“Chau cosecha, el granizo se llevó todo”. Cuando Joaquín Biancotti agarró su celular y leyó el mensaje que el empleado de su campo le había enviado, creyó que estaba exagerando. El productor se encontraba en la ciudad de San Vicente, Santa Fe, a solo dos kilómetros del establecimiento, y allí la tormenta había sido leve. Sin embargo, su escepticismo se desvaneció al ver las imágenes que el empleado le mandaba: una capa de más de 15 centímetros de granizo que habían arrasado con las más de 80 hectáreas de trigo a 10 días de la cosecha.
“Pensé que habíamos zafado, pero me confundí”, dice el productor, que es uno de los afectados por el granizo y los vientos que trajeron consigo las lluvias el fin de semana, especialmente en las zonas de El Trébol y María Susana. Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “los daños han sido significativos, y se informa que los cultivos de trigo y maíz están seriamente afectados”.
También hubo precipitaciones en áreas como el noroeste de Buenos Aires, el este cordobés y el norte de Rosario, que fueron esenciales para recargar los perfiles de suelo y proporcionar la humedad necesaria para el crecimiento de los cultivos.
Biancotti contó que durante el viernes último siguió por imágenes satelitales la tormenta y, al ver que había pasado por la ciudad sin arrojar una importante cantidad de piedras, creyó que no hubo daños importantes. “Cuando Nicolás [el empleado del campo] me envió el mensaje pensé que estaba exagerando, de hecho le contesté que no había sido para tanto”, dijo. Todo cambió cuando vio que había 15 centímetros de granizo.
El trigo no quedó en pie. “Es impresionante de ver. También tengo un montón de frutales y no me dejó nada. Un desastre me hizo”, expresó y agregó: “Este trigo había sobrevivido a seis meses de sequía y termina de esta manera a 10 días de cosecharlo”.
El productor estimaba cosechar aproximadamente 2000 kilos por hectárea tras las lluvias de la semana pasada que frenaron las pérdidas productivas. Si bien es un rendimiento bajo teniendo en cuenta que suelen obtener 3000 kilos, era mejor que el año pasado, cuando sacó solo 300 kilos por hectárea luego de fuertes heladas.
Aunque una parte de la producción estaba asegurada, es un golpe anímico muy fuerte luego de dos años de pérdidas consecutivas en las cosechas por el clima. “Siempre trato de ser positivo pero mi familia lo está sufriendo mucho. Es el tercer año consecutivo de sequía”, indicó.
Biancotti trabaja junto con su padre. Es tercera generación de productores agropecuarios, fue su abuelo el que adquirió esas tierras. También posee otro campo cerca de Angélica, hacia el norte, donde también cayó granizo, pero allí estiman una pérdida de entre un 15 y 20%.
Las precipitaciones se concentraron en áreas como el noroeste de Buenos Aires, el este cordobés y el norte de Rosario. Algunos de los registros más importantes fueron: 30 milímetros en Carlos Pellegrini, 30 mm en Baradero y 26 mm en Ramallo. También se registraron, en el sur de Córdoba, acumulados que oscilaron entre 10 y 25 milímetros. Las lluvias han sido esenciales para recargar los perfiles del suelo y proporcionar la humedad necesaria para el crecimiento de los cultivos.
Precipitaciones
Si bien en algunas zonas las lluvias llegaron acompañadas con granizo y esto afectó los cultivos, en otras, como se indicó, fueron muy beneficiosas para recargar los perfiles del suelo.
Otros registros fueron: Monte Buey, 25 mm; Montes de Oca, 24,6 mm; Junín, 24 mm; Noetinger, 24 mm; Guatimozín; 22,2 mm; Bell Ville, 22 mm; Irigoyen, 22 mm; Rojas, 22,2 mm y Bengolea, 22 mm.
Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), está previsto que las lluvias continúen hasta el miércoles o jueves, con la expectativa de una tormenta adicional, de menor intensidad. Esto sugiere que un área más amplia de la región núcleo podría recibir precipitaciones.
Fuente La Nacion