Por Ignacio Ortelli
El vocero presidencial cuestiona a sectores de la oposición que buscan que el Gobierno “fracase” y sostiene que están “apurados” porque “ven que al Presidente le está yendo bien”. El recorte en el Estado y la apuesta a garantizar la gobernabilidad con la gente.
-¿Qué balance hace de estos primeros meses de gestión de Javier Milei?
-Cuando asumimos, la tragedia estaba a dos metros, la Argentina estaba estallada. Las preguntas antes del 10 de diciembre eran cuándo iba a volar todo por el aire, sobre la llegada de la hiperinflación ó cuándo se terminaba de derrumbar la economía por el problema de los importadores. Tres meses después, nos preguntan cuándo vamos a levantar el cepo, cuándo empieza la recuperación ó cuándo la inflación va a ser del 1 por ciento. Por eso creo que de este inicio de gestión, el balance es muy positivo, un éxito.-El kirchnerismo dice que había problemas pero al menos un Estado presente.
-¡Es alucinante eso que dicen! Un relato: el Estado estaba absolutamente abandonado, la Argentina estaba destruida, con 50 por ciento de pobres y una economía sin funcionar y sin chances de hacerlo porque no había reservas en el Banco Central. Teníamos un default con los importadores de más de 42 mil millones de dólares, una economía frenada y además estábamos aislados del mundo, con amigos como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte.-Alberto Fernández solía decir que había heredado “tierra arrasada” del macrismo. ¿Milei qué heredó?-Yo no creo que haya sido así la herencia del macrismo, pero aun si fuese así lo que agarramos nosotros fue 100 mil veces peor que lo que heredó Alberto Fernández. Fue el peor gobierno de la historia, por lejos.-¿Cuán preocupante es la situación actual de la economía?-Ya sacamos la basura de abajo de la alfombra y sinceramos la economía. Ahora estamos en ese punto de inflexión donde, luego de las correcciones y de la inflación muy alta, que venía contenida artificialmente, estamos generando confianza, con las cuentas públicas ordenadas y con una economía transparente. Nosotros no nos movemos de nuestro norte y entendemos que en algunos meses vamos a poder empezar a contar mejores noticias. El levantamiento del cepo, como dijo el Presidente, será un gran cambio de época.-¿Qué errores admiten que cometieron?-Yo coincido con el Presidente. Creo que fue un error haber pensado que podíamos tener un diálogo moderno con algunos gobernadores. Rápidamente nos topamos con la realidad.
-Entonces, ¿va a haber Pacto de Mayo?-No depende de nosotros. El Presidente propuso diez puntos elementales, sería extraño que alguna de las 24 jurisdicciones tenga algo que observar a ese rumbo.-Kicillof dijo que si no llega, “arranquen”…-Pero él mismo dijo que no estaba de acuerdo con aportar más de lo que recibe en términos de coparticipación, y es otro de los temas que queremos debatir. Así que nos llama la atención que diga eso. Igual, si el gobernador no llega, arrancaremos.-El Presidente condicionó el Pacto a la Ley Bases. ¿Qué pasa si no se aprueba?-La Ley Bases va a salir. Me parece que la política entendió que los tiempos cambiaron. Y entendió también que la gobernabilidad no te la da un grupito de políticos que se ponen de acuerdo para gobernar sino que la da la gente. Y, para desgracia de algunos, la gente mantiene el apoyo, la esperanza y confía en Milei.-¿No es una apuesta demasiado riesgosa? ¿Qué van a hacer si alguna vez les va mal en las encuestas, como también les pasó a todos los gobiernos?-¿Por qué debería ocurrir? Lo novedoso de Milei es que está cumpliendo con todo lo que prometió en campaña y la apuesta es esa. ¿Por qué si el 56 por ciento votó por algo que estás cumpliendo, luego va a darte la espalda? Nosotros aseguramos la gobernabilidad cumpliéndole a la gente y hablamos con todos los sectores: a lo que no estamos dispuestos es al “toma y daca”, al “te doy esto a cambio de aquello”.-¿Hay opositores que quieren voltear a Milei?-Yo creo que hay mucha de gente que está interesada en que Milei no avance y que el Gobierno fracase lo antes posible. No me caben dudas que hay varios que sueñan con el helicóptero y que están apurados porque ven que a Milei le está yendo bien y saben que si le va bien no vuelven más y quedan afuera de la política.
