Por Antonio D’Eramo
Ante la incertidumbre por los resultados de la próxima elección, el verbo “devaluar” fue congelado en las negociaciones hasta el próximo lunes 14 de agosto
n las oficinas del FMI en Washington no sólo hay analistas económicos que miran con lupa los indicadores fundamentales de sus países miembro, sino que también existen funcionarios que analizan el día a día político de cada una de las naciones que lo integran y, de manera más rigurosa, de aquellos estados que solicitan créditos.
Por ello, en la semana previa al día de las elecciones, no se habla de tasa de interés media de la economía de un determinado país, de la deuda externa del estado nacional sino de porcentajes.
Aquellos que podría sacar en la elección PASO el actual ministro de Economía y precandidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, que definirá el día después de una compleja negociación donde se juega el futuro del valor de la moneda nacional, que pierde peso a diario.
A pesar de que el Banco Central acelera la cotización del tipo de cambio oficial, ante la imposibilidad de detener el ascenso de la demanda por el dólar blue -medida que adopta para que no se agigante la, de por sí, desmesurada brecha existente entre el dólar oficial y el paralelo que alcanza el 103%-, en el oficialismo tienen prohibido hablar de devaluación de la moneda en medio de una campaña política de difícil resolución.
Por ello se actúa en materia cambiaria utilizando parches para un bote que hace agua por todas partes.
Cerca del economista y viceministro de economía, Gabriel Rubinstein, reconocen que “el FMI y el Gobierno coinciden en que el agrandamiento de la brecha es más grave que la suba nominal del precio del dólar en su punta vendedora porque se trata del factor que frena las exportaciones y liquidaciones, que promueve subfacturaciones en el comercio exterior y que vuelve atractiva las importaciones”.
La devaluación no sucederá y lo que ocurrió en estos días no es más que “un guiño de Massa con el FMI”, dice analista
La fuente consultada en el Palacio de Hacienda afirmó que “una diferencia del 149% como la que tuvo en julio de 2022, la antecesora de Sergio Massa en el cargo, Silvina Batakis, es inadmisible y es lo que miramos constantemente para que no vuelva a suceder”.
Devaluación del peso para superar el atraso cambiario
En este contexto, más pronto que tarde, los funcionarios del FMI volverán a reclamar a la administración de Alberto Fernández una devaluación del peso para superar el atraso cambiario y achicar la brecha existente, medida que Sergio Massa viene esquivando con invenciones heterodoxas como crear un dólar diferencial para el agro que, en definitiva, termina generando un alza en los precios de los alimentos.
Si bien la corrección cambiaria parece inevitable en el horizonte del cortísimo plazo, el resultado de las elecciones incidirá de manera decisiva en la profundidad de la misma.
Si Sergio Massa consigue un resultado que lo coloque competitivamente en el balotaje del mes de noviembre, agentes del mercado descuentan que seguirá “sacando conejos de la galera para no convalidar un salto del tipo de cambio que podría provocar una llamarada inflacionaria”, como sostuvo el operador de bolsa Sergio Rodríguez.
En ese sentido, el analista político Hernán Madera es categórico y afirmó que “la devaluación no va a suceder y menos en un gobierno peronista”.
No está tan seguro el consultor y funcionario durante la gestión de Cristina Fernández, Emmanuel Álvarez Agis, quien señaló que, “si Sergio Massa obtiene menos del 30% de los votos, los técnicos del Fondo buscarán una negociación con el ganador de la oposición” y agregó que, probablemente, en esa mesa para tres, “dos querrán devaluar y uno, no”.
Se espera el resultado de las PASO para ver cómo seguirá la relación entre dólar oficial y blue
Para la licenciada en Economía y directora de la consultora NM, Natalia Motyl, la próxima jornada electoral es un parteaguas en el análisis monetario y su proximidad explica las recientes tensiones cambiarias.
“En estos días se le suma un componente bien especulativo por la cuestión electoral que va a empezar a suavizarse a partir de la mitad de la semana que viene. Viviremos jornadas de cierta sobrerreacción en estos días que se corregirán hacia la baja a finales de la semana próxima”, indicó.
