Argentina
España
USA
Israel
Por Gustavo Bazzan
Es porque corrigió la valuación de activos como Letras Intrasferibles y otros papeles que le colocó compulsivamente el Tesoro. Los Gobiernos K colocaron esas letras a cambio de dólares de las reservas, para pagar deudas.
El Banco Central decidió emprolijar su balance y elaborarlo según las normas contables vigentes. El resultado es demoledor. Al valuar de manera real las letras intransferibles y otros papeles que le “encajó” compulsivamente el Tesoro en los últimos años, se sinceró un quebranto de al menos 45.000 millones de dólares.
El origen de este desastre contable habría que buscarlo en el momento en que el gobierno de Néstor Kirchner -un camino que luego utilizó Cristina Kirchner- empezó a colocarle de manera compulsiva letras en dólares pero intransferibles a cambio de dólares de las reservas, que eran utilizados para saldar deuda del Tesoro emitida en moneda extranjera. Con bonistas y también con organismos internacionales.
La primera movida en ese sentido fueron las letras que colocó el gobierno de Nestor Kirchner a fines de 2005 para saldar por completo una deuda con el FMI por unos 10.000 millones de dólares.
De ahí en adelante, este tipo de operaciones se hizo repetida, toda vez que el Gobierno estaba impedido de tomar dólares en los mercados de capitales, debido a varias razones: el default con los bonistas y las muy altas tasas de interés que debía pagar el país. En 2010, un pedido de más dólares por parte del Ejecutivo al Central provocó un fuerte enfrentamiento entre Cristina Kirchner y el por entonces titular del BCRA, Martín Redrado, que termino renunciando ante la negativa de ceder más reservas a cambio de letras intransferibles.
Esta mañana, el Banco Central, que conduce Santiago Bausili, informó que el balance del BCRA se presentará desde ahora utilizando “normas profesionales vigentes”.
En ese sentido, el BCRA señaló que, con el objetivo de sincerar y mejorar la calidad de la información de la institución, aprobó la adecuación de su Manual de Políticas Contables
Y aquí lo importante:
“El principal impacto de esta adecuación se observa en los criterios de valuación de las Letras Intransferibles y Otras Letras del Tesoro Nacional en dólares estadounidenses, así como de los Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional”
El comunicado explica que “Anteriormente, para la valuación de ambas exposiciones con el Sector Público (Letras Intransferibles y Adelantos Transitorios) se utilizaban los criterios de “Valor Técnico” y “Valor Nominal”, respectivamente, dos criterios no aceptados por las normas contables profesionales argentinas vigentes para la valuación de créditos similares. Con vigencia efectiva a partir de los estados contables al 31 de diciembre de 2023, la disposición establece que la valuación de los instrumentos mencionados se realizará a “costo amortizado considerando el límite del valor recuperable”, criterio dispuesto por las normas contables profesionales argentinas vigentes”
Las pérdidas
Estas adecuaciones en materia de valuación contable significaron, al 31 de diciembre de 2023, el reconocimiento de una pérdida por $41.555.355 millones ($ 41,5 billones) respecto a las Letras Intransferibles, y de $2.315.415 millones ($ 2,3 billones) respecto de los Adelantos Transitorios.
Fuentes del Banco Central resumieron estas cifras así: A grandes razgos, si teníamos $75 billones de letras intransferibles valuadas a 100%, tras la valuación esas mismas letras valen 60% menos. Este es el costo del sinceramiento”
Un punto importante que señala el Banco Central en su comunicado es que dada la magnitud del quebranto, se elimina la posibilidad de recurrir a las transferencias de utilidades contables (que poco reflejaban la real situación económica y financiera de la Institución) como mecanismo alternativo de financiamiento monetario al Tesoro, consistente con el compromiso de déficit cero y la eliminación del financiamiento monetario.”
Ocurre que por la devaluación -los pocos dólares que tenía en su poder el BCRA valían más en pesos- se inventaban ganancias ficticias. Y tales ganancias eran transferidas al único accionista del BCRA, es decir el Tesoro.
Fuente Clarin
