Por Nicolás J. Portino González -Especial Total News Agency-
La influencia del socialismo en Latinoamérica, bajo la guía de los principios gramscianos implementados por entidades como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, ha dejado huellas profundas y destructivas en la región. Estos modelos, promovidos en países como Cuba, Venezuela, Ecuador, Brasil y Argentina, han resultado en regímenes que, lejos de propiciar la justicia social prometida, han sumido a sus poblaciones en la pobreza, indigencia, y una profunda crisis social y económica.
- Cuba y Venezuela:
Espejos de Represión y Colapso
Cuba, bajo el régimen Castrista, y Venezuela, a raíz del autoritarismo chavista iniciado por Hugo Chávez y perpetuado por Nicolás Maduro, representan casos emblemáticos del fracaso socialista. Ambos países, alguna vez florecientes, ahora enfrentan una realidad de represión política, violaciones a los derechos humanos, crisis económicas sin precedentes, y un éxodo masivo de ciudadanos buscando escapar del desastre.
En Venezuela, el chavismo transformó una de las economías más ricas de la región en un escenario de hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, y un desmantelamiento de las libertades civiles. Cuba, por su parte, sigue siendo un caso drástico de represión y control estatal, donde la falta de libertades fundamentales y una economía en ruinas son la norma.
- Ecuador:
El Legado de Correa
En Ecuador, el gobierno de Rafael Correa es recordado por un “latrocinio gigantezco”, dejando al ex presidente evadido de la justicia. Bajo su mandato, se observó un deterioro de la institucionalidad democrática y un incremento significativo de la corrupción, comprometiendo el desarrollo futuro del país y erosionando la confianza en el sistema político.
- Argentina y Brasil:
16 años de régimen Kirchnerista. Alberto Fernández y Lula da Silva
Brasil bajo el liderazgo reciente del ex presidiario Lula da Silva y Argentina, con los regímenes híper corruptos del Kirchnerismo, uno muerto y la otra condenada, seguidos por el peor gobierno Argentino desde el regreso de la democracia del ya Ex Presidente Alberto Fernández, comparten historias similares de promesas de justicia social fracasadas. En ambos casos, las políticas implementadas han profundizado la división social, incrementado la pobreza y la indigencia, y debilitado el tejido económico y social, además de haber hecho un plan de gobierno en base al crimen organizado.
Estos regímenes han sido marcados por un profundo desprecio por la ley, la manipulación de la justicia para fines políticos, y un deterioro alarmante de la calidad educativa. La corrupción rampante y la gestión económica desastrosa han exacerbado las desigualdades y socavado cualquier intento de progreso social.
- Conclusión: La destrucción intencional de la región
La implementación de políticas socialistas en estos países ha resultado en un proceso de destrucción intencional, alejado completamente de cualquier narrativa de justicia social. La realidad de la región refleja una crisis profunda de gobernabilidad, donde la manipulación ideológica, la corrupción, y el autoritarismo han prevalecido sobre el bienestar de las poblaciones.
La lección de estos casos en Latinoamérica es clara: la promesa del socialismo, tal como ha sido implementada, ha fallado en sus objetivos más fundamentales, dejando a su paso sociedades fracturadas, economías arruinadas y un legado de desesperanza. Es imperativo reevaluar las políticas y estrategias para encaminar a la región hacia un futuro de verdadera libertad, prosperidad, y respeto por la ley y los derechos humanos…como comienza a suceder en países como Argentina, Paraguay y Ecuador. En otro orden de cosas, también El Salvador.