Alfonso Rueda ha lanzado este domingo sus primeros mensajes de precampaña en clave abiertamente electoral. El candidato del PPdeG a la reelección ha proclamado que él se presenta a las autonómicas del 18F para que Galicia no sea «un trofeo en la Moncloa» ni se convierta «en una sucursal de ‘serie b’ del independentismo». «Galicia tiene su personalidad, quiero ganar para q Galicia siga siendo Galicia», un territorio «leal, trabajador, con identidad propia y a mucha honra, sin depender de nadie». Ante más de 1.500 simpatizantes que han abarrotado el coqueto patio interior del compostelano Hotel Monumento San Francisco, Rueda se ha mostrado confiado en poder revalidar la actual mayoría absoluta, pero ha prevenido en reiteradas ocasiones a su partido a no confiarse. «Creo que es posible pero nada está ganado», ha advertido, «nada vale si nos conformamos».
Rueda ha lanzado el mensaje de que quiere ganar «no porque los otros pierdan», sino porque lo avala «un balance» de gestión en estos catorce años de gobiernos populares, de los que él ha estado al frente el último año y medio. Así, ha enumerado hitos de esta etapa como el gasto en infraestructuras, tener una de las deudas publicas más bajas de España, la única educación infantil de España gratuita entre los 0 y 3 años o la tasas universitarias más bajas del Estado. «Tenemos ideas y ganas de seguir», y ha reclamado a la militancia de base «estar en todas partes, siendo gente activa, con la cabeza alta, convencida de lo que hay q defender frente a tanto falabarato». «Frente a los insultos, la demagogia, la manipulación, las promesas absurdas de hechos incumplidos» que ha atribuido a la oposición, ha contrapuesto la «responsabilidad» de su gobierno.
«Quiero que esa Galicia de la que la izquierda reniega y habla mal, que nunca nos reconoce nada, siga siendo la Galicia que defendemos, con ‘sentidiño’, tranquilidad y firmeza», ha resumido, «de esto va la campaña electoral». «Somos un grupo imparable, convencido y orgulloso», ha enfatizado ante los suyos, «pero si no lo estamos, hay el riesgo de que Galicia dé un cambio del que nos arrepentiremos».
Alfonso Rueda ha prevenido contra las promesas que vendrán procedentes de Moncloa en las próximas semanas, «donde tienen a Galicia como un trofeo» que quieren colocar «en su vitrina», y que serán «aplaudidas con las orejas» por los nacionalistas. «Nos enfrentamos a los que siempre hablan y luego no hacen nada», poniendo como ejemplo «la ley del sí es sí» o «los juzgados de violencia de género», y se ha preguntado dónde están los cinco que PSOE y BNG comprometieron en el pacto para la investidura de Pedro Sánchez.
El candidato popular ha desempolvado la lista de agravios con Galicia, «que no es más que nadie, pero no quiere ser menos», como el recurso por la ley de gestión del litoral «mientras al PNV le ponen la alfombra roja», los fondos next-gen «que dijeron que iban a ser un maná» no llegan «mientras se prometen en otros sitios y aquí nunca toca». «Todas esas reclamaciones a las que Galicia tiene derecho y llevamos haciendo se van a convertir en promesas en estos 40 días» que «se irán a la cesta de la basura del cambio de opinión de Moncloa, a la cesta de las hipotecas con otros sitios», en referencia a País Vasco y Cataluña. «En esta campaña yo defiendo la política de la confianza, y en ellos no se puede confiar, con todo lo que han hecho e incumplido». «No quiero que estas elecciones sean una justificación para que España siga siendo un estado desigual», ha asegurado Rueda, «quiero una Galicia que tienda puentes y no levanta muros, que se relacione con toda España en igualdad».
Con el acto de este domingo el PP despierta tras unas fiestas navideñas de perfil bajo. «Hoy es el último día de vestuario», ha brometado Alfonso Rueda al comienzo de su intervención. A partir de ahora el «ejército pacífico e imparable» del PP gallego -en palabras de la alcaldesa de San Cibrao, Marta Novoa- se echa a la calle para dar la batalla en los 42 días que restan hasta las elecciones, tantos como escaños dispone hoy el centro derecha en el Parlamento. Los mensajes han ido cambiando en las últimas semanas. Si Rueda hablaba de la «quinta mayoría absoluta» en su proceso de elección interna para suceder a Feijóo al frente del PPdeG, este domingo ya se ha convertido «en la primera», un matiz para romper con la inercia de los catorce años de mandatos conservadores. Las dos claves que se destilan de las proclamas del PP son movilización y desconfianza de las encuestas. «Creo que es posible pero nada está ganado», ha rematado Rueda, «nada vale si nos conformamos».
El PP gallego se pone el mono de trabajo.
Fuente ABC