Expectativa por la posible llegada de hasta US$40.000 millones con el blanqueo
Por Ignacio Grimaldi
Los especialistas lo catalogan como “el blanqueo del colchón”, por la cantidad de consultas que reciben aunque la mayoría por montos chicos
Mucha gente y poca plata. Dólares viejos, los de “abajo del colchón”. Esas son las primeras impresiones de los expertos en el mundo de la contabilidad que siguen día a día el desarrollo del blanqueo impulsado por el Gobierno. Para ellos, el resultado final de esta iniciativa podría ascender hasta US$40.000 millones.
En ese sentido, uno de los contadores más reconocidos en materia tributaria, César Litvin, analizó: “Veo factible y sería un éxito que se regularicen US$40.000 millones”. En paralelo, el abogado especialista en derecho tributario Diego Fraga expresó que, según su percepción, el resultado final debería oscilar entre los US$30.000 y US$40.000 millones. Por lo tanto, esta cifra se aleja de lo conseguido durante el mandato de Mauricio Macri pero aún así sería “satisfactorio”, según los especialistas.
De acuerdo a datos oficiales, el blanqueo llevado a cabo por la gestión macrista logró un ingreso al sistema de US$116.700 millones. Fue récord. En contraposición, el régimen de regularización aplicado en 2009, durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner, captó US$4.300 millones. De esta manera, las expectativas del sector privado ubican en un escalón intermedio al blanqueo de Milei.
El ministro de Economía, Luis Caputo, describió que el actual Régimen de Regularización de Activos “no está hecho con un fin recaudatorio”. En consecuencia, desde Hacienda explicaron que el ojo no estará puesto en cuánto dinero se absorberá por la aplicación de impuestos a nuevos fondos sino en el volumen del capital que ingrese al sistema argentino.
En sintonía con ese concepto, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, dijo en la Convención del IAEF que “nosotros tenemos un punto muy flaco y es que el ahorro de los argentinos no se canaliza en Argentina. Muy poquito están en los depósitos y en nuestro mercado de capitales que hoy no lo tenemos”.
Por lo tanto, las cabezas del equipo económico de Milei dejaron claro que el blanqueo no apunta a las arcas del Estado sino a ampliar al sistema para dotarlo de masa muscular. Incluso, Caputo explicó: “Eso va a generar una remonetización de la economía, que le va a dar oportunidades a empresas y también a los que menos tienen. El blanqueo tiene bondades, va a acelerar el proceso de competencia de monedas”. Es decir, en los planes del Gobierno los potenciales dólares ingresados podrían construir una ruta rápida hacia ese esquema sin cepo.
Por ese motivo, Fraga interpretó que la iniciativa de Milei es diferente a las anteriores: “En el blanqueo de Macri había promedio de US$2 millones, US$10 millones, US$100 millones y hasta US$1000 millones. Era un blanqueo de montos grandes. El de ahora es de montos bajos”.
“Mucho blanqueo chico y de mucha gente”, dijo Litvin. Por su parte, Fraga definió a este régimen de regularización como “el blanqueo colchón”. Según la experiencia de ambos especialistas, muchas de las consultas que reciben corresponden a dólares ahorrados en los últimos años de cepo y dólar blue. En muchos casos, describen que parte de esos fondos tiene un origen “en blanco” y que luego derivaron en dólares, producto de las restricciones y la voluntad de resguardar el valor del dinero.
“Estoy percibiendo que empezó a acelerarse la apertura de cuentas especiales para el blanqueo”, sostuvo Litvin. De hecho, ya se comenzó a hablar del “efecto blanqueo” por el aumento de los depósitos privados en dólares que la semana pasada crecieron a un promedio de US$65 millones por jornada.
Pese a eso, existen algunas disidencias. Fraga notó que el blanqueo “todavía no termina de arrancar” porque, según él, los potenciales “blanqueadores están esperando hasta último momento”. En ese sentido, el factor tiempo jugará un rol crucial. La única etapa en la que se puede registrar dinero en efectivo, el que se tiene “debajo del colchón”, concluye el 30 de septiembre. Es decir, en poco más de 20 días.
“Si no extienden esa fecha, esto no va a arrancar”, indicó Fraga. Por su parte, Litvin fue menos dramático. “No es que se quedaron cortos con la fecha. Tuvo mucho manoseo en el Congreso cuando esto debió haber salido en enero”, afirmó.
Distintas fuentes del Gobierno consultadas por LA NACION evitaron dar precisiones sobre la posibilidad de extender la primera etapa del blanqueo. De hecho, una de ellas fue taxativa: “Las fechas son las que están”. En paralelo, los especialistas explicaron que si el Ejecutivo anunciara una extensión de fechas con tanta anticipación, podría ser contraproducente dado que, según su experiencia, los últimos días de los regímenes de regularización son los más intensos.
A su vez, otro de los puntos señalados por los especialistas que podría mejorar las perspectivas de éxito del blanqueo es su fecha de corte. Según fue reglamentado, sólo permitirá registrar bienes adquiridos hasta el 31 de diciembre de 2023. Por lo tanto, todo lo ahorrado en 2024, señalaron, seguirá “debajo del colchón”.
Fuente La Nación