Por Pablo Wende
Los contratos a futuro del Rofex ya muestran lo que podría pasar en diciembre. El próximo gobierno tendrá que avanzar en una salida gradual del cepo cambiario, que llevará a un sinceramiento de la cotización, con fuerte impacto en la inflación
La decisión de Sergio Massa de congelar el dólar oficial a $350 tiene fecha de finalización: el 22 de octubre. El “día después” de las elecciones presidenciales será ya casi imposible que la cotización se mantenga fija, salvo que el ministro de Economía y candidato llegue al balotaje. En ese caso, es posible que quiera aguantar así otras cuatro semanas, a fuerza de un mayor atraso cambiario en medio de altos índices de inflación.
Los futuros del Rofex marcan la expectativa de los inversores. Allí aparece un fuerte salto de casi 20% para el contrato de fin de noviembre, es decir unos días después de la segunda vuelta. La cotización para aquellos que buscan cobertura para esa fecha es de 479 pesos. Y para diciembre el salto es aún mayo y llega a $634, lo que implica un incremento de otro 32 por ciento.
Por lo tanto, las cotizaciones muestran que al dólar oficial congelado le queda poca vida, que coincidirá exactamente con el resultado que arrojen las elecciones presidenciales y llegado el caso el ballotage.
Según dejaron trascender desde el ministerio de Economía, la posibilidad de otro salto discreto del tipo de cambio como ocurrió en agosto quedaría descartada. Y la opción más probable a partir de fines de octubre sería retomar el “crawling peg”, o sea el esquema de minidevaluaciones diarias siguiendo de cerca la evolución de la inflación.
Un dato no menor es que la suba que tuvo el dólar oficial en agosto se verá ya prácticamente compensada por la inflación acumulada en agosto y la proyectada para septiembre. En octubre, para el momento de las elecciones, el tipo de cambio oficial llegará en los mismos niveles que en agosto en términos reales, por lo que resulta inviable mantenerlo sin cambios por mucho tiempo más.
Sin embargo, el problema es que la devaluación reciente demostró que el traspaso a precios se dio más rápido que nunca, por lo que no tendría mayores efectos un nuevo salto cambiario sin plan.
El congelamiento cambiario dispuesto por Sergio Massa puede durar hasta las elecciones presidenciales, pero será difícil mantenerlo más allá por el efecto de la inflación acumulada desde agosto. La idea del ministro de Economía es volver al ajuste diario, pero el mercado anticipa otra devaluación brusca en diciembre
El Banco Central ayer compró otros USD 62 millones en el mercado oficial, aprovechando las liquidaciones del dólar soja y ya acumula USD 500 millones en el mes. Sin embargo, las reservas no levantan por la necesidad de hacer frente al pago de deudas y también debido a las intervenciones de la propia entidad en el mercado de bonos para que no se disparen los dólares financieros.
En octubre aumentaría la presión sobre los distintos tipos de cambio por la cercanía de las elecciones presidenciales. El peligro para Massa es que la demanda por cobertura produzca otro fuerte salto cambiario y aumento de la brecha. Entre fines de julio y mediados de agosto los dólares financieros subieron cerca de 20 por ciento.
Sergio Massa
Para diciembre la historia ya será totalmente distinta, pero los inversores creen que la brecha cambiaria se irá achicando, ante la necesidad de avanzar en una salida del cepo. Por eso, se estima que el salto del dólar oficial podría llegar al 30% hasta superar los 600 pesos.
El economista Ramiro Castiñeira indicó en un informe publicado ayer que “el Gobierno proyecta una devaluación del dólar oficial de sólo 66% en 2024, mientras que privados anticipan un escenario donde la próxima administración tendrá que devaluar con fuerza para salir/reducir el esquema de control de cambios, represión financiera y pérdida de reservas del BCRA”.
Por otra parte, la especulación es que una victoria de Javier Milei consolida un posible escenario de dolarización. “Hoy el tipo de cambio para avanzar con ese plan daría como 1.700, pesos, más del doble del nivel actual. En ese caso, es preferible dolarizarse directamente a una cotización más que esperar que lo hagan por vos”, razonaba otro economista en una reunión con empresarios.
Los futuros del Rofex marcan la expectativa de los inversores. Allí aparece un fuerte salto de casi 20% para el contrato de fin de noviembre
El Relevamiento de Expectativas de Mercado que divulga el Central también arrojó que la proyección de los analistas para diciembre es que la inflación podría saltar al 13%, que va en línea con este salto esperado del tipo de cambio. El índice seguiría alto todo el verano y en enero se mantendrá al alza a niveles superiores al 14 por ciento.
Pero la incertidumbre sobre lo que podría suceder sobre todo en el último bimestre del año es altísima, a partir de las dudas que existen respecto al proceso político, quién terminará siendo el nuevo presidente y cuáles serán sus primeras medidas de política económica.
Fuente Infobae