-¿No les hace ruido que el FMI haya pedido revisar la “calidad” del ajuste y “apoyar a los sectores más vulnerables”?-No, para nada. Coincidimos con el Fondo. Y si hay un sector al que estamos ayudando, es a los más vulnerables, especialmente a los más chicos, que son el futuro de Argentina y es fundamental que sean atendidos. Lo que sí hicimos, gracias a un gran trabajo de la ministra (Sandra) Pettovello, es terminar con el negocio espurio que había en torno a la ayuda social. Los políticos argentinos que ahora dicen que no nos ocupamos de los pobres eran los que hasta hace diez minutos los usaron para hacer negocios.-Opositores de distintos sectores acusaron al Gobierno de tener grupos de trolls. Como máximo responsable de la comunicación, ¿qué tiene para decir?-Es algo que se dijo de todos los gobiernos. Yo entiendo que hay un montón de fanáticos y de gente que defiende a todos los proyectos y que otras personas, sin importar lo que pase, siempre van a tirarle una piedra digital al gobierno, ¿no?-¿No hay, como dicen algunos, un “call center” en Casa Rosada?-No hay nada de eso. En lo que era el Salón de Mujeres y hoy es el Salón de los Próceres, funciona la Dirección de Comunicación Digital, que depende de mí área. Pero pregunto: ¿Qué sentido tiene que haya una granja de trolls, como la llaman algunos?-Bueno, a veces es difícil explicar cómo puede haber tantos usuarios coordinados y con la misma estrategia discursiva.-En las redes hay un Efecto Dominó. A mí, siendo periodista, me pasaba que había veces que escribía algo y lo replicaban miles de usuarios. Entonces me podían acusar de tener una granja de trolls y sin embargo ni los conocía. A mí me parece alucinante que haya gente que sin cobrar un mango, y sólo por una idea, se enganche a hacer cosas fenomenales, en términos de producción de video e imagen.-¿No cree que se busca amedrentar a opositores, a periodistas críticos y cercenar la libertad de expresión? El kirchnerismo lo hacía con esa finalidad.-Bueno esa no es nuestra idea, y tampoco apoyamos ningún acto que vaya en contra de la libertad de prensa.-¿Por qué Milei apunta tanto contra los medios de comunicación?-El Presidente no apunta contra los medios, apunta sobre personajes en particular y tal vez algún dueño de medios. No tiene ninguna animosidad con nadie. Es súper respetuoso pero también tiene derecho a aclarar cuando se dice algo que no es verdad. Lo que pasa es que se quiso instalar la imagen de que es antidemocrático, pero dudo que haya un gobierno que esté más a favor de la libertad de expresión que el de Milei.-¿Por qué, entonces, cerró Telam?-No tiene nada que ver. Una cosa es lo que banca el contribuyente y otra cosa es la libertad de expresión. Nosotros defendemos la plata de los contribuyentes. En el caso de Telam, no tenía ningún sentido que 964 empleados fueran sostenidos por una sociedad con 50 por ciento de pobres. Todas las empresas públicas son pasibles de cerrar, ser privatizadas o cedidas a los empleados.-Cambiemos de tema. ¿No les preocupa que, salvo la Coalición Cívica, a la postulación de Ariel Lijo a la Corte Suprema la respalde casi toda la política?-No, ¿por qué debería llamarnos la atención?-Se trata de un cargo muy importante sobre el que generalmente, lo que el Gobierno considera “casta”, quiere opinar…-Cada uno tiene su postura. En el caso de los jueces de Corte, hay quienes proponen que uno de los reemplazos sea una mujer y nos parece bárbaro que se discuta. Acá el Presidente propuso dos nombres, dos perfiles distintos, con historias distintas y con cuestionamientos diferentes. Dejemos que se debata y si no (son aprobados), serán otros dos.-En diciembre el Gobierno decía que ningún empleado estatal que fuera a trabajar se iba a quedar sin trabajo, sin embargo están dando de baja contratos de personas que sí lo hacían. ¿Hubo un replanteo?-No, siempre pensamos y dijimos lo mismo. Había lugares en el Estado que no tenían ninguna razón de ser. Si tenés una persona que va a trabajar todo el día a poner un sello en un papel en blanco, algo que no genera ningún beneficio para el país, no tiene ningún sentido. Lo que nosotros estamos haciendo es transformando el Estado.-El Presidente habló de dar de baja 70 mil contratos y el Gobierno aclaró que será en etapas, en los próximos meses. ¿Termina ahí el recorte?-No, no, cada puesto del Estado está en evaluación permanente. En esta etapa, son 76 mil contratos pero todos los contratos siguen en revisión según la necesidad de cada área. El trabajo de auditoría del empleo público es muy complejo.-Por último, ¿era necesario reabrir en este momento el debate por el 24 de marzo? ¿No faltó un repudio a la dictadura?-El repudio nosotros lo hicimos y lo hacemos. Fue algo horrible, horroroso de las dos partes. Pero tal vez a lo que se apela es a que, con un episodio que pasó hace 50 años, efectivamente es que la Justicia llegue para todos.
