Una botella de Mirinda, una bolsa de Kikos, un sobre de cromos de los chiripayasos, restos de baldosas hidráulicas… fragmentos de otras vidas que han salido a la luz durante los trabajos para la ampliación de la línea L11 del Metro madrileño . La gran obra de ingeniería civil que va a terminar llevando el suburbano desde la plaza Elíptica hasta Valdebebas, y que de momento ha empezado en la estación de Comillas, epicentro de los trabajos. Y allí se han topado con los restos de una antigua colonia construida tras la Guerra Civil para los represaliados que salían de la cárcel sin un lugar donde ir.Aquellos barracones mal construidos y peor acabados que se levantaron en 1940 como algo provisional, sin posibilidad de mejorarlos ni ampliarlos por imperativo legal, dejaron de existir en 1978. Pero su huella permanece, como han podido constatar durante las obras de ampliación de la línea 11 de Metro. El consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, y los concejales de Carabanchel y Arganzuela, Carlos Izquierdo y Lola Navarro, tuvieron ocasión de comprobarlo durante la visita que giraron ayer a los trabajos del suburbano.Sobre varias mesas, conservan elementos tan curiosos como un ejemplar de Nuevo Diario, «El periódico que también interesa a la mujer», como reza su portada. O un anuncio de «Udi, el calzoncillo del hombre moderno», corto y tipo boxer, muy diferente a los largos que entonces eran más habituales. Noticia Relacionada estandar No Madrid promete plantar 14.000 árboles nuevos para suplir a los cortados en la L11 de Metro Sara MedialdeaLos arqueólogos que trabajan en la zona explican que se han hallado restos de sintasol, un tipo de suelo barato que se adhería; o fragmentos de baldosas hidráulicas, algunas de gran belleza. Las casas carecían de casi todo. no tenían agua corriente, y las letrinas estaban en la calle, y se compartía una cada cuatro viviendas. Pero la vida, como siempre pasa, se abrió camino también allí, y entre los hallazgos es posible encontrar incluso juguetes de la época, como ese soldado de plástico, remedo de los indios y vaqueros con que tantos niños jugaron, pero que en realidad semejaba un requeté carlista.Mientras duren los trabajos continuarán estas tareas, que están dando con piezas curiosas. Una vez extraídas y categorizadas, se ponen a disposición de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.De momento, la actividad es frenética en la zona del parque de Comillas. Varias asociaciones vecinales han protestado por la tala de árboles a consecuencia de las obras de construcción del Metro, y también desde el cercano Colegio Perú se ha protestado por el ruido y las molestias para los alumnos. Ayer mismo se podía escuchar a un vecino que paseaba a su perro junto a la valla de las obras y aprovechaba la presencia de las cámaras para denunciar que «ya hay alguna grieta en casas de la zona».madrid_dia_0703«No puede ser; no hemos empezado a excavar», aseguraba el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructura, Jorge Rodrigo, que visitó la zona junto con los concejales de Carabanchel y Arganzuela, Carlos Izquierdo y Lola Navarro. Hasta la fecha, están ya finalizadas al 95 por ciento las pantallas que bordean la futura estación, y en las que se han empleado 13.300 metros cúbicos de hormigón. En breve comenzarán a instalarse los pilotes, de entre 41 y 53 metros de altura, «equivalentes a un edificio de 18 plantas», explica el director general de Infraestructuras, Miguel Núñez.La ampliación de la línea 11 supondrá una inversión de 510 millones de euros a la Comunidad de Madrid. Y transformará esta línea en una enorme diagonal que cruzará Madrid de sur a norte. En este tramo, se ha encontrado con la polémica vecinal por las talas de árboles. El consejero Jorge Rodrigo recordaba ayer que se han reducido en un 50 por ciento el número final de árboles que se verán apeados por los trabajos. En el conjunto de la operación se van a ver afectados unos 500 ejemplares, pero «se van a plantar 14.000 árboles para compensar».En cuanto al colegio Perú, el consejero ha recordado algunas mejoras que se han introducido en el proyecto para reducir las molestias que se causan a los alumnos: «Se ha dejado una zona de perímetro arbolado en torno a él; se han instalado pantallas acústicas de hasta 4 metros de alto, para reducir el ruido». Y existen también unas vallas móviles que se irán desplazando a medida que lo haga la obra. Además, la Comunidad ha cambiado las ventanas del colegio para minimizar también los ruidos.Una de las cuestiones que ha cambiado respecto al proyecto inicial es el método de extracción de la tierra procedente del vaciado: en lugar de utilizar rampas, como se había planteado en un principio, se ha optado por un sistema de extracción en vertical, de manera que habrá menos ejemplares arbóreos que resulten dañados –al no tener que abrir una rampa–. El director general de Infraestructuras calcula que en estas tareas ocuparán lo que queda de 2024 y todo 2025.Sólo una vez terminado este paso, se montará la tuneladora y comenzará a construirse el túnel, en dirección a Madrid. A una velocidad tremenda: 500 metros por mes.Por el otro lado, hacia la plaza Elíptica, está previsto que en octubre comiencen las obras de excavación del túnel, en este caso por el llamado «método tradicional de Madrid»: a pico y pala, con piquetas, y a una velocidad mucho menor: 50 metros por mes se avanza con este procedimiento.Aumento de demandaLos responsables de Transportes de la Comunidad de Madrid están convencidos de que esta será una gran obra de ciudad, que facilitará los desplazamientos a miles de personas que habitualmente utilizan la línea 6 del suburbano. Según estiman, en la próxima década la línea 11 aumentará su demanda diaria en más de 75.000 viajeros.Junto a las obras, una moderna Oficina de Atención al Ciudadano fue habilitada por el Gobierno regional en diciembre del año pasado para atender las dudas de los vecinos. Hasta la fecha, ha recibido 668 consultas. La de Comillas es una de las cinco estaciones proyectadas en este tramo de la ampliación de la L11 de Metro, junto a las de Plaza Elíptica, Atocha, Palos de la Frontera y Madrid Río, con una longitud total de más de 6,6 kilómetros. Está previsto que el proyecto global finalice en 2027.
Fuente ABC