Escribió: General (R) Alejandro Alberto Díaz Bessone
El General Balza, ex embajador en Colombia y Costa Rica en representación
de gobiernos kirchneristas, en una entrevista que le hicieran la noche del
debate presidencial, volvió a negar que la Argentina tuvo que enfrentar una
guerra contra el terrorismo, inicialmente en democracia y posteriormente
bajo los designios de un gobierno militar.
El general, que se desempeñó en 1978 en la Escuela de Artillería de
Campo de Mayo, jurisdicción donde se desarrollo uno de los centros de
gravedad en el combate contra la guerrilla urbana, ciertamente conoce lo
establecido en las investigaciones de la Causa 13/84 donde se señaló: “la
actuación guerrillera en el lapso comprendido entre 1969 y 1979 se
computan 21.642 acciones de diversa entidad ….1748 secuestros, 1501
asesinatos, ….., 2402 robos de armamentos, 36 robos de explosivos, ….., 45
copamientos de unidades militares, policiales y de seguridad…..”.
También seguramente es de su conocimiento que la Cámara en la Sentencia
de la mencionada Causa 13/84 expresó: “Se ha examinado la situación
preexistente a marzo de 1976, signada por la presencia en la República del
fenómeno del terrorismo que, por su extensión, grado de ofensividad e
intensidad, fue caracterizado como guerra revolucionaria”.
En las cuestiones de hecho la misma Cámara expresó: “El objetivo último de
esta actividad fue la toma del poder político por parte de las organizaciones
terroristas, algunas de las cuales incluso intentó, como paso previo, a través
de los asentamientos en las zonas rurales de Tucumán ya mencionados, la
obtención del dominio sobre un territorio, a fin de ser reconocida como
beligerante por la comunidad internacional”.
Las fuerzas de la Nación (FFAA, FFSS y FFPP) no decidieron por si solas
empeñarse en esa guerra para que hoy no fuéramos Cuba u otro estado bajo
el yugo marxista. Lo hicieron en orden a lo establecido en el Decreto S
261/1975 firmado por la Sra. Presidente de la Nación, donde ordenaba
“aniquilar” el accionar subversivo. Y, posteriormente, después del cruento
ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, ya durante el gobierno del
Dr Italo Luder, ante la situación de conmoción que se vivía en todo el país,
en acuerdo de ministros se dictaron los Decretos 2770/75 (creación del
Consejo de Defensa para conducir las operaciones) y 2772/75 que ordenaba
a las FFAA bajo el Comando Superior del Presidente de la Nación”, la
ejecución de las operaciones militares y de seguridad que “sean necesarias
a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el
territorio del país”.
De la misma forma que repudio el cruento criminal e injustificado ataque
llevado a cabo por Hamas contra ciudadanos de Israel, también rechazo que
lo vivido aquí en la década del 70, en el marco de la llamada “Guerra Fría”,
no fuera una “Guerra”, tal como lo expresaba la doctrina militar de la época.
No pretendo entrar en polémica con un hombre que no ha manifestado la
más mínima consideración con camaradas injustamente detenidos por causas
armadas y aceptadas por una justicia envilecida. Lo hago porque con
ausencia de ética, en varias oportunidades se ha nombrado a personas ya
fallecidas que no pueden defenderse.
Un hombre que fuera expulsado por sus pares del Circulo Militar por
asamblea de socios, por quinientos votos y una abstención y que hoy no los
puede mirar de frente.
El terrorismo en su accionar no tiene limites y así lo demuestra con hechos
sangrientos y masacres inimaginables como las que estamos viendo en Israel
y que nosotros vivimos en los años 70 y se repitieron con los ataques al
Regimiento de la Tablada (1988), a la Embajada de Israel (1992) y a la
AMIA (1994).
La manipulación ideologizada de la triste y dolorosa historia que nos tocó
vivir a los argentinos, no contribuirá a la cicatrización de heridas y
pacificación de los espíritus que necesita nuestra Patria para unir los
esfuerzos que nos permitan superar la crisis que estamos inmersos.
General (R) Alejandro Alberto Díaz Bessone