Consultada acerca de los posibles resultados en el oficialismo, Motyl aseguró: “La cuestión electoral va a primar mucho, va a depender muchísimo de los resultados, si asustan o no, al mercado, como ya sucedió en las PASO del 2019. ¿Y cómo veo la política monetaria de ahora en adelante? Con una aceleración del ritmo del crawling peg, que, si no es acompañado por una suba de tasas de interés en estos momentos, presionará aún más sobre el mercado cambiario y les pondrá un nuevo piso a todos los dólares financieros”.
El crawling peg es un término técnico que explica una devaluación progresiva y controlada de la moneda de parte de las autoridades del Banco Central que conduce Miguel Ángel Pesce.
Efecto del espejo inverso entre el oficialismo y la oposición
“El dólar oficial está subiendo a un ritmo cercano a $1,30 por día”, calcula el profesor de la UBA y titular de la Fundación Fundecos, Alejandro González Escudero, quien además advierte acerca del efecto de espejo inverso que están viviendo el oficialismo y la oposición.
“Lo que ocurrió hace 4 años cuando tuvimos las elecciones PASO con Mauricio Macri buscando la reelección, el día posterior, se produjo un daño que fue de una enorme magnitud y se podría decir que, en ese momento, la actitud de quien era oficialismo y quien era oposición, fue bastante irresponsable y no tuvo la suficiente altura para manejar una economía, unas finanzas y unos mercados muy turbulentos porque se pusieron muy difíciles en ese momento”, recordó Escudero, quien además señaló el riesgo que podría repetirse el lunes 14 de agosto.
“Por un lado, el que era gobierno en ese entonces, el PRO, los días posteriores se sintió ofendido, enojado con la ciudadanía y se desinteresó de la suerte de los mercados y por el lado del que, antes era oposición, pero que hoy es oficialismo, tuvieron una actitud de poca preocupación en relación a si el país cumplía o no cumplía con sus compromisos. La consecuencia de esto fue que los mercados cayeron estrepitosamente, los títulos de deuda argentinos se derrumbaron muchísimo, probablemente el día posterior fue el día que más perdieron los mercados argentinos en su historia y el dólar aumentó”.
El FMI y el Gobierno coinciden en que el agrandamiento de la brecha es más grave que la suba nominal del precio del dólar en su punta vendedora
Sin embargo, el día después de las PASO de agosto de este año, la cita será con los burócratas del FMI, que esperan por una definición acerca de cómo cerrar la brecha cambiaria.
Un guiño entre Massa y el FMI
Ante esa presión el analista político, Hernán Madera, sostiene que la devaluación no sucederá y lo que ocurrió en estos días no es más que “un guiño de Massa con el FMI. Cuando se acerca la negociación con el Fondo empiezan a aumentar las microdevaluaciones o el crawling peg del dólar oficial y lo ponen por encima de la inflación”.
Para el analista, si el FMI continúa presionando, el gobierno “se va a ir a China con bombos y platillos y se explicará a la ciudadanía porque lo hace”.
Natalia Motyl analiza que el FMI será un actor clave tras las PASO por “los desembolsos comprometidos con el organismo. Cuando ingresen los 7.500 millones de dólares del desembolso que se había acordado con el board del FMI. Obviamente que esa mayor entrada de dólares, ese mayor respaldo va a generar un clima de mayor estabilización, el Banco Central va a tener poder de fuego para seguir interviniendo. Ahora bien, ¿qué es lo que está pasando con el mercado cambiario en estos días puntualmente? La caída de reservas en el Banco Central, la aceleración del ritmo devaluatorio, la aceleración de la dolarización de carteras por una cuestión política e ingresamos en el segundo semestre con precios de los commodities que empiezan a estabilizarse y, por ende, nos ingresarán menos dólares del frente externo”.
Por el momento, en el mercado financiero se mueven con cautela y aguardan, en su mayoría, por una suba de acciones y bonos, ante un triunfo de un candidato pro mercado y una salida de los activos si el resultado no fuera claro de cara a las elecciones generales de octubre.
El contador Alejandro González Escudero ruega por la mesura de los protagonistas políticos tras los resultados del domingo 13 de agosto y sostiene que “en este momento, lo que cabe esperar es que exista una conducta más responsable del oficialismo y la oposición. Los roles están invertidos, el que antes era oposición hoy es oficialismo y el que antes era oficialismo, hoy es oposición. Así que lo que cabría aguardar de la conducta de ellos, cualquiera sea el resultado que ocurra el domingo, es que sea responsable con la vida económica del país”.
Fuente Iprofesional