Del blog sobre economía a la Casa Rosada y la historia detrás del “Fin”
Manuel Adorni no quiere saber nada con que lo comparen con Gabriela Cerruti, quien cumplía una función similar en el gobierno de Alberto Fernández. Incluso, más de una vez corrigió a quien lo llamó “portavoz” y recordó que su cargo es el de vocero presidencial: “No hay ninguna similitud entre lo que hago yo y lo que hacía ella”, replica, con tono irónico, pese a que se le recuerda que la ex diputada también daba conferencias de prensa y tenía a cargo la comunicación de Gobierno. En definitiva, en los más de tres meses que lleva de gestión, este economista busca diferenciar su tarea y dice seguir sintiéndose “parte de la prensa”. Asegura querer marcar un estilo propio y relativiza los cruces que, al igual que su antecesora, protagonizó con los periodistas. “Tengo un buen trato con todos, incluso con los que son afines al kirchnerismo. A veces obviamente no coincido en algunos temas, pero eso no va a resquebrajar la relación personal: de hecho me podría sentar con cualquiera a charlar sin ningún problema. En las redes hay periodistas que me matan, como Pablo Duggan y Jorge Rial, y yo a veces contesto, pero siempre de mi lado con respeto. Me parece que es parte del show”, asegura.Fue justo en un medio alineado con el kirchnerismo que Adorni conoció a Javier Milei. “Un día, hace diez años, luego de compartir panel en C5N, intercambiamos los teléfonos y así nació esta amistad. Pero hoy lo respeto como Presidente. Si cuando lo voy a ver no me dice ‘sentate’ no me siento. Si no me dice ‘pasá’, no paso”, cuenta sobre el vínculo.Sin embargo, su presencia en el Gobierno se explica en buena medida a no poder decirle que no a su amigo Presidente y a su hermana, Karina Milei. “La política no me interesó nunca, de hecho originalmente yo no pensaba estar en el Gobierno, pero después las circunstancias me fueron llevando”, confiesa.Criado en una familia que él define como “muy acaudalada” a la que luego “el país fue despedazando como a la mayoría de los argentinos”, Adorni recuerda que sus primeros pasos en los medios de comunicación se dieron de causalidad: “Yo escribía un blog que se llamaba ‘Política on the Rocks’ y era muy crítico con el kirchnerismo y su política económica. Una vez un productor me leyó y me invitó a hablar en una radio del interior. Ahí me escuchó otro y me llamó para otro programa. Y acá estoy”.En paralelo, construyó un alto perfil en redes, donde su estilo ácido y audaz lo convirtieron en un referente público del liberalismo. En Twitter, impuso la palabra “Fin” para cerrar cada posteo, una marca registrada que mantiene como funcionario y comunica temas de gestión. “Nació una vez que le estaba contestando a una diputada kirchnerista creo y le empecé a enumerar todo lo malo que había hecho su gobierno. Eran tantas cosas malas que me había quedado sin caracteres. Entonces, borré lo último que había puesto y puse ‘fin’. Eso se viralizó y de ahí quedó como un sello”, revela.
Itinerario
Manuel Adorni tiene 44 años, una esposa y dos hijos, Trinidad y Tomás. Licenciado en Economía, graduado en la UADE, y docente universitario, se incorporó a la política a partir de la asunción de Javier Milei a la Presidencia. Antes se había desempeñado como columnista en distintos medios de comunicación, donde había impuesto un estilo provocador y refractario a las políticas económicas K. Como usuario activo de la red social Twitter, en noviembre de 2023, APTRA le entregó el Martín Fierro Digital en la categoría “Mejor twittero”. En el Gobierno ocupa el cargo de vocero del Presidente, aunque como parte del círculo de mayor confianza de Milei y su hermana Karina sus funciones trascienden ese rol.Al toqueUn desafío: Hacer todo para que cuando mis hijos tengan 20 años no tengan que irse del país.Un sueño: Que los miedos sobre el futuro de la Argentina terminen de desaparecer.Un proyecto: En el que estoy ahora, colaborando para que la Argentina sea mejor.Un líder: El presidente Javier Milei.Un prócer: Hay muchos, pero el que mejor nos representa es San Martín.Un libro: “El Padrino”, de Mario Puzo.Un placer: Cada momento que puedo compartir con mi mujer.Una sociedad que admire: Todas las que apuestan a desarrollarse.Un recuerdo de la infancia: El día que mi papá me enseñó a andar en bicicleta.Una comida: Depende el día, pero si tengo que elegir una, el asado.
Una bebida: Una copa de vino.Una película: El Padrino.Una serie: Lost y This is Us.
Fuente Clarin