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En paralelo al paro de la CGT y el debate legislativo por la ley Bases, el Gobierno se entusiasmó en los últimos días en avanzar hacia un plan integral para captar inversiones extranjeras en la Argentina que contemplará la apertura “no inminente” del cepo, beneficios impositivos para las empresas y el efecto Elon Musk para atraer capitales.
Desde Javier Milei para abajo, en la Casa Rosada están convencidos de que la llegada de inversores no se dará solamente con la apertura del cepo sino que se requiere de una amplia batería de medidas y gestos tendientes a generar confianza en los empresarios extranjeros por el “cambio real” en la Argentina.
Durante la reunión de gabinete del jueves pasado que no estuvo el presidente Javier Milei hubo una definición tajante de dos hombres de peso del Gobierno: Luis “Toto” Caputo dijo que la salida del cepo “no será inminente”. Desterró así cualquier tipo de especulaciones que se habían gestado respecto de una apertura de la economía en junio.
Pero el mensaje lo completó el jefe de gabinete, Nicolás Posse, quien detalló que “el mejor esquema será ir por una salida del cepo en capas”.
Salida del cepo
Según pudo reconstruir El Cronista de fuentes calificadas del Gobierno, esa salida por “capas” del cepo implicaría ir abriendo las restricciones de manera gradual y por rubros.
Es decir, avanzar con la apertura del giro de dividendos, eliminar las restricciones en el acceso a divisas a través de dólares financieros, la apertura en el pago de importaciones o acomodar el tipo de cambio.
Esto es lo que el presidente Javier Milei llamó al hablar de un levantamiento del cepo con “prolijidad”. Es decir, que Caputo y Posse dejaron en claro puertas adentro que nadie se ilusione con una salida inmediata del cepo y que se explora la vía gradual de la salida de restricciones para no generar un problema en el Banco Central y al mismo tiempo dar señales de apertura al mercado extranjero.
El International Institute of Finance (IIF) emitió el viernes un informe en el que abordó los primeros avances de la gestión económica pero advirtió sobre la necesidad de avanzar en las reformas para consolidar el ajuste fiscal.
El IIF destacó que “la plena liberalización del mercado de divisas, que debería allanar el camino para una recuperación del crecimiento, requeriría 10.000 millones de dólares adicionales en reservas”. Esta evaluación reforzó el camino que trazaron de alguna manera Caputo y Posse al hablar de una salida “en capas del cepo”.
Apoyo internacional
Para completar este esquema de salida del cepo “no inminente” el Gobierno se apoyará también en el respaldo internacional a la Argentina. Caputo dedicó más de 20 minutos en la última reunión de gabinete para hablar en detalle de lo que implica para el país un respaldo de empresarios de la talla de Elon Musk, Stanley Druckenmiller o Michael Milken que se reunieron con Milei recientemente en Los Angeles.
“La repercusión y el respeto mundial que ha generado el presidente Milei no tiene precedente”, tuiteo posteriormente el ministro de Economía. El billonario Stanley Druckenmiller es uno de los inversores más reconocidos del mundo y está a la altura de Soros. El entusiasmo del gobierno se elevó tras los tuits con recomendaciones de invertir en la Argentina que lanzó Elon Musk.
Milei y Caputo, en menor medida Posse, creen que esta avalancha de apoyos será crucial para atraer inversores el país. También hay coincidencias en que los gestos de Argentina como el de presentar una hoja de ruta ante la OCDE también son necesarios para brindar seguridad a los inversores.
La canciller Diana Mondino acaba de regresar de Francia donde participó de la reunión anual de la OCDE, el selecto club de países desarrollados, donde la Argentina dio muestras de querer ingresar allí. No será fácil y demorará varios años porque se deben cumplir normas estrictas. Pero el Gobierno cree que esa señal es un buen síntoma para los mercados.
El RIGI y ley laboral
Sin embargo, en la Casa Rosada son consientes de que para completar esta atracción de dólares se necesita aun de mayor seguridad jurídica y muestras claras de gobernabilidad.
No son pocos los embajadores extranjeros que creen que la Argentina está “en un buen rumbo” pero le falta dar señales de seguridad jurídica. Diplomáticos de la Unión Europea, Asia y países centrales hablan de la necesidad de que Milei logre aprobar la ley Bases y consiga generar un clima de control en la política.
En los festejos por el día de Europa que se dieron el viernes pasado en el Yacht Club de Puerto Madero hubo un amplio abanico de diplomáticos, empresarios y funcionarios. Todos coincidían en la necesidad de abrir el cepo y generar leyes sólidas para atraer inversores.
“El apoyo de Elon Musk es importante pero no suficiente”, dijo a El Cronista un destacado embajador europeo. Lo mismo opinan diplomáticos de Asia. Se necesita por cierto la aprobación de la ley Bases que prevé la reforma laboral y el programa RIGI para dar beneficios a los inversores.
El RIGI es la herramienta clave que el Gobierno ideó para acelerar el proceso con los inversores y conseguir que su confianza se afiance más rápido. “Queremos dar seguridad”, explican en el gobierno. Este paquete previsto en la ley Bases apunta a proyectos de más de 200 millones de dólares a cambio de amplios beneficios impositivos y fiscales.
Es cierto que la cifra de 200 millones de dólares de inversión para garantizar beneficios es un volumen elevado para muchas compañías extranjeras. Pero en la Casa Rosada aseguran que este es un primer paso para avanzar con un esquema mayor de incentivos de inversiones. Milei sabe que no será nada fácil mejorar la economía si no hay lluvia de dólares y respaldo externo más amplio.
A la vez, este esquema RIGI genera polémicas debido a perspectivas diferentes dentro de la industria: mientras que el sector energético espera con ansias su aprobación, la industria nacional -particularmente las PyMEs- lo ven como una gran amenaza a su producción debido a las diferencias en las condiciones de competencia que podría generar.
Fuente El Cronista