
LA HABANA, Cuba. – El reportaje publicado por CubaNet este 31 de julio está suficientemente sustentado. No obstante, esperaba de Guennady Rodríguez (Guena Rod) una respuesta seria, basada en un desglose minucioso de la investigación o, como mínimo, evidencias de eso que llama “difamación”, “información inconexa” y “asesinato cívico de un ciudadano estadounidense”. A diferencia del reportaje de CubaNet, Rodríguez solo ha expresado opiniones, no datos públicos y contrastables capaces de respaldar sus afirmaciones.
La difamación se produce cuando se emite o publica información falsa. Sin embargo, hasta la fecha, Rodríguez no ha mostrado ni una sola evidencia que sostenga esta supuesta difamación o falsedad. Lo único que hemos visto de su parte han sido intentos de desviar la atención, de manipular detalles ―ni siquiera relevantes o que cambien la esencia del reportaje― y, al final, no responder claramente, con pruebas suficientes que puedan demostrar sus argumentos.
Según Guena Rod, si se sigue el esquema “conspiranoico” del reportaje y “sus grados de relación”, se pudiera llegar a “vincular a cualquiera de nosotros con el asesinato de Kennedy”. Pero no existe teoría conspirativa cuando se exponen pruebas, datos contrastables.
Sin ser apenas conocido por la comunidad cubana dentro y fuera de la Isla, Guena Rod ha llegado a dar recomendaciones a la Casa Blanca sobre la política que Washington debería asumir con Cuba. Restablecer las remesas y todas las transacciones, disminuir el embargo o las sanciones, favorecer las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) o al supuesto sector privado, además de promover reformas y diálogos con el Gobierno cubano, son ideas que están en la línea de los intereses de la dictadura.
Si el lector desea seguir los hipervínculos del reportaje, solo debe tomarse un tiempo para, a su vez, conectar toda la información que CubaNet ha puesto a su disposición: personas, organizaciones y empresas que conducen siempre al régimen de La Habana, así como a empresarios cubanoamericanos y estadounidenses que hacen negocios con GAESA.
En la réplica de Rodríguez al reportaje, ni siquiera me resultó ofensiva la comparación que hace de Humberto López conmigo. No obstante, ya que la usó en su defensa, aclaro algunos detalles: Humberto es un vocero de un poder tiránico que difama y criminaliza a quienes pensamos diferente; en segundo lugar, son esos con quienes Guena Rod se relaciona y comparte ideas y objetivos, como Ricardo Herrero y Joe García, quienes se reúnen incluso con Miguel Díaz-Canel y promueven negocios con la dictadura, esa que defiende Humberto López y a la que CubaNet, durante casi 30 años, se le ha opuesto.
Las víctimas de la maquinaria represiva que representa Humberto López no tenemos derecho a réplica ni a protección legal alguna; sin embargo, Guena Rod ha tenido ese derecho en CubaNet.
Para Guena Rod, además, CubaNet no puede cuestionar o señalar a personas vinculadas al Gobierno de Estados Unidos, o sea, hacer periodismo, porque, según él, recibe fondos del Departamento de Estado. Para él, solo es publicable la información que no sea controversial. Pero más allá de que un medio de prensa reciba fondos federales o no, el papel de la prensa como “cuarto poder” es ese: fiscalizar a los tres primeros poderes (ejecutivo, judicial y legislativo), además de alertar, investigar y exponer aquellos asuntos que sean relevantes. En una democracia es lo normal.
Fue gracias a la labor de la prensa que se destapó el escándalo político más grande de Estados Unidos conocido como Watergate, que provocó la renuncia de Richard Nixon, por solo citar un ejemplo. Y es un ejercicio que los cubanos debemos ir recuperando.
Guennady Rodríguez es una persona pública que ha sido objeto de investigación. Exponer una cuestión, con evidencias, no es “tendencioso” ni “malicioso” ni “gansterismo mediático” o “estigmatizante”, es, simplemente, trabajo periodístico.
