Tras varias jornadas en rojo, este miércoles los títulos soberanos locales rebotan y traen algo de alivio a los inversores. Sin embargo, los bonos se encuentran transitando un proceso de ajuste que los alejó de sus máximos recientes.
Los Globales 2029 y 2030 caen 7,5% desde los picos de fines de abril, mientras que el tramo largo cae entre 13% y 15% desde los máximos.
Ya con la ley bases aprobada, ahora las reservas están en el centro de atención. Dado el ajuste actual, los analistas se debaten sobre la conveniencia de posicionarse en la renta fija soberana. ¿Cuál es el bono preferido por el mercado?
Apertura alcista
Los bonos argentinos muestran un rebote a comienzo de la jornada.
Todos los tramos de la curva soberana argentina suben luego de dos días seguidos de caídas, las cuales se dieron a partir de la conferencia de prensa del ministro de Economía, Luis Caputo y el presidente del BCRA, Santiago Bausili.
Los bonos del tramo corto suben 0,6% en el GD29 y 0,91% en el GD30, mientras que la deuda del tramo medio avanza hoy 1, en promedio.
Finalmente, los Globales más largos ganan 1,2% en el GD41 y 1% en el GD46.
Pese a la suba actual, aún se mantienen con pérdidas en los últimos 5 días, cayendo entre 2% y 4% en los distintos tramos de la curva.
El riesgo país se ubica por encima de los 1500 puntos el miércoles.
En cuanto a las acciones, estas operan con mayoría de ganancias.
Las subas son lideradas por Grupo Supervielle, que sube 3,5%, junto con Edenor, Pampa, Loma Negra e IRSA, con avances de 2,4% a 3,1%.
Del lado bajista, MercadoLibre y Glovant bajan 0,3% y 0,08% respectivamente.
Volatilidad en el mercado: ¿cambio de expectativas?
La caída del mercado de bonos se da en paralelo con una suba en el tipo de cambio.
Los anuncios del Gobierno sobre la permanencia del cepo, la sostenibilidad del crawling peg del 2% y el nuevo esquema monetario, generaron dudas en el mercado, que se tradujeron en el recorte en bonos y suba del dólar.
Esto provocó que la brecha cambiaria supere el 50%.
Los analistas de Delphos Investments remarcaron que el frente cambiario se tensa, impaciente a la normalización del monetario.
“Se mantienen las tensiones en la coyuntura financiera, derivadas de un entorno internacional menos benigno, y de las incógnitas sobre los próximos pasos del gobierno en materia cambiaria y monetaria”, dijeron.
Ademas, agregaron que, en este contexto de incertidumbre cambiaria, los títulos soberanos continúan su pata bajista.
“La parte corta de la curva fue la más afectada, los Bopreal en las últimas 10 ruedas tuvieron caídas de 9% en promedio, mientras que los globales cayeron 7% durante el mismo período. Esto sugiere que, en un escenario de incertidumbre cambiaria y de aversión por el riesgo a nivel internacional, el mercado se muestra indiferente entre el riesgo tesoro y el riesgo BCRA”, advirtieron.
La dinámica más lenta en la acumulación de reservas es lo que puso a los analistas y a los inversores con una tónica mas cautelosa.
Ayer el BCRA solo compró u$s 2 millones, reflejando la debilidad en la tendencia de las reservas.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, entiende que, hacia adelante, la clave pasará por los flujos de dólares.
“El saldo acumulado del BCRA en el MULC cayó abruptamente en junio y con el gobierno ratificando el rumbo actual en materia cambiaria del 2% mensual, vigencia del “dólar blend” y sin precisiones sobre fechas concretas para la remoción de controles de cambios”, adviritieron.
Los analistas de Outlier consideran que estamos ante una corrección de expectativas en sentido negativo relacionada con el ritmo de flexibilización del control de cambios y mayor incertidumbre asociada a cómo finalmente se encarará dicho proceso.
“La cuestión cambiaria, que en julio perfila complicada luego de un junio bastante decepcionante, también está aportando en dicho sentido, dada las manifestaciones del propio equipo económico respecto de la necesidad de que el BCRA cuente con niveles de liquidez considerables en moneda extranjera para reducir los riesgos de salida del CEPO. Esos niveles aún estan lejos y en julio podrían alejarse aún más”, detallaron.
Juan Pedro Mazza, estratega de renta fija de Cohen, coincidió en que la aprpbacion de la le bases, ni swap con China, la inflación más baja en dos años ni el superávit fiscal mayor a lo esperado en mayo, pudieron reanimar a la deuda soberana local.
“El gobierno parece haber agotado los posibles catalizadores para una suba en el corto plazo. Así, el foco del mercado ahora está en las reservas, que constituyen la principal fuente de financiamiento del Tesoro para el pago de la deuda. A pesar de la favorable estacionalidad por la temporada alta de liquidaciones del sector agropecuario, el BCRA no logró acumular compras netas en el MULC durante junio”, comentó.
El futuro de los bonos
Los títulos soberanos locales se encuentran transitando un proceso de ajuste que los alejó de sus máximos recientes.
Los Globales 2029 y 2030 caen 7,5% desde los picos de fines de abril.
En el tramo medio y largo, los bonos muestran descensos de 13,5%, como en el GD35, GD38 y GD46, mientras que el bono a 2041 es el que más pierde, con una baja de 15,5% desde los máximos previos.
Dado el ajuste actual, los analistas se debaten sobre la conveniencia de posicionarse en la renta fija soberana.
La dinámica de las reservas es un riesgo para la renta fija local, aunque también los analistas ven a la caída actual como una posible oportunidad de inversión a mediano plazo.
Mazza remarcó que las bajas en los bonos en dolares se aceleraron todavía más tras la conferencia donde el Ministro Caputo y el Presidente del BCRA Bausili anunciaron la segunda etapa del programa económico.
“Hay un entorno adverso para los bonos soberanos. A falta de reservas, crecen las probabilidades de una reestructuración en 2025. Las paridades argentinas suelen tener un comportamiento sumamente tendencial, donde suben o bajan a lo largo de periodos sostenidos de tiempo. En vista de esto, preferimos reducir la exposición a los bonos argentinos hasta que aparezcan señales de recuperación”, advirtió.
De todas formas, considera que desde una perspectiva estratégica, los bonos argentinos siguen baratos.
“Con las paridades en 47 centavos, un escenario de canje/restructuración ya está reflejado en los precios. La dinámica de los bonos argentinos sigue siendo muy mala y sugerimos reducir la exposición hasta que aparezcan señales de repunte. Estratégicamente, las paridades de los bonos siguen ofreciendo una muy buena relación riesgo-retorno”, dijo.
Finalmente, señaló que su sugerencia es una cartera conformada en un 60% por el bono AE38, cuyo spread legislativo es de 6%, mientras que el del resto de los bonares está cerca del 2%.
Adrián Yarde Buller, estratega y economista jefe de Facimex Valores, sostuvo que, para las carteras de renta fija en dólares, mantiene una alta exposición a soberanos (60%) priorizando el tramo corto de la curva.
“Seguimos sobre ponderando instrumentos del tramo corto como GD29 y AL30, complementado con exposición acotada al GD35. Aunque los bonos más largos tienen menor paridad y mayor upside en caso de una normalización de la curva, en el corto plazo seguimos sobre ponderando los bonos más cortos a la espera de que la curva se aplane conforme avance el proceso de normalización”, detalló.
Según sus cálculos, el potencial alcista de los bonos ante una convergencia a créditos “B” es de 41% en promedio en el tramo corto y de entre 45% y hasta 68% en los tramos medios y largos. El de mayor potencial alcista actualmente es el GD35.
Desde Research Mariva indicaron que su bono preferido en la curva es el GD35, aunque también señalan cierta cautela con la renta fija local.
“Nos mantenemos neutrales con los bonos. Nuestro bono de preferencia en términos de rentabilidad-riesgo sigue siendo el GD35. Consideramos que la aprobación de la Ley de Bases es un gran paso para el gobierno, pero consideramos que aún queda un largo camino por recorrer hacia una normalización de la curva y la convergencia al riesgo de otros soberanos con riesgo de crédito B- o CCC+”, dijeron.
A su vez, agregaron que, para converger a creditos más bajos, levantar los controles de capital sería clave, pero hoy en día es una tarea muy desafiante.
Fuente El Cronista