Cinco miembros de la Kneset (Parlamento) de la coalición y la oposición visitaron Taiwán recientemente, por invitación del Ministerio de Exteriores local.
Por el general de brigada (retirado) Assaf Orion y Roy Ben Tzur
Entre otras cosas, la delegación se reunió con la presidenta Tsai Ing-wen, quien señaló que Taiwán ha estado desarrollando sus capacidades de defensa y está interesado en ampliar la cooperación con Israel, incluso en el ámbito de la seguridad.
El jefe de la delegación, diputado Yorai Lahav-Hertzano, dijo que espera más inversiones taiwanesas en Israel.
Cuando aumentan las tensiones entre China y Taiwán, ¿cuál es el significado de una visita parlamentaria de este tipo y cómo afecta las relaciones entre Israel y China?
Taiwán es un tema central en las relaciones de las superpotencias.
Desde el punto de vista de China, Taiwán es una parte integral de China, y su unión final e inevitable es un interés central.
Estados Unidos reconoce el principio de “una sola China”, pero insiste en que su realización sea mediante un acuerdo; Washington colabora con la seguridad de Taiwán y mantiene la ambigüedad con respecto a su respuesta si China intenta promover la unificación por la fuerza.
Taiwán evita la unificación con China, pero también se abstiene de declarar la independencia.
La crisis que rodea a Taiwán es un escenario central para la planificación militar del ejército estadounidense, por un lado, y del ejército chino, por el otro.
En este ámbito sensible, Israel avanza con cautela, reconociendo a “una China”, mientras mantiene relaciones comerciales, tecnológicas y culturales, pero no relaciones diplomáticas, con Taiwán.
Desde 1993 funcionan oficinas económicas y culturales en Taipéi y Tel Aviv.
Taiwán es uno de los principales socios comerciales de Israel en Asia: el año pasado el comercio bilateral ascendió a 2.670 millones de dólares, más que con Japón.
Estas relaciones también se llevan a cabo dentro de los parámetros aceptados por China e incluyen delegaciones de diputados que visitaron Taiwán casi todos los años entre 2007 y 2019, hasta el estallido de la pandemia de COVID-19.
A la luz de sus singularidades, Taiwán e Israel se complementan en los campos de la tecnología y el desarrollo.
Taiwán tiene una ventaja relativa en la producción de hardware e Israel tiene capacidades de desarrollo destacadas en software y empresas emergentes (startups).
Surge un potencial considerable para la cooperación en el campo de los chips, donde Taiwán es un líder mundial e Israel tiene capacidades sobresalientes en diseño e ingeniería de chips.
La estrategia pragmática de Israel aquí refleja el delicado equilibrio entre la realización de oportunidades económicas y las sensibilidades geopolíticas.
Si estalla una crisis militar alrededor de Taiwán, Israel tendrá dificultades para mantener este espacio entre su principal socio comercial, China, y su aliado estratégico e insustituible: los Estados Unidos de América.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora