Las tensiones en el norte están aumentando a la par de la guerra en Gaza y han conducido a una escalada del conflicto militar a lo largo de la frontera libanesa.
Por Orna Mizrahi
La escalada ahora comprende principalmente intercambios de fuego en la frontera libanesa, en los que participan Hezbollah y elementos palestinos, e intentos de infiltrarse en Israel por parte de elementos palestinos.
Ha habido bajas en ambos lados.
El ataque inicial fue de Hezbollah, que rompió la relativa tranquilidad en el sector el segundo día de la guerra (8 de octubre).
La organización lanzó cohetes hacia el Monte Dov, su primera operación militar, que definió públicamente como un paso para identificarse con la lucha palestina.
Esta medida provocó una respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que también se desvió del patrón familiar, cuando decidió atacar las posiciones y puestos avanzados de Hezbollah a lo largo de la frontera.
Por parte de Hezbollah, los disparos están dirigidos a objetivos militares en territorio israelí, enfatizando el interés de la organización en preservar una ecuación de respuesta simétrica para mantener el equilibrio de disuasión frente a las FDI.
Esto ocurre mientras se crea un vínculo entre el frente sur y la arena norte, con la amenaza de que si Israel cruza las “líneas rojas” (sin definir estas líneas rojas), se debe esperar una respuesta más significativa en el frente norte.
En esta etapa, parece que a pesar de la escalada, Hezbollah es relativamente cauteloso y no desea involucrarse en un conflicto amplio con las FDI.
Los nuevos factores restrictivos que afectarán la toma de decisiones de la organización, además de los conocidos del pasado, incluyen la posición inequívoca de Estados Unidos del lado de Israel, incluida la indicación del presidente Biden en su discurso (10 de octubre) sobre la voluntad estadounidense de asistir en los combates, si se abre otro frente en el norte; y la disuasión creada por la destrucción de barrios enteros en la Franja de Gaza por los ataques de la Fuerza Aérea de Israel (FAI) en los últimos días, que es un ejemplo de lo que puede suceder en el Líbano si se invoca a Israel que actúe de esta manera.
A ello contribuye también el actual despliegue militar completo del lado israelí, que está preparado para cualquier escenario posible.
En cualquier caso, todavía es demasiado pronto para predecir cómo evolucionará la situación.
Sin embargo, parece que cuanto más dure la guerra en el sur, mayor será la probabilidad de que el conflicto se expanda también a la arena norte.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora