Por Maia Jastreblansky
Se reunieron Ferraro y Francos, por La Libertad Avanza, con Bertol y José Torello, por el macrismo; están ajustando el número de fiscales que aportarán y la distribución de tareas
El acuerdo de cooperación de Pro con Javier Milei se estrenó este lunes en una oficina de coworking en el barrio de Núñez. Los laderos de Mauricio Macri y Patricia Bullrich se encontraron con los cuadros técnicos de La Libertad Avanza (LLA) para lanzar el operativo conjunto de fiscalización del balotaje. Las partes rápidamente armaron equipos de trabajo con exponentes de ambas tribus. Y los enviados del expresidente y de la excandidata de Juntos por el Cambio pusieron a disposición a todos sus fiscales (el número que finalmente participará aún se está ajustando) para complementar a la tropa de libertarios que cuidarán los votos el 19 de noviembre.
En LLA no quieren perder la batuta de la fiscalización. Aseguran que tienen bien cubierto el territorio (excepto en algunas provincias peronistas) y que probablemente solo necesitarán soporte en la provincia de Buenos Aires y en Capital Federal. En Pro aseguran que pueden ofrecer una tropa de 104.000 fiscales de mesa en todo el país y 20.000 fiscales generales, de los cuales casi la mitad están en territorio bonaerense. “Nosotros nos estamos preparando para aportar 46.000 personas en la provincia de Buenos Aires. Eso no quiere decir que ellos los requieran a todos, todavía hay que ver el ensamble”, dijo a La Nación un importante referente del macrismo. En todo el territorio nacional están habilitadas 104.577 mesas de votación, mientras que en la provincia hay 38.074.
Por el lado de LLA, la reunión estuvo encabezada por Guillermo Ferraro, anunciado por Milei como su eventual “ministro de Infraestructura” y que en la campaña tiene el rol de coordinador general de la fiscalización. En el cónclave, que se extendió por varias horas, estuvo acompañado por Guillermo Francos (virtual “ministro del Interior” y el hombre dedicado a las relaciones políticas del espacio de Milei) y por Sandra Pettovello (la posible ministra de Capital Humano).
A tres semanas de la segunda vuelta, todos los trabajos técnicos que venían haciendo los posibles ministros libertarios quedaron en un parate y ahora los esfuerzos están puestos en tratar de dar vuelta los resultados de octubre.
Del lado de Pro, el encuentro estuvo liderado por la exembajadora ante la OEA Paula Bertol (que fue la jefa de la fiscalización nacional de Patricia Bullrich) y por José Torello, senador nacional y exjefe de asesores de Macri durante su gobierno, además de un íntimo amigo suyo de toda la vida. Hubo además una veintena de colaboradores de ambas partes. Entre otros estuvo Guillermo Sánchez Sterli, que fue la mano derecha del diputado Cristian Ritondo para fiscalizar en la provincia y cuidar los votos del excandidato a gobernador Néstor Grindetti.
La otra figura clave del encuentro fue Eduardo Bastitta, un empresario del rubro logístico e inmobiliario que fue un engranaje clave en la relación de Macri con Milei. Fue quien llevó al líder libertario a Colonia (Uruguay) en medio de la campaña a las generales para que pudiera conocer “+Colonia”, un proyecto de “ciudad inteligente” que busca ser la “Silicon Valley” uruguaya. Dicen en ambos campamentos que Bastitta está metido de lleno en la campaña y dispuesto a “aunar esfuerzos” para ayudar a la sociedad Milei-Macri de cara al balotaje.
Reparto de tareas
Según fuentes de LLA, la reunión fue muy “operativa” y rápidamente se conformaron equipos mixtos para abordar las distintas aristas de la fiscalización: los asuntos legales, la administración de la red de fiscales y el financiamiento del operativo. Los libertarios aseguran que tienen una nutrida tropa de voluntarios dispuestos a cuidar los votos gratis, pero en muchos casos la jornada de fiscalización se paga (se habla de entre $10.000 y $30.000). Más aún en este caso, donde habrá fiscales de Pro que van a préstamo para custodiar las boletas violetas. De mínima, hay que cubrir los gastos de traslado y las viandas.
La conducción general del operativo quedó en manos de Ferraro, que será el jefe de una mesa de trabajo a la que se integrarán Bertol y Bastitta. Torello, a su vez, estará a cargo de los aspectos legales, al seguimiento de las denuncias por eventuales irregularidades y la relación con los juzgados electorales.
Un colaborador de LLA apuntó: “En las provincias del interior más grandes, como Córdoba, Santa Fe y Mendoza, nosotros tenemos un esquema robusto e irán los nuestros. A lo sumo habrá gente de Pro de back up o para duplicar fiscales en algunas mesas. Después, Pro podrá complementarnos en la provincia de Buenos Aires y en Capital Federal, que es el distrito gobernado por ellos, además de algunos lugares difíciles, como Santiago del Estero”.
Hay referentes de Pro que ya están haciendo circular un formulario online para que los voluntarios puedan inscribirse. “No podemos permitir que gane Massa el balotaje. Si gana, el kirchnerismo se perpetúa en el poder y la Argentina se transforma en un narco-Estado condenado a la decadencia y a ser Venezuela”, dice el encabezado del aplicativo.
Si bien con el tiempo mejoraron sustancialmente, los libertarios registraron inconvenientes en la fiscalización. En las PASO tuvieron a 70.000 voluntarios y se recostaron sobre los fiscales de otros partidos que podían tener interés en cuidar la boleta violeta. En las generales, elevaron el número (según dijeron) a 104.500 fiscales de mesa y más de 30.000 fiscales generales. Y sellaron una alianza con el líder gastronómico Luis Barrionuevo, que presuntamente los ayudaría con fondos, viandas y afiliados para fiscalizar. Pero llegado el domingo de la elección esos recursos humanos y materiales casi no aparecieron.
Fuente La Nación