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Por Yayo Hourmilougue
Elección de insólita lectura.
Hasta ahora, podemos interpretar solo a dos grandes beneficiarios; Milei como candidato y Mauricio Macri por rebote.
Macri ha dado muestras de no estar tan alejado de Milei, y es el apoyo innegable de Patricia.
El perdedor impensado que hasta hace poco tiempo tenía las fichas puestas a favor, es Larreta. Aunque le queda cuerda.
Hubo para que esto sucediera, operaciones mediáticas de todo tipo y errores propios y severos; Córdoba y la supuesta y fallida asociación con Juan Schiaretti no tuvieron perdón en esa provincia. Imposible levantar los votos que habían entrado en las urnas de la hermana provincia ya para las 15; 20 hs de ayer.
Y seguramente Morales, no empujo mucho los números. Hubo antes, otras opciones para la fórmula.
En el Larretismo, el rebote siguió hacia abajo y hacia los costados llegando a pérdidas de importancia. Alcanzó a cada integrante que lo acompañó, y que incluso venían de agotar buenas gestiones.
Quienes hace décadas inauguraron el Cordobazo, ahora enarbolan a La Libertad Avanza.
Milei no ganó aún, fue un elemento funcional y lo sigue siendo hasta que demuestre lo contrario.
¿Está mal el castigo-bronca a otros precandidatos?
No, el voto es soberano, los tiempos son otros y el elector está confiando sin apasionamiento en lo desconocido, antes qué, en lo que ya conoció como muy malo. La decepción y el abuso tienen un precio.
Milei resumió con simpleza y vehemencia, todo junto, ya que no hay nada complejo en su discurso contra “la casta”, lo que la gente quería escuchar, convirtiéndose en el receptor de tanta bronca en la mayoría de los electores, donde no puede diferenciarse aun con claridad ni el componente etario ni la condición social, debido a que ha sido el más votado y de manera muy variada. Hay en ese voto mucha juventud de distinta condición social. Y sorprende.
La gente no votó a Milei por el Programa que presentó hace meses, votó a Milei por verlo y escucharlo cada vez que pudo. Compró mas la crítica, que cada propuesta, muchas de ellas de dificil aplicacion en la práctica.
Patricia Bullrich, con algo más de 4.022.466 votos, aun no es acreedora de ningún triunfo, está lejos de los poco más de 7 millones de Milei. Tiene como ventaja los casi 2.7 millones de Larreta. La taba cae así, ahí, cerquita de los numero de Milei.
Para el Pro y para JxC, será un esfuerzo mayúsculo hasta octubre.
Mientras busquen votos faltantes, Milei podría crecer más.
No es imposible para JxC., siempre y cuando salgan de lo absurdo de internismos costosos a corto plazo. Tienen con qué hacerlo.
En octubre habrá mas votantes y menos indecisos.
Milei acaba de descartar un acuerdo con JxC; «Tenemos mérito para ganar en primera vuelta».
Aun así, no serían improbables las negociaciones por municipios, necesarias, entre las dos fuerzas, en los próximos meses. El hecho se ubica más alla de cada candidato.
Se viene una demarcación de negociaciones serias con cada gobernador y hasta con nuevas colectoras, sin descuidar lo variado de un empresariado en argentina que sigue desconfiando de cada candidato. Me refiero a empresarios que empujan la economía pese al quietismo actual, y que dependen justamente de la política y no a empresarios prebendarios que siempre han vivido del Estado y siguen abundando y abusando.
Dejando la dureza del «todo o nada» de cada uno de los candidatos que emergen como triunfantes de estas Paso, al final, el Larretismo pondrá su cuota de coherencia, ya que quien defina mejor las inexorables negociaciones, tendrá mayores posibilidades en octubre. Se abre la etapa de los negociadores.
Llegan en tropel las alianzas. Los enroques. Las supervivencias de cuerpo. Hasta el “sálvese quien pueda” que durará hasta los últimos días de la primera quincena de octubre.
Guste o no, tan lejos no está Massa, quien con poco más de 5 millones de votos suma el inexplicable millón de votos de Grabois, quien se cayó del mapa cuando le dio la carpetita a Sergio en el palco. Un momento que si pasara a la historia, sería para la talla de Tato Bores como un discurso memorablemente antiguo. El ministro de esta manera, logra poquito más de 6 millones de votos.
Santilli y Posse prácticamente lograron un empate técnico y más que civilizado compitiendo contra Néstor Grindetti, intendente de Lanús, y presidente al mismo tiempo del club Independiente. Tienen para hacer ahora y juntos, en la provincia, mucho. Tratándose del último bastión político que queda al Cristinismo en caída libre, pero al que le falta bastante para tocar el piso antes de octubre. Les quedan dos paracaídas intactos sin abrir. Octubre y acaso noviembre. Cayeron 20% en total país, no 50%.
Eso, contra casi el 4% que perdió en total país, JxC.
¿Si es el fin K? No, aun no lo es. Dominan políticamente la Provincia de Buenos Aires donde Milei está tercero, y prosiguen con el dominio de algunas pocas provincias, aunque con grandes heridas.
Y ya sabemos que en economía, la inflación se lleva puesto a un dólar atrasado. Y a cada producto en cada góndola, donde “los precios cuidados” se convierten en espanto y burla para la gente. Abusaron de cada ciudadano. Fueron demasiado lejos. No hay razones para asustarse ante lo que ya sabemos. Lo que necesitamos es que quienes son candidatos, digan claramente qué van a hacer, cómo, y desde cuándo. Imagino que «Octubre», espera esas respuestas.
En política, cíclicamente, nunca está todo dicho. Lo que llega es de una desconfianza tan grande, que supera cualquier expectativa previa a las PASO.
Lo peor que puede sucederle a un político, aunque el tiempo pase, no es lo que prometa y no cumpla, son las urnas, impredecibles siempre.
Cuidado con los mansos…. Ningun candidato supero el 31% de los que no fueron a votar.
Fuente Consumerperiodismo.com.ar
