Por Román Lejtman
Durante una reunión informal del board, la directora gerente del Fondo se mostró optimista con el plan de ajuste de la Argentina y es probable que haya un waiver que permita superar la revisión pendiente de 2023
El plan de ajuste del Gobierno y el apoyo explícito de la Casa Blanca son los argumentos políticos y económicos que despliegan en Balcarce 50 para sostener que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) concederá un waiver (perdón) a la Argentina y desembolsará 3.000 millones de dólares para afrontar los vencimientos de capital e intereses previstos en enero y febrero de 2024.
A mediados de diciembre pasado, Kristalina Georgieva protagonizó una reunión informal del board para describir el actual cuadro situación del Caso Argentino. El cónclave sucedió en Washington y la directora gerente del FMI explicó a los directores que se avanzaba en un Staff Level Agreement (SLA) como consecuencia de la magnitud del plan de ajuste que implementa la administración de Javier Milei.
El SLA es una paso previo e indispensable para lograr la aprobación del board del FMI, que dejó al país sin desembolsos en la última etapa del 2023 frente al incumplimiento de las metas del programa que Sergio Massa había negociado con Kristalina Georgieva.
Las metas pactadas entre el entonces ministro de Economía y la directora gerente del FMI referían al déficit fiscal, la emisión monetaria y las reservas del Banco Central, tres objetivos básicos del acuerdo de Facilidades Extendidas que Massa sacrificó para apalancar su estrategia de campaña presidencial.
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Desde ese momento el programa con el FMI descarriló y Argentina debió recurrir a la CAF, el Emirato de Qatar y China para evitar un default (Arrears) con el organismo multilateral de crédito. Ante esta situación política, el board del FMI decidió esperar al gobierno de Milei que prometía un ajuste histórico
MIlei cumplió con su promesa electoral y las negociaciones se encarrillaron durante la visita del presidente (electo) a Washington. Durante esa gira relámpago, Milei fue respaldado por Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden, que se comprometió a interceder en el FMI y en la secretaria del Tesoro, que controla Janet Yellen.
Javier Milei y Jack Sullivan durante el encuentro que mantuvieron en la Casa Blanca
Los directores del FMI que pertenecen al G7 -Alemania, Japón y Canadá- estaban reacios a tratar con benevolencia política al gobierno de Milei y la secretaria Yellen era su principal respaldo en la Casa Blanca. Para Yellen y los directores del G7 otra vez era la Argentina, y poco importaba que ya no estuviera Massa y que ahora el ministro de Economía se llamaba Luis “Toto” Caputo.
El consejero Sullivan cumplió con su parte del guión en DC y Caputo se pasó largas horas vía zoom y chat explicando a la burocracia del FMI que Argentina podía cumplir las metas previstas con el plan de ajuste que empujaba Milei a fuerza de DNU, devaluación del tipo de cambio y achique inédito del gasto público.
A una semana de Navidad, el board recibió a Georgieva para escuchar su posición con respecto al plan económico de la Argentina. Fue una reunión informal que la directora gerente utilizó para describir la propuesta política que encara Milei y el programa técnico que aplica Caputo desde el Palacio de Hacienda.
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El encuentro duró cerca de dos horas, y se estableció -de hecho- un cronograma de trabajo. La burocracia del FMI debía viajar a Buenos Aires para encontrarse con el jefe de Gabinete, Nicolas Posse, y el ministro Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, antes de cerrar el Staff Level Agreement (SLA).
En este contexto, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó ayer que Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja, dos funcionarios clave del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, llegarán al país este jueves. Será una visita formal de cuarenta y ocho horas: la data que necesitan, ya la tienen.
Cuando Cubeddu y Ahuja regresen a Washington se terminará de redactar el SLA, que tendrá nuevas metas e idéntico programa económico. Y antes de que concluya enero, el board del FMI se reunirá para conceder un waiver y aprobar un desembolso de 3.000 millones de dólares que está pendiente desde noviembre pasado.
En medio de esta compleja agenda de trabajo, Milei y Georgieva coincidirán en Davos. A la misma hora y en el mismo lugar. No se descarta un contacto informal entre el Presidente de la Argentina y la directora gerente del FMI.