El procedimiento, a cargo de la Justicia federal, dejó 11 detenidos y, entre ellos, había integrantes de una facción de la hinchada que hace unas semanas se mostró en un video exhibiendo armas de fuego desde un colectivo
El narcotráfico encontró en el agua un aliado para el traslado de cocaína, cuando no es posible por tierra y el aire. Tal es el caso de los narco submarinos colombianos. Salvando las distancias, en el partido bonaerense de La Matanza apareció una canoa narco que surcaba el río Matanza y bien podría rendirle honor a los ingenieros de la droga en Colombia. Ocurrió este 21 de marzo, cuando la Estación de Policía de Seguridad Departamental de la Policía de la Provincia de Buenos Aires de esa zona llevó adelante 22 allanamientos en la localidad de Gregorio de Laferrere.
El procedimiento fue ordenado por Jorge Ernesto Rodríguez, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de Morón, Secretaría N°5 de Lorena Reynoso.
Los agentes detuvieron a 11 sospechosos, entre ellos, a integrantes de la barra brava del Club Social y Cultural Deportivo Laferrere, quienes semanas atrás fueron protagonistas de un video que los muestra exhibir armas de fuego desde un colectivo, hecho por el que interviene la justicia de la provincia de Buenos Aires.
Durante el operativo a cargo de Rodríguez, se secuestró de gran cantidad de armas de uso civil y de guerra, chalecos antibalas, dinero, vehículos y estupefacientes: “6.357 envoltorios pequeños de pasta base, marihuana y cocaína, 7944,6 kg de pasta base, 5282,7 kg de cocaína y 2989,88 kg de marihuana”, se informó oficialmente.
La investigación se inició en enero, como consecuencia de una denuncia anónima que daba cuenta que en la calle Tafi, cerca del Río Matanza, entre las calles Calderón de la Barca y Apipe, hay una banda narco con armas, chalecos de Policía, que venden pasta base día y noche y amenazan a los vecinos de la zona.
De esta manera, se logró establecer que a la vera del Río Matanza, llegaban distintas personas para comprar la droga. Según indicaron las fuentes, los consumidores se dirigían hacia un sector de arboleda, donde eran recibidos en una primera posta por personas armadas que los revisaban e, incluso, les sacaban las vestimentas, para luego pasar a una segunda instancia donde entregaban el dinero. Luego de un momento, recibían los estupefacientes para finalmente retirarse del lugar.
Las fuentes destacaron que sobre el río existe un puente de madera precario, que une ambas márgenes, del lado investigado pertenece al partido de La Matanza, pero del lado contrario corresponde a Ezeiza y para llegar a esa altura por el lado del partido de la zona sur, deben recorrerse varios kilómetros a campo traviesa, explicaron.
En síntesis, no hay caminos ni forma de llegar en vehículos. Además, los miembros de la organización utilizaría la canoa para desplazarse sin ser detectados.
Asimismo, la actividad ilegal era realizada por varios vendedores, quienes respondían a distintas personas, existiendo además otros sujetos que vigilaban que todo se desarrolle sin riesgo para las maniobras, utilizando para ello armas de fuego. De hecho, los investigadores revelaron que, durante las vigilancias, se pudo oír detonaciones, tal como sucede en la zona de la triple frontera, surcada por el Río Paraná, en Puerto Iguazú.
La investigación permitió establecer las identidades de las personas responsables de la actividad, quienes cumplían distintos roles en la organización, desde proveedores, organizadores y vendedores; también a aquellos que pertenecen a la barra brava del club matancero.
Tiros al aire y un fusil en exhibición
La barra de Laferrere, con armas y una ametralladora
A mediados de febrero se hizo viral el paseo en caravana de la barra brava de Deportivo Laferrere en la previa del duelo ante Deportivo Armenio. Iban a bordo de un micro blandiendo armas de fuego y efectuando disparos al aire, a modo de demostración de poder. Dos semanas más tarde, por ese episodio, fueron arrestados Pedro Fernando Argañaraz, Omar Alejandro Argañaraz y Jonatan Emanuel Sandoval, quienes fueron identificados como portadores del arsenal, que incluyó un fusil.
La causa está caratulada como “amenazas coactivas, privación ilegítima de la libertad agravada en concurso real con portación ilegal de armas de guerra e intimidación pública”.
Para entender lo que ocurrió con el video que dio inicio a la investigación hay que situarse en lo que pasa en la barra de uno de los equipos más populares del Oeste bonaerense. Quienes dominan hoy la popular se hacen llamar Familia Villera y accedieron al poder en 2018, cuando cayeron presos por narcotráfico sus predecesores, llamados La 79.
Los nuevos jefes tenían como líder a Fabricio Martínez, un hombre ligado al sindicato de la carne y que algunos también relacionaban a Nicolás Guimil, alias Chaki Chan, el famoso narco que recaudaba 10 millones de pesos por día y que por su idolatría hacia Pablo Escobar era considerado el Patrón de la Matanza.
Pero Martínez fue acribillado a la salida de su casa, en lo que sería una interna narco. Si bien salvó la vida, supo que debía correrse de un lugar tan expuesto como la tribuna. Ahí el líder narco puso como jefe en la barra a su mano derecha, Freddy. De hecho, durante todo el año pasado se podía ver debajo de la bandera que decía Familia Villera, otra insignia que decía “La barra de Freddy”. Pero Guimil cayó preso casi al mismo tiempo en que empezaron a salir, para fines de 2023, los miembros de La 79, tras cinco años tras las rejas.
Entonces, los viejos líderes vieron la posibilidad de regresar. Así, a comienzos de 2024, empezó una guerra de guerrillas. Freddy desapareció de la cancha desde el comienzo del torneo y nadie sabe su paradero. A su sucesor, el Moski, La 79 le baleó la casa y también lo puso en guardia. Y ahí, el grupo de kilómetro 24, decidió que con ellos no iban a poder. Y para dejarlo claro armaron la escena que abrió la investigación policial y terminó con los allanamientos y las detenciones.
Fuente Infobae