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Por Ricardo Roa
Gastón Douek usa ilegalmente bases de datos oficiales para espiar y enlodar gente. Esta semana el rey de los escraches en la web tomó su propia medicina.
Decirle escraches a lo que hace Gastón Douek es casi un piropo. El tipo cobra, y cobra muy bien, como sicario en las redes. Maneja miles de cuentas falsas, espía y enloda gente con todas las maldades y porquerías que uno pueda imaginar, y no imaginar. Y para eso dispone de bases de datos oficiales, que nadie sabe cómo ha conseguido acumular.
Son de todos los colores. Acá, en la Argentina, maneja documentación de la Anses, AFIP, Aduana, Ministerio del Interior y el Banco Central. Y la lista sigue. No sorprende tanto que tenga esa información como que haya funcionarios que lo contraten. Pero, ¿realmente sorprende? Enseguida, ampliamos.
Douek será muy caro pero a sus clientes les puede contar usos y costumbres de todo el mundo. Casi todos son de la política, que lo han hecho rico y a quienes devuelve parte de lo que les factura. El casi que resta son empresarios que hacen negocios con los políticos.
Apenas se presenta, y para impresionar, Douek dice, fanfarrón: “Déme un nombre y le digo cuál es su historia”. Les pasó hace bien poco a un ministro de Kicillof y a un intendente del GBA, que lo visitaron en su oficina-búnker de la calle Camacuá, a metros del puerto de Olivos.
El ministro explica que tanteó a Douek con el nombre de su pareja. Y que, en minutos, le reveló desde cuándo estaban juntos, dónde trabajaba y el sueldo que ella cobra como funcionaria de la Justicia.
Tres años atrás, Douek y su negocio sucio la pasaron mal por el Barsagate. Había sido contratado por el presidente del Barcelona, Bartomeu, con su socio uruguayo Carlos Ibáñez. Más de un millón de euros para mejorar la imagen del dirigente, que temía no poder renovar su mandato. Debía instalar que el ex técnico Guardiola estaba en contra del club y que los jugadores, entre ellos Messi, iban a menos.
Un grupo de socios denunció la maniobra. Douek e Ibáñez se habían presentado con la empresa 13 Ventures pero facturaban a través de otras cinco firmas, todas del grupo Nicestream, con domicilio en Camacuá 413, Olivos. ¿Les suena la dirección? Por el fraude con las facturas, Bartomeu fue detenido y, para que no lo expulsaran del club, renunció.
Una de las docenas de marcas con que operan Duek e Ibáñez es Iluminati Lab. El Universo, de Guayaquil, reveló que fue contratada por el gobierno de Rafael Correa para atacar a una web opositora, BananaLeaks. El contrato incluyó el lanzamiento de un sitio con el mismo nombre para confundir a sus lectores con la falsa página.
La llamaron Operación Walquiria. También para el dictador ecuatoriano armaron el Operativo Goliat. Objetivo: difamar a Galo Lara, uno de los principales críticos del régimen. Ibañez y Douek levantaron 6,7 millones de dólares por esa maniobra de inteligencia. Dato al pie: aquí fueron denunciados por lavado de dinero. Nada que asombre: Douek logró que en Comodoro Py pisaran la causa, que prescribió. Fueron absueltos por Casanello hace dos años.
Poco antes, Ibáñez presumía de tener oficinas en cinco países, que ”generan iniciativas que impactan en 310 millones de personas”. Quería decir: espiamos conversaciones de millones y se las ofrecemos. Lo dijo en Panamá , donde se asociaron con Demetrio Papadimitriu, un ministro acusado de corrupción por el caso Odebrecht, la brasileña que se convirtió en gigante multinacional y exportó coimas a rolete por gran parte de América Latina. Odebrecht también contrató a Ibáñez y Douek, que no se equivocan nunca: siempre junto a los mejores del barrio.
Douek sacó pecho con Alconada Mon, de La Nación, y contó que era quien había lanzado la mayor cantidad de trolls. Fue en México, para el PRI, otra ejemplar fuerza democrática. Dijo: “En un solo día, Twitter nos bajó 48.000 cuentas. Teníamos 150.000”. Hoy tiene registrados más de 100 dominios, al margen de los truchos que abre y cierra en la web, aunque más justo sería decir en las cloacas de la web.
Douek arrancó como empleado de Sistemas en la ANSES, en la gestión Massa. Dio un golpe asociándose al multioperador mayorista de medios Guillermo Seita, que lo subió rápido a su cartera de clientes. El primero: el gobernador cordobés Schiaretti. En la campaña, Douek fue una pieza muy usada por otros dos abonados premium de Seita: Rodríguez Larreta y los radicales porteños Yacobitti y Lousteau
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Guillermo Seita. Multioperador mayorista de medios
Para ellos creó el Macri Mufa y dos campañas del miedo, al estilo de Massa. Una: envío masivo de mensajes de texto a extranjeros, donde les advertía que si ganaba Macri perderían su residencia. Otra, ya en veda electoral y con la hackeada base de datos de afiliados peronistas. Decía: Vote a Lousteau para que Macri no vuelva.
Dicen que fueron suyos los mensajes de amenazas que recibieron jueces de la Corte. Seita también introdujo a Douek en el círculo del ministro De Pedro, que lo llevó al gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, de La Cámpora. Hay operadores que no le hacen asco a ningún contrato. Otra historia cuenta que Douek intentó comprar software israelí de geolocalización. Le pidieron papeles, no los pudo presentar y la operación fracasó.
Una extraña pero muy activa relación une a Douek con el radical Facundo Manes y su hermano. Tras las PASO, ocurrió algo obvio: Douek pasó a militar full time para Massa, aunque se dio tiempo para trabajar con Seita en el armado de Rogelio Frigerio en Entre Ríos.
Desde mucho antes, Douek hace y deshace con el jefe K de Pilar Federico Achával, quien le entregó una virtual tercerización del sistema de Salud. Achával es hijo de uno de los grandes en el negocio del juego, socio de Cristóbal López. Al igual que el padre, el intendente es íntimo de Martín Insaurralde. Todo tiene que ver con todo. ¿No se dice eso…?
Gastón Douek es un experto en campañas sucias en las redes sociales, que ahora le jugaron en contra. Trabaja para varios políticos y es socio del operador Guillermo Seita.
Esta semana, Douek, el de la mugre en la web, probó su propia medicina. Su esposa lo descubrió en un restorán con una amante y lo abofeteó. “Hijo de puta, ridículo. ¿Le contaste quién sos o le estás vendiendo mierda también a ella?”. El video se viralizó. El escrache al rey del escrache terminó siendo trending topic.
Fuente Clarin
