Por Daniel Romero
En estos días, la marcha universitaria ha sido el tema del momento. Impulsada por Cristina Kirchner y varios opositores al gobierno, esta manifestación surge como respuesta directa a las intenciones de auditar los gastos de las universidades que anunció el gobierno, al principio del presente debate ya derivado en financiamiento.
El Recorte de Massa en 2022
Este descontento no es nuevo. Muchos todavía recuerdan el recorte que Sergio Massa hizo en 2022, por 70.000 millones, cuando era Ministro de Economía, a excepción de CFK, Moyano, la izquierda y principalmente, Yacobitti y Lousteau. En esa ocasión, se redujeron los fondos para la educación, lo que generó un tenue rechazo entre estudiantes y docentes.
Massa, de recortar fondos a la educación a apoyar la Marcha
Ahora, Massa y Cristina Kirchner parecen querer redimirse apoyando esta marcha. Algunos ven esto como un intento de mostrar su compromiso con la educación pública, especialmente con las elecciones del próximo año en el horizonte. Es como si estuviera diciendo: “Estoy de su lado”, a pesar de las decisiones que tomó en el pasado.
Moyano, Otros Gremios y el Costo de la Movilización
Lo curioso es que la marcha no solo atrajo a estudiantes y profesores, que en muchos casos son “faltadores” seriales, dando sus cátedras estudiantes avanzados ad honorem.
También se unieron figuras del sindicalismo como Moyano y otros gremios que historicamente no tienen mucho que ver con la educación universitaria, principalmente, Hugo y Pablo Moyano.
Además, se ha observado una movilización masiva en colectivos, lo que ha levantado sospechas sobre el financiamiento de esta marcha. Los altos costos asociados sugieren que no se trata de una manifestación espontánea, sino más bien organizada y financiada por sindicatos y posiblemente fondos universitarios de origen poco claro. Este respaldo económico plantea interrogantes sobre las verdaderas motivaciones detrás de la marcha y cómo estas acciones están vinculadas con las estrategias políticas de cara a las elecciones.
Más que una Marcha
En resumen, la marcha universitaria se ha convertido en algo más grande que solo una protesta por la educación. Es un símbolo de resistencia contra los ajustes económicos para bajar el monstruoso déficit heredado del kirchnerismo que hoy protesta y una plataforma donde se están uniendo diferentes fuerzas políticas y sociales. Todo esto muestra lo complicado que es el escenario político en Argentina, donde las decisiones económicas y las alianzas estratégicas son clave para el futuro del país.
En definitiva, esta marcha no solo trata sobre la educación, sino también sobre cómo se están moviendo las piezas en el tablero político de cara a las próximas elecciones, con un trasfondo económico que invita a cuestionar la espontaneidad del movimiento.