El Gobierno le anticipó al Congreso su plan de competencia de monedas y pierde fuerza la dolarización
Por Julia D’Arrisso
Así quedó reflejado en el informe que la jefatura de Gabinete presentará este miércoles en el Senado. Además, el Ministerio de Economía explicó que no prevé modificaciones en el ritmo de devaluación en 2024.
El plan de dolarizar la economía que impulsó Javier Milei durante la campaña que lo llevó a la presidencia parece haber quedado descartado y comienza a aparecer la idea de implementar un régimen de “competencia de monedas”. Así quedó registrado en el último informe que el Gobierno le presentó al Congreso y también en el documento en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó el acuerdo técnico por la octava revisión del programa con la Argentina.
“El Ministerio de Economía especifica que la dolarización de la economía no está en la agenda económica, pero sí la libre competencia de monedas vigente como fase final para el proceso iniciado en diciembre con el saneamiento de la hoja de balance del Banco Central”, expresó el Ejecutivo en el último informe que el jefe de Gabinete defenderá ante el Senado el próximo miércoles.
Es decir, que en las previsiones del plan económico del Gobierno se espera que funcione un sistema de libre competencia en el que convivan el peso y otras monedas que también pasarían a ser de curso legal. O dicho de otro modo, que se pueda elegir la moneda a través de la cual se podrán realizar distintas operaciones o transacciones.
Sumado a esto, el Ministerio de Economía también detalló algunos de los requisitos para aplicar ese plan de competencia de monedas. En primer lugar, mencionó la necesidad de alcanzar “un marco macroeconómico disciplinado que incentiva a la autoridad monetaria a mantener la estabilidad del valor del peso y evitar así la emisión monetaria y consecuente inflación persistente que ha caracterizado a la economía argentina de los últimos veinte años”.
En tanto, precisó que las “condiciones necesarias” para avanzar en la implementación son el superávit fiscal, la acumulación de reservas internaciones y la reducción de los pasivos remunerados del Banco Central “a niveles sustentables y el saneamiento de su hoja de balance”.
“Estas condiciones permitirán reducir la tasa de inflación y mantener la competitividad del tipo de cambio oficial, permitiendo avanzar con una liberalización paulatina y unificación del mercado de cambios”, describió el equipo económico, aunque no hizo referencia a ningún plazo o fecha precisa para poner la competencia de monedas en marcha.
En paralelo, este lunes el FMI comunicó que se llegó a un acuerdo técnico por la octava revisión del acuerdo con la Argentina que permitirá -una vez que el directorio del organismo lo apruebe- que se destrabe un desembolso de alrededor de US$800 millones.
Con la instancia técnica sellada, el Fondo también informó que se cumplieron las metas troncales del programa y habló del contexto económico actual de la Argentina. En relación con la política monetaria y cambiaria, el organismo multilateral de crédito señaló que existe un proceso de transición hacia un nuevo régimen monetario “que involucra la competencia de monedas”. Además, adelantó que las restricciones y controles sobre el tipo de cambio se irán flexibilizando y se eliminarán “a medida que las condiciones lo permitan”.
El Gobierno aclaró sus planes para el dólar oficial y la tasa de interés
Por otra parte, el Palacio de Hacienda también aclaró sus planes sobre el dólar oficial y la tasa de interés. En primer lugar, expuso que el Banco Central no prevé modificar el esquema sobre el tipo de cambio oficial durante este año. O sea, que mantendrá el crawling peg -devaluación por goteo- del 2% mensual en 2024.
“No se prevé un cambio en el ritmo de variación mensual del tipo de cambio oficial para lo que resta del año 2024″, expresó Economía en el documento enviado al el Congreso.
A su vez, reconoció que seguirá ajustando la tasa de interés de la política monetaria. “El Banco Central seguirá calibrando la tasa de interés de política en el actual proceso de normalización de la política monetaria, procurando reducir sus pasivos remunerados, mejorar su hoja de balance y mantener su política cambiaria como la acumulación de reservas internacionales, y reducir drásticamente la tasa de inflación”, sostuvo.
Fuente TN