“Son dos candidatos que construyen su discurso en base a la añoranza que tienen de que la democracia cruja y se desestabilice”, afirmó la portavoz de la Presidencia en cuanto al líder de La Libertad Avanza (LLA) y la referente de Pro
Tras aventurar ayer por la tarde que el presidenciable libertario, Javier Milei, estaba detrás de los saqueos a comercios que se dieron en las últimas horas, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, volvió a la carga contra el candidato esta mañana y se preguntó con ironía “si tiene premoniciones”. Es que planteó que Milei tuiteó a las seis de la tarde sobre los ataques, cuando los hechos -según dijo- se dieron a la noche. También acusó a cuentas en redes sociales supuestamente ligadas a la postulante de Pro, Patricia Bullrich, como instigadoras de esos sucesos violentos, y dijo sobre ambos políticos: “Construyen su discurso en base a la añoranza que tienen de que la democracia cruja y se desestabilice”.
Convencida de que hubo desde el sábado pasado “un clima” para foguear estos robos masivos que se generó en la web y que “culminó Milei”, Cerruti volvió sobre la postura que ayer expresó en una cadena de tuits replicada por el presidente Alberto Fernández y luego en un video en Instagram. “Cuando no había sucedido ningún episodio concreto de los que después a la noche sucedieron, Milei estaba en su cuenta diciendo que esto era 2001, que estaban los saqueos desatados y que la libertad avanzaba”, sostuvo la portavoz, quien deslizó en Radio Futuröck: “Incluso él mismo se dio cuenta del error porque después hizo otro tuit dando marcha atrás y diciendo que defendían la propiedad privada desde La Libertad Avanza”.
Pese a que esta mañana el ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, se despegó de sus dichos y evitó cargar tintas contra alguien, al asegurar que desde el Gobierno todavía no tienen “datos fidedignos” sobre quién está detrás de estos saqueos y al pedir que si algún funcionario sabe algo lo denuncie a la Justicia, Cerruti mantuvo su posición.
“El clima en las redes sociales y ayer todo el día lo fueron generando las cuentas que están ligadas a los grupos de La Libertad Avanza y, en algunos casos, también a los grupos de Bullrich; y que fueron generando un clima sobre algo que querían que sucediera. Después efectivamente entraron a un lugar a las 11 de la noche, pero el tuit de Milei es de las 6 de la tarde. ¿Qué tiene? ¿Premonición de lo que iba a suceder? ¿O es que de alguna manera todo eso iba incentivando?”, se preguntó la vocera, segura de que en comunicación se suele “instalar un rumor, hacerlo correr y después darlo como cierto”.
Entonces, pidió a los representantes de la oposición “ser más responsables” y alegó: “Lo único que hacen es montarse a una ola de rumores, a una movida en las redes sociales”.
Contra Bullrich
Luego de que Bullrich opinara que si el Gobierno pierde el control tiene que “pedir el Estado de sitio”, Cerruti sacó a relucir el pasado de la dirigente de Pro como ministra de Seguridad Social con Fernando de la Rúa, en 2001. “Patricia Bullrich debe tener añoranzas de 2001, que ella protagonizó. Me imagino que está hablando de ella misma”, la chicaneó la ladera del Presidente.
“Tenemos dos candidatos que han sido muy protagonistas, ellos o sus entornos… En el caso de Milei, su entorno; y en el caso de Bullrich, ella, de dos situaciones de la Argentina de las que tenemos mala memoria. Milei se ha rodeado del menemismo terminal, el menemismo que cómo lo volvió loco a Alfonsín. Patricia Bullrich fue la protagonista clara de 2001″, desglosó Cerruti.
Y fue ahí cuando dijo: “Son dos candidatos que construyen su discurso en base a la añoranza que tienen de que la democracia cruja y se desestabilice, en lugar de lo que todos esperamos: seguir con el proceso normal que tenemos que tener. Hubo una primaria donde tres candidatos sacaron prácticamente la misma cantidad de votos, donde mucha gente no fue a votar o se expresó con el voto en blanco. Hay una elección en octubre donde vamos a saber, en primera o segunda vuelta, cuál es la decisión del conjunto sobre el futuro del país”.
Fuente La Nación