.
En Economía hubo satisfacción por el cierre de semana en el mercado cambiario. El lanzamiento de los controles cruzados anunciados el día lunes que fue feriado más la intervención con los bonos “funcionó” según la consultora Eco Go. Los tipos de cambio financieros cayeron en la semana. “Estabilidad que consideramos pasajera”, aclara Eco Go. “El cuadro general no mejoró, se agravó”.
