Por Edgardo Aguilera
Viajó a Bruselas un funcionario clave y el país empezó a dar señales muy importantes. Un embajador puso en agenda la preocupación por la base satelital de China, país en la mira de la Alianza.
“Nos encontramos en un momento de grandes expectativas y justificada esperanza de la comunidad mundial ante la emergencia de un nuevo sistema de seguridad internacional.” Este diagnóstico; muy parecido a la situación actual de pugna entre dos colosos; fue el preámbulo de la carta que en 1999 envió el presidente Carlos Menem a su par norteamericano Bill Clinton para solicitarle la incorporación de la Argentina a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “en calidad de miembro asociado o una categoría similar a establecerse”.
Jorge Castro ex secretario de Planeamiento Estratégico estuvo a cargo de la presentación de la propuesta. El país ya contaba desde 1997 con la designación de gran aliado extra OTAN por parte del Congreso estadounidense con la obvia aprobación de la Casa Blanca, pero Menem quiso una vuelta más en el vínculo político y militar con la organización atlántica. No pudo ser.
Veinticinco años más tarde la Argentina reinicia el camino de incorporarse a la Alianza Atlántica de la mano de Javier Milei y su giro en el área de defensa hacia un categórico alineamiento militar con los Estados Unidos. Como en aquella oportunidad otro Jorge; Antelo, secretario de Estrategia Nacional, fue el encargado de presentar la iniciativa en oficinas de la organización.
Que la Argentina se incluya en las filas de “socios globales” (partners across the globe) status como el de extra OTAN que permiten el acceso a una extensa gama de programas de asistencia, equipos y adiestramiento militar estandarizado que resulta estratégico en medio de cambios en el sistema multilateral y el retorno a la geopolítica de dos competidores Estados Unidos y la República Popular de China.
Con instrucciones de Milei, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, envió a Antelo a Bruselas. Asistió el 21 de marzo pasado a la Cumbre de Energía Nuclear un foro de debate organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica presidido por el embajador Rafael Grossi en conjunto con el Reino de Bélgica.
Fuente MDZ