El líder republicano tuvo récord histórico de donaciones para su campaña luego del veredicto donde fue encontrado culpable en una causa que armó el fiscal ultra-demócrata Alvin Bragg.
Casi 4 años de un esquema implacable de persecución política llegaron a su punto más alto este jueves cuando un jurado compuesto por 12 militantes demócratas, en una causa encabezada por un juez demócrata e investigada por un fiscal demócrata, decidieron encontrar culpable a Donald Trump.
La causa orquestada por el gobierno de Biden, a través del fiscal neoyorquino Alvin Bragg, afiliado al Partido Demócrata, había acusado a Trump de haber expedido sobornos a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña electoral de 2016, con el fin de encubrir los encuentros que habían mantenido para que no lo perjudicaran en sus aspiraciones políticas.
Esto no pudo ser probado en todo el juicio. Por el contrario, toda la evidencia presentada indicó que el pago lo realizó el por entonces abogado del candidato republicano, Michael Cohen, sin el conocimiento del propio Trump, pero esto no le importó al jurado conformado por 12 ciudadanos neoyorquinos, uno más de izquierda que el otro.
De esta manera, Trump se convirtió en el primer ex presidente estadounidense en ser condenado penalmente de toda la historia, incluso por encima de otras polémicas figuras como Lyndon B. Johnson. Richard Nixon, Bill Clinton, o George W. Bush, que si bien tuvieron denuncias judiciales, nunca ni siquiera tuvieron que presentarse a tribunales a declarar luego de dejar su cargo.
La sentencia final se dará a conocer el próximo 11 de julio, donde, entre otras cosas, se sabrá si Trump deberá cumplir tiempo tras las rejas. Sin embargo, la defensa podrá apelar, evitando quedar encarcelado por el momento, iniciando un proceso que podría llevar meses y terminar en la Corte Suprema de los Estados Unidos.
La pena máxima que podría recibir es de cuatro años de cárcel por cada uno de los 34 cargos, aunque al no tener antecedentes sería raro que fuese encarcelado. Lo más probable es que se le imponga una multa y deba cumplir horas de servicio comunitario.
¿Trump puede ser candidato estando condenado?
La respuesta corta es sí. En Estados Unidos, la Constitución establece requisitos básicos de elegibilidad para los candidatos presidenciales, manteniendo el espíritu de libertad política absoluta. En la carta fundacional, se piden tener al menos 35 años, ser ciudadano estadounidense “por nacimiento” y haber vivido en Estados Unidos durante al menos 14 años. No existen reglas que bloqueen a candidatos con antecedentes penales.
Si bien las posibilidades de que vaya preso son casi nulas, la Constitución no dice nada de quitarle los derechos políticos a una persona por estar detrás de las rejas, por lo que podría ser candidato incluso estando arrestado, e incluso podría ganar la presidencia desde allí.
De ocurrir esto, debería festejar el triunfo en una celda, siendo liberado recién el día de la asunción para tomar posesión del cargo, donde obtendría inmunidad, aunque ésta debería ser tratada en el Congreso en los primeros días de su mandato. Para que pierda la inmunidad, debería aprobarse tanto en la Cámara Baja como en la Alta un “impeachment”.
Explosión de donaciones
Inmediatamente después del veredicto, el ex presidente acudió a las redes sociales para pedir ayuda para su campaña, lo que llevó a un aluvión récord de donaciones individuales a los fondos del equipo de campaña de Trump.
“Mis derechos civiles han sido totalmente violados con esta caza de brujas altamente política, inconstitucional y que interfiere en las elecciones. ¡Se están riendo de nuestra nación fracasada en todo el mundo!”, sentenció en Truth, su propia red social.
Asimismo, ante la prensa que lo esperaba en la puerta del juzgado, salió con el puño en alto y aseguró que “esto fue una desgracia… este fue un juicio amañado por un juez conflictivo que era corrupto” y prometió que “el veredicto real” se conocerá el próximo 5 de noviembre, en las urnas. “Estoy luchando por nuestro país, estoy luchando por nuestra Constitución”, concluyó.
No fueron solamente ciudadanos comunes que realizaron aportes récord a la campaña. En una oleada de apoyo, muchos megadonantes, entre ellos la multimillonaria de casinos Miriam Adelson y el hotelero Robert Bigelow, anunciaron que donarían millones al esfuerzo partidario de Trump.
Un inversor tecnológico de Silicon Valley que hasta la fecha tenía prácticamente nulo involucramiento político, Shaun Maguire, publicó en Twitter después del veredicto que había donado 300.000 dólares para apoyar a Trump.
Fuente Derecha Diario