A su vez, es el juez de Comodoro Py que llevó la menor cantidad de causas a esa instancia judicial; según una organización que brega por una Justicia igualitaria
El recorrido de Ariel Lijo como juez federal constituye el principal argumento en favor de su candidatura para ocupar un lugar en la Corte Suprema, pero sobre ese punto también se alzan cuestionamientos.
En un extenso informe, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), una organización que vela por un acceso igualitario a la Justicia, puso el foco en algunos números que reflejan la performance de Lijo al frente del juzgado federal número cuatro: la mitad de las causas sobre corrupción que tiene en su juzgado, por ejemplo, están en instrucción desde hace 10 años o más, según señala el trabajo.
“Este tipo de causas –precisa la ACIJ en el texto– son de especial interés para analizar el desempeño de un juez o jueza, debido a que en Argentina la impunidad ha sido la regla general en la investigación penal y sanción de la corrupción”.
Según datos que el organismo toma del Centro de Información Judicial (CIJ), Lijo tuvo a lo largo de sus 19 años como juez federal titular un total de 89 causas de corrupción. Casi un tercio de estos expedientes (26) continúa en etapa de instrucción –la fase liminar de cualquier proceso de investigación– y la mitad de ellas permanece en este estado hace 10 años o más.
Dentro de este universo sobresale una causa por administración infiel que lleva más de 25 años en su juzgado y tiene como procesado a Edmundo Ruckauf, (ex jefe de Obra Social para el personal del Ministerio de Economía y primo del exgobernador bonaerense, Carlos Ruckauf) y a otras 11 personas como imputadas.
En juego con esta estadística, el documento remarca otro dato: el de Lijo es el juzgado de Comodoro Py que menos causas elevó a juicio oral. Es decir que de las otras 63 causas cuya instrucción fue cerrada, apenas 14 avanzaron hacia la instancia final del proceso judicial. De otro modo: Lijo llevó a juicio oral solo el 15% de las causas de corrupción (14 de 89). La estadística es solo parcial ya que no hay datos disponibles sobre las causas que instruyó como subrogante en otros juzgados.
Además, para medir la marcha de los expedientes según su sensibilidad, la ACIJ filtró las causas en manos de Lijo según un criterio propio y las clasificó en función de los cargos que ostentan quienes son investigados. Ese tamiz arrojó que de las 33 causas en las que la persona investigada tiene un rango como ministro o titular de algún organismo o empresa pública, sólo 5 fueron elevadas a instancia oral.
En un mucho más duro informe de fines de julio, el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip) catalogó a Lijo como el juez con el “peor desempeño de Comodoro Py”.
Homologando un proceso que su candidatura a la Corte eludió, según se afirma en el documento, Inecip puso la lupa sobre su actividad como juez en los últimos tres años. Como los únicos datos disponibles son de 2010, 2011 y 2012 basó su análisis solo sobre estos años y elaboró un listado que rankea a los juzgados de Comodoro Py según una tasa de resolución de casos.
Con una tasa del 44%, la unidad a cargo de Lijo –el juzgado número 4 en lo Criminal y Correcional– se ubicó en la última posición. Es decir que en cerca de la mitad de los casos que recayeron en su juzgado en esos tres años, la etapa de instrucción quedó abierta: las causas no avanzaron ni hubo sobreseimientos que pusieran fin a su tarea como juez de primera instancia.
En ese mismo informe, el candidato del Ejecutivo a ocupar un lugar en la Corte Suprema también cerró el ranking de juzgados que registran mayores demoras en casos de corrupción.
El expediente que investiga el rol de la familia Eskenazi en la compra de la empresa YPF sobresale como caso paradigmático: hace 16 años que no muestra avances. “Recién en septiembre del año pasado envió un exhorto a la justicia de España para averiguar si el grupo Eskenazi se había quedado con algún derecho litigioso en la quiebra de sus subsidiarias que poseían el 25 por ciento de las acciones de YPF-Repsol”, se lee en el trabajo.
La Inecip resalta el corto recorrido académico de Lijo, además de destacar que su nominación, de concretarse, no contribuye a la necesidad de contar con una composición de la Corte Suprema plural, siendo el género solo apenas un aspecto de esta diversidad.
Sin embargo, con el fin de socavar el principal argumento en favor de su candidatura, el informe resalta, sin embargo, en el desempeño de Lijo como juez federal: “Si su único mérito para integrar la Corte es su trayectoria judicial, su candidatura es inaceptable, ya que es estadísticamente el juez más ineficaz de todo Comodoro Py”, sentencia el informe.
Fuente La Nación