Ante el ataque en Francia por un refugiado sirio en condición de homeless, se evoca la seriedad del Programa Siria que resulta un modelo a continuar en políticas públicas
Por Ricardo Ferrer Picado (*)
Los chequeos de seguridad pueden evitar hechos como el ataque del refugiado en Annecy, Francia. El exhaustivo estudio por medio de entrevistas humanitarias, facilita la contención de los refugiados. En Argentina, bajo la denominación de “Programa Siria” que simplificaba un Programa Humanitario de Migraciones para víctimas del conflicto Sirio, se planificó una política de Estado virtuosa que ha resultado, en razón del profesionalismo y pericia, un hito de lo que fue un inédito despliegue interagencial argentino en el exterior, por agencias como OIM y ACNUR, organizaciones como Interpol y, contribuyendo asertivamente al intercambio de información entre agencias de diversos Estados como Estados Unidos, Francia, Canadá, Alemania, y bloques como la Unión Europea, Mercosur, ASEAN, entre otros.
Ante el shock que conmociona al mundo y particularmente a Francia, en que al menos cuatro niños de entre 22 y 36 meses -un nene alemán, una bebita inglesa, otro pequeño holandés- y dos adultos resultaron gravemente heridos en un acto criminal con arma blanca en Francia por un refugiado del conflicto sirio, a alrededor de las 9.45 de la mañana de este último jueves, en la puerta de un jardín de infantes, que se encontraban en un parque cerca del lago de Annecy, frente a Ginebra.
El atacante, un homeless que vivía en el parque es un refugiado sirio de 31 años, que primero se trasladó a Turquía, y luego a Suecia, identificado como Abdlmasih H, casado con una siria nacionalizada sueca y con un hijo de 3 años, beneficiado por el libre tránsito del espacio Schengen, que al momento del ataque llevaba una cruz y un libro de rezos cristianos. Hasta ahora no ha dicho “ni una palabra” sobre sus motivaciones, y se descarta un hecho de naturaleza terrorista según las fuentes policiales. Su ex esposa que adquirió la ciudadanía sueca, expresó ante el canal de cable francés BFMTV, que reencontró a Abdalmashih en Turquía 5 años atrás, y que es originario de la ciudad de Hassake en Siria, con una gran comunidad cristiana. El agresor fue detenido poco después por la policía, y no registra antecedentes penales ni psiquiátricos en el espacio Schengen.
En Argentina, con el objetivo de establecer un régimen especial para la facilitación del ingreso de extranjeros afectados por el conflicto armado de Siria, incluyendo a personas de nacionalidad siria y sus familiares, y a aquellas de nacionalidad palestina residentes habituales o que hubieran residido en Siria y recibido asistencia por parte de la UNRWA, mediante la tramitación de permisos de ingreso y visados por razones humanitarias, se estableció el Programa Siria como una respuesta concreta a la grave crisis humanitaria que asolaba a dicho país y a la situación de emergencia y a las necesidades de protección de la población civil.
Dadas las dificultades de recursos y el unívoco compromiso humanitario del gobierno argentino, para lograr una mayor eficiencia en la gestión por parte de los organismos involucrados, se adecuaron los requisitos para los llamantes o requirentes en la tramitación de permisos de ingreso y visados de los beneficiarios del “Programa Siria”, con el propósito de fortalecer y potenciar el Programa, pero a diferencia de otros países también cooperantes con la causa humanitaria Siria que tercerizaban en agencias de organismos internacionales, dadas las carencias presupuestarias, el Estado argentino asumió la total gestión y conducción del proceso, de inicio a fin, siendo la primera vez que se desplegó en el exterior una misión intergubernamental, con cooperación interagencial, interinstitucional e internacional. Se lo hizo en Líbano, Siria y Jordania, con la sincronización de representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y un compromiso vital de sus cónsules en todo el Medio Oriente, de representantes del Ministerio de Seguridad de la Nación, Gendarmería Nacional, Agencia Federal de Inteligencia, la Dirección Nacional de Migraciones del Ministerio del Interior, que realizó sinergia con representantes del Ministerio de Desarrollo Social que se capacitaron en organismos internacionales y actuaron en territorio nacional asistiendo a beneficiarios humanitarios, interactuando con ongs, gobiernos provinciales y universidades nacionales.
De modo que esta política, tomó los ejemplos de buenas prácticas y lecciones aprendidas de diferentes casos internacionales -Canadá y Alemania- y regionales como los beneficiados humanitarios que recibió Uruguay, y previó un chequeo de seguridad al que la entonces Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, apoyó sin hesitaciones, brindando intérpretes y funcionarios dotados de gran capacidad junto a representantes de Presidencia de la Nación, que en cumplimiento de la Disposición Dirección Nacional de Migraciones 4683, realizaron los chequeos de seguridad a instancias de entrevistas personales, cumplidas con la utilización de nuevas tecnologías de comunicación de manera de facilitar y agilizar su realización, justificada en las situaciones particulares que en el marco del conflicto pueden afectar la seguridad de las personas, indagando que el beneficiario no haya tenido intervención como parte armada en el conflicto, descartando vinculaciones al redes del crimen organizado transnacional como del terrorismo, evitando que sean pasibles de ser reducidos a servidumbre o trabajo esclavo por sus llamantes en Argentina, facilitando al reunificación familia mientras dure el conflicto o hasta que sea decisión libre de los beneficiarios, y en el caso de ser preciso, asegurando la asistencia médica, sanitaria y psicológica.
Así, el Estado argentino llevó a cabo una tarea con la asistencia y cooperación de las Naciones Unidas -en el marco del Plan de Acción del Mecanismo Conjunto de Apoyo a Países Emergentes de Reasentamiento (ERCM por sus siglas en inglés)- como la Organizaciones Internacional de las Migraciones, ACNUR, UNRWA, la Cruz Roja, agencias de los Estados Unidos que brindaron información desde el Departamento de justicia, Departamento de Estado y Homeland Security, al igual que Canadá, Alemania, la Unión Europea, el SISME del Mercosur y organizaciones como Interpol, la OEA que proveyeron de diferentes bases para chequeos, entre otros, coordinando y conduciendo con iniciativa, talento y creatividad, una iniciativa que ha significado que cuando hay vocación, con profesionales desde el Estado, se pueden lograr buenos resultados. No fue casualidad sino causalidad.
(*) Fellow Researcher Center for Secure Free Society