MADRID, España.- María de las Mercedes Valdés Mendoza nació el 11 de noviembre de 1820 en Guanabacoa, según la mayoría de autores; aunque algunos sitúan su lugar de nacimientos en Matanzas.
Se coincide en que sus padres la educaron esmeradamente y desde muy joven leyó las obras de los autores clásicos y románticos y comenzó a cultivar la poesía. Se reitera que el poema suyo “La rosa blanca” fue leído por el escritor dominicano residente en La Habana Francisco Xavier Foxá (1816-1865), sin el conocimiento de ella —hasta entonces ignorada como compositora— en una tertulia de Nicolás Azcárate (1828-1894), fundador del Liceo de Guanabacoa y, junto a varios intelectuales, de la Asociación de Escritores y Artistas Cubanos.
En la tertulia de Azcárate se reunían jóvenes y críticos, y a partir de aquel momento Mercedes sería invitada a tertulias literarias, se destacaría en círculos intelectuales y daría a conocer sus poesías en importantes publicaciones periódicas cubanas de la época como Cuba Literaria, Revista de La Habana, Revista Habanera, El Liceo de La Habana, Guirnalda Cubana, El Rocío, Faro Industrial de La Habana, Floresta Cubana, entre muchas más; también varias se editaron en Madrid y Sevilla. Y algunas se tradujeron al inglés y al alemán.
En 1847 le publicaron el libro Cantos perdidos y en 1854 Poesías, ambos en la Imprenta de Barcina, en La Habana. Domitila García la incluye en su Álbum poético fotográfico de escritoras cubanas (1872) y José María Chacón y Calvo en Las cien mejores poesías cubanas (Editorial Reus, Madrid, 1922). Otras significativas compilaciones editadas como Poetisas del siglo XIX, incorporaron selecciones de sus creaciones.
Luis Marcelino Gómez, de la Universidad Internacional de Florida, analiza algunos de sus poemas en la obra La mujer en defensa de la mujer: voces femeninas del romanticismo cubano (Poesía y cuento), publicada en 2001, y anota: “‘La Rosa Blanca’ es un poema que llama la atención por haber sido publicado unos cuarenta años antes del conocido trabajo de José Martí, con igual nombre, que vio la luz en Nueva York en 1891. Mercedes Valdés Mendoza era una autora leída por Martí; lo demuestran los comentarios que hizo sobre ella. Pero nada tiene que ver la temática de un texto con el otro. El de Mercedes, recopilado por González Curquejo en su Florilegio de Escritoras Cubanas (II: 63-64), tiene un carácter admonitorio”.
“En su poesía —valora Luis Marcelino— se observa la melancolía aunque con la confianza de una felicidad futura. Así lo expresa en ‘La esperanza’ (…) cuando, personificándola, le implora que lance su luz sobre ella, en versos donde sutilmente muestra, además, la búsqueda de la gloria, algo que, en su época correspondía al varón”.
Comenta este autor que Mercedes se refiere al tema del marginado donde sobresale una fuerza poco común en la poesía femenina de su tiempo que ella enmascara en boca de un hombre.
“Canto a Cristóbal Colón” y “A la luna”, fueron otras de las reconocidas creaciones de Mercedes Valdés Mendoza, quien murió en Guanabacoa el 1.º de junio de 1896.
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Fuente Cubanet.org