Siguiendo la lógica de pensamiento de Rodríguez, los medios independientes cubanos no podrían criticar, por ejemplo, que la embajada estadounidense en La Habana calificara como un accidente el hundimiento, por parte de las autoridades cubanas, de una lancha en Bahía Honda que transportaba a migrantes cubanos y donde perecieron varias personas; o que se publicara un artículo sobre quiénes financiaron la fiesta del 4 de julio en La Habana.
El youtuber intenta igualmente establecer una especie de ruptura entre el CubaNet bajo la dirección de Hugo Landa y el actual. Esa discrepancia no existe. El medio se fundó en 1994, fue el primero y por eso se le conoce como “el decano del periodismo digital”. Hugo comenzó a dirigirlo en 2007. CubaNet está haciendo este tipo de trabajo desde hace años, incluso bajo la directiva anterior. Textos como los de los colegas Luis Cino y Claudia Padrón evidencian parte de este trabajo de exposición y señalamiento tanto de “agentes de influencia” como de testaferros o de aquellos que negocian con el régimen.
Además, muchos de los periodistas de CubaNet estamos actualmente en Cuba, asumiendo con gran osadía y responsabilidad una rutina de trabajo que incluye citaciones y amenazas constantes por parte del aparato represivo. Sin embargo, en su defensa y sin pruebas, Guena Rod nos ha tildado de “agentes”, solo por cuestionarlo.
Ni tenemos ni hemos tenido algún tipo de vinculación o negocio, ni siquiera sospechas de relación con el régimen cubano. Así que, de ninguna manera, debemos disculparnos por hacer nuestro trabajo.
Esta serie de reportajes no pretende, como afirma Guena Rod, “criminalizar ideas” ni hacer “un juicio mediático” contra su persona. De hecho, no son sus ideas lo que se refuta, sino cómo esas ideas ―y sobre todo las acciones que derivan de esas ideas― coinciden y son potenciadas por personas y grupos que, a su vez, tienen vínculos con el régimen de La Habana. Lo que se expone es cómo esas ideas, de alguna manera, benefician los intereses del castrismo; lo cual concuerda con la definición de “agente de influencia” que dan tanto Juan Antonio Blanco Gil como Enrique García.
No obstante, por si parecieran insuficientes, citamos una tercera fuente: Guillermo (Coco) Fariñas. Según el coordinador general de FANTU (Foro Antitotalitario Unido), quien estudió en Cuba Ingeniería en Mando Táctico de Tropas de Desembarco y Asalto Aéreos, en términos militares un agente de influencia es “todo individuo que realiza acciones abiertas y públicas, que son favorables al centro de mando operativo. Por lo tanto ―sigue Fariñas―, no hay necesidad de reclutarlo formalmente”.
Esta serie de reportajes tiene suma importancia para CubaNet y muchos cubanos que seguimos con preocupación lo que está sucediendo en la Isla, las estrategias del régimen para mantenerse en el poder y la complicidad de otros gobiernos ante un potencial o eventual cambio-fraude.
Quizás para personas como Guena Rod sea factible esperar la libertad de Cuba y teorizar sobre el camino para llegar desde un país libre, lejos de la Policía política cubana y sus mecanismos represivos, sin tener que preocuparse por lo que van a comer esa noche. Pero para quienes estamos en Cuba ese camino es cada vez más tortuoso y la meta más lejana.
El 11 de julio de 2021 el pueblo no salió a las calles pidiendo remesas, dos libras más de arroz ni otras migajas; pidió libertad y el fin de la dictadura. Es a los cubanos a quienes nos debemos como periodistas.
Guennady Rodríguez perdió una gran oportunidad de replicar contundentemente el reportaje publicado en CubaNet. Yo seguiré haciendo ese periodismo incómodo, publicando lo que algunos no quieren que publique, porque, como decía George Orwell, lo demás son relaciones públicas.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org