Por Jorge Lanata
Fustigar al kirchnerismo y gobernar con su ayuda silenciosa muestra la endeblez de los partidos a la hora de asumir.
Mientras Milei acusa al kirchnerismo de todo tipo de conspiraciones, a seis meses de iniciado el gobierno un 62% del organigrama aún sigue cubierto por funcionarios kirchneristas. Los K tratan de que su presencia pase desapercibida hasta que -por ejemplo en el escándalo de los alimentos- alguien les grita “Kuka ladrona”.
Para Leila Daniela Gianni es difícil negar su pasado K: aún conserva un pingüino tatuado. Pero no es el único caso, Hugo Alconada Mon describió a Milei como el “Frankenstein” de Massa; Ramiro Marra, por ejemplo, fue candidato a senador en 2019 por Consenso Federal, el espacio de Roberto Lavagna. Entre los primeros ex massistas/lavagnistas que apostaron por Milei también está el legislador porteño Eugenio Casielles, amigo íntimo de Marra (junto a Santiago Caputo fueron alumnos del colegio Manuel Belgrano).
Detrás del obvio caso de Scioli está la subsecretaria de Turismo Yanina Martínez, quien mantiene el mismo cargo que tuvo durante el gobierno de Alberto Fernández. En otras áreas se mantiene o rotan funcionarios en distintos cargos. Nos aspectos técnicos y es muy difícil conseguir gente capacitada.Yanina Martínez, subsecretaria de Turismo desde el gobierno de Alberto Fernández, durante el debate de la Ley Omnibus.
Mariano Fantoni es el actual subsecretario de Gestión Administrativa en Jefatura de Gabinete, y en el gobierno de Alberto Fernández fue gerente general de Ferrocarriles Argentinos, área que también dependía de Massa, aunque también fue parte del gobierno macrista, de 2016 a 2021, en Transporte. Luis Adrián Luque, actual titular de SOFSE (el área de operaciones de Trenes Argentinos) fue concejal de Massa en San Miguel en 2017, y miembro de la SOFSE con Alberto entre 2020 y 2023.
Leonardo Madcur, jefe de asesores de Massa, es ahora representante del país frente al FMI. El actual ministro de Salud, Mario Russo, fue director de asuntos gubernamentales de AYSA con Malena Galmarini. Esteban Leguizamo, actual jefe del PAMI, tiene pasado y denuncias dentro del organismo.
Sergio Massa junto con Leonardo Madcur en Washington. Madcur permanece como representante del Gobierno ante el FMI.
En abril, Mariano Cuneo Libarona enfrentó su primer escándalo con el alza del 300% de los aranceles del Registro Automotor. La norma provenía de la Dirección del área a cargo de Rodrigo Puertolas, nunca confirmado en los papeles, por lo que la firma recayó en Mónica Ethel Cortes, designada en 2020. Cuatro días después la misma funcionaria tuvo que firmar la derogación de las subas, y un mes más tarde el propio Puertolas renunció sin haber sido nombrado nunca formalmente. Puertolas también venía de la gestión de Alberto Fernández.
Detrás de la crisis por los recortes a la Universidad estuvo la mano de Alejandro “Galleguito” Alvarez, peronista K que luego se mantuvo en las fuerzas del Cielo. Detrás del choque de trenes de la línea San Martín estuvo Luis Adrián Luque, que se desempeñó desde 2020 a cargo del área de Asuntos Jurídicos de Trenes Argentinos.
No es la única empresa pública administrada por funcionarios k: la presidencia de Aerolíneas Argentinas recayó en Fabián Lombardo, que ya era Director Comercial y entró de la mano del camporista Mariano Recalde en 2011.Rodrigo Puertolas, otro funcionario heredado de Alberto Fernández, renunció luego del escándalo por el alza del 300% de los aranceles del Registro Automotor.
El 62% incluye cargos políticos y cientos de funcionarios: es imposible describir todos los casos. La paradoja del Presidente fustigando al kirchnerismo y gobernando con su ayuda silenciosa muestra la endeblez de los partidos a la hora de asumir el Gobierno.
Voluntariamente o no, están durmiendo con el enemigo.
Fuente Clarin