Por Malú Kikuchi
Argentina es un país con una inflación delirante, con pobreza creciente, más del 40%, con niños desnutridos. Un país con sus valores y principios, rotos. A eso se le suma la posibilidad de romper sus coaliciones.
Faltando 5 días para anotar las alianzas electorales (14/6), tanto JxC como el FdT, parafraseando al Hamlet de Shakespeare, debaten si rompen o no rompen sus respectivas coaliciones. Y puede que lo hagan.
Hechos. JxC desde hace tiempo tiene visibles diferencias entre halcones y palomas. Los primeros están aliados a Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Ricardo López Murphy y sus seguidores. Las palomas se nuclean alrededor de Horacio Rodríguez Larreta, la UCR, la CC y Pichetto.
Tienen visiones del país diferentes. Horacio es “Juntos” y Patricia es “Cambio”. De pronto, de la nada, sobre la fecha límite, Horacio propone sin consultar ni siquiera con su partido, el PRO, sumar a Schiaretti.
Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba que no puede repetir la elección, oficialmente anti K, aunque su gente le votó a Cristina varias leyes, es el enemigo a vencer por los candidatos de JxC en las elecciones del 25/6.
La desagradable sorpresa de Luis Juez, candidato a gobernador de Córdoba por JxC y de Rodrigo de Loredo candidato a intendente de Córdoba capital (UCR y JxC), los dejó totalmente descolocados.
Bullrich se opone a la entrada de Schiaretti a JxC, Rodríguez Larreta insiste. Lo decidirá la asamblea de la coalición, pero la UCR (Morales), la CC (Carrió) y todas las palomas están de acuerdo en que hay que sumar.
Se baraja la posibilidad de cambiar el nombre de la coalición para poder ampliarla, se llamaría “Hacemos Juntos”. Una pegatina entre “Hacemos por Córdoba” de Scharetti y JxC. Lo mismo pero diferente.
Ante esta jugada, si es que se pone en práctica, ¿cómo actuará Bullrich? ¿Romperá JxC? Habrá que esperar. Por ahora no se sabe si Horacio tiene miedo de perder en las PASO contra Patricia y necesita refuerzos o si realmente cree que necesita del PJ no K para gobernar.
Suceda lo que sucediera antes del 14/6, las diferencias ideológicas entre Horacio y Patricia son demasiado profundas, ni qué hablar de las diferencias entre Morales y Bullrich. Difícil que coincidan en el futuro.
De las declaraciones demenciales de Carrió sobre un posible gobierno de Macri, Bullrich y Milei, es piadoso no hablar. La locura no tiene límites. Es una lástima. Mientras la gente está preocupada por sobrevivir.
Hechos. El FdT tampoco la tiene fácil. Más allá de ser responsables de la terrible situación Argentina que no se debe ni a la pandemia ni a la guerra, es obra de este pésimo gobierno. En el FdT también existe la posibilidad de romper la coalición. Dicen que podría suceder.
Alberto F. insiste en las PASO, su candidato es Daniel Scioli y también Rossi, en menor medida. Cristina no quiere PASO, quiere un candidato único. La apoyan Massa, 10 gobernadores, La Cámpora y todos los K.
Sergio Massa no ha dado hasta ahora buenos resultados económicos. Al revés, aumentó la inflación de manera notable. Necesita ser candidato único, no podría defenderse de otros candidatos que le echarían en cara su mal desempeño. Es abogado, no economista.
Los días pasan y CFK no nombra a Massa, quizás ya no tiene el poder para poder hacerlo. Massa amenaza con romper con el FdT este sábado en el congreso de su partido, el Frente Renovador. Todo es posible.
Dicen que puede romperse el FdT, que Alberto F. se quedaría con la marca y sus candidatos, Scioli, Tolosa Paz y Santiago Cafiero. La vieja Unidad Ciudadana de CFK y el Frente Renovador de Massa, con este como candidato a presidente y Wado como vice, Kicillof/Magario en la provincia de Buenos Aires, con el nombre de “Unidad Renovadora”.
Milei sin demasiados problemas internos sigue avanzando de la mano de la libertad. Ya aclaró que es tarde para una coalición con Bullrich y los halcones. Que él dió muchas oportunidades, que no se las respondieron. Ahora ya no se puede, no va a desplazar a la gente que trabajó con él un largo año por recién llegados. ¿Ingenuidad política o lealtad?
Inseguridad, inflación, empresas que dejan el país, pymes que cierran, pobreza, hambre, desesperación, todo eso repercute en la gente. Mientras los políticos juegan a inventar nuevos nombres ingeniosos que quizás nunca utilicen. Y se preguntan, ¿romper o no romper?