Por José Gregorio Martínez
Nicolás Maduro y Gustavo Petro fueron los primeros en lamentar el triunfo de la “extrema derecha” en las elecciones europeas.
En Francia, Alemania, Italia, Austria, Países Bajos y Hungría los electores votaron masivamente en contra de los partidos izquierdistas y centristas. En España consiguió una ajustada ventaja la centroderecha del PP, mientras Vox sumó dos escaños, y la derecha dura portuguesa entró por primera vez a la Eurocámara con los dos diputados conseguidos por el partido Chega
La derecha europea se impuso de manera contundente sobre la izquierda en las elecciones de este domingo para la Eurocámara. Este sería el análisis simple observando los resultados en blanco y negro. Sin embargo, el panorama político en el viejo continente es mucho más complejo, aunque no hay ninguna perspectiva que favorezca a los socialistas y sus aliados ideológicos. Esto lo saben del otro lado del Atlántico, donde la izquierda latinoamericana ya lamenta el resultado haciendo referencia a sus acostumbrados términos absurdos y delirantes.
“Los partidos neofascistas de Europa ganan las elecciones de la Unión Europea. Ganarán por allá pero por aquí no pasarán”, dijo desde Venezuela el dictador Nicolás Maduro. Y no tardó en sumarse al lamento Gustavo Petro, de Colombia, que aseguró desde sus redes sociales que “la extrema derecha” ganó las elecciones europeas, no sin antes agregar una de sus habituales y desubicadas referencias al nazismo.
Lo cierto es que las distintas fuerzas de la derecha europea lograron un notable ascenso, impulsado por mujeres como Marine Le Pen en Francia, Giorgia Meloni en Italia y, colada en esta acera ideológica la actual presidente de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, que pese a su posición favorable al globalismo y su cercanía con sectores progresistas, es la candidata a revalidar el cargo por el centroderechista Partido Popular Europeo (PPE), indiscutible ganador de la jornada.
Las grandes victorias y las más duras derrotas
La derecha dura europea se impuso fácilmente en Francia, Alemania, Italia, Austria, Países Bajos y, por supuesto, Hungría, con el liderazgo de su primer ministro Viktor Orbán, aunque con el 43 % conseguido vio reducido en nueve puntos el respaldo a su partido Fidesz, debido al ascenso de Tisza, que alcanzó 31 % con el impulso del político conservador Peter Magyar.
Los ojos de Europa y el mundo sin duda están puestos sobre Francia. El presidente Emmanuel Macron fue el gran perdedor de la jornada, mientras que su eterna rival, Marine Le Pen, tres veces candidata presidencial, logró con su partido Agrupación Nacional (RN) la victoria más aplastante, que además es la mayor conseguida en Francia en unas elecciones europeas desde hace 40 años. El impacto de este resultado en París fue de tal magnitud que Macron cedió al pedido de RN de disolver la Asamblea Nacional y convocar a elecciones legislativas adelantadas, que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio.
También merece mención el duro golpe que recibió el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, cuyo partido quedó en un amargo tercer puesto. En contraste, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, cosechó una importante victoria, pues su partido Hermanos de Italia (FDI) pasó de ser quinto en los comicios de 2019 con apenas 6,44 % de los votos a primero en las elecciones de este domingo con más de 27 %, sumando más de 20 puntos en cinco años. Además, superó el resultados de las elecciones general de septiembre de 2022, cuando llegó al poder con 24,6 %.
España y Portugal: resultados ajustados y avances
El resultado de las elecciones europeas en España también fue favorable para las derechas, aunque menos contundente, tanto en número como en lo que serán las alianzas parlamentarias. El Partido Popular (PP) se impuso por apenas dos eurodiputados sobre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La formación de derecha dura dirigida por Santiago Abascal, Vox, también avanzó al pasar de cuatro escaños a seis. Y justamente desde este partido no desaprovecharon la oportunidad para poner en duda la acera ideológica en la que militan los populares, que en la última legislatura han coincidido en 89 % de las veces con los socialistas en las votaciones en la Eurocámara y ahora “el Partido Popular va a seguir siendo coalición con el Partido Socialista y con toda la izquierda y la extrema izquierda europea”, según aseveró el eurodiputado por Vox, Jorge Buxadé, citando a Ursula von der Leyen.
Y aunque en Portugal se impuso por una estrecha ventaja el Partido Socialista (PS) con 32,10 % frente a 31,12 % de la coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD), del primer ministro Luís Montenegro, destaca la tercera posición que consiguió la formación de derecha dura Chega, que entra por primera vez a la plenaria europea con el 9,79 % de los votos conseguidos, que le adjudican dos eurodiputados. En los tres países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania se impusieron los partidos liberales y conservadores de centro, mientras la oposición progresista gana en Eslovaquia y los socialistas logran el triunfo por la mínima en Bélgica.
Cómo queda el Parlamento Europeo
El Partido Popular Europeo (PPE) se impuso sin duda como la primera fuerza en la Eurocámara con 184 bancas (ocho más que en 2019) frente a 139 de la Alianza de los Socialistas y Demócratas (S&D), que será el segundo grupo con mayor presencia en el hemiciclo sin variación en los resultados. La mayor pérdida es para los liberales de Renovar Europa, que quedan terceros con 80 curules, pero viendo una reducción de 22 bancas. La unión de los dos grupos de derecha dura (ultraderecha para la prensa progresista) sumaría 131 escaños y sería el tercero en el Parlamento Europeo si se hubiese alcanzado el pacto que pedía Orbán a Meloni y Le Pen, que continuaron por separado, consiguiendo 73 bancas (cuatro más) los Conservadores y Reformistas (ECR) y 58 (nueve más) para el grupo de Identidad y Democracia (ID), respectivamente.
Los últimos grupos conformados que merecen mención son el de los Verdes/Alianza Libre Europea con 52 diputados (19 menos) y la coalición autodenominada La Izquierda con 36 (uno menos). Adicionalmente, los No Inscritos (no afiliados a ninguno de los grupos políticos) tendrán 45 bancas (17 menos). Y los denominados Otros (que no forman parte de ninguno de los grupos existentes en la legislatura anterior) serán 53. Tanto los Otros como los No Inscritos, es probable que se vayan incorporando a alguno de los bloques existentes.
Con esta conformación y los movimientos que empezarán a darse por parte de estos últimos, comienzan las negociaciones por parte de Ursula von der Leyen para intentar conseguir los votos necesarios que le permitan mantenerse como presidente de la Comisión Europea. Para esto ya adelantó hacia adonde apuntará. Mientras por un lado tendió la mano a socialistas y liberales, por el otro expresó su intención de construir “un bastión contra los extremos, de la izquierda y la derecha”.
Fuente